Marta. Una chica qué por culpa de su hermana pequeña pierde el interés por las motos desde bien pequeña. ¿Qué pasará cuando tenga que cumplir una promesa que le hace a su hermana antes de irse a la universidad y de la que le va a costar acordarse?
...
Tras la noche loca de fin de año Marta no ha vuelto a salir de casa mucho. Es la víspera de Reyes. Cristina para tener 14 años parece que tenga 5. Es increíble lo nerviosa que está. Aunque Marta tiene curiosidad por ver que eran esas cosas que tiene para mañana y por las que valdría la pena la espera.
La mañana llega, pero Marta no se levanta. No tiene ganas de ver cosas que no quiere.
Pero llega Cristina y la obliga a levantarse.
-Vamos Marta. Estamos esperando por ti. -Voy.
Se levanta y acompaña a su hermana al salón. Los regalos están por zonas. Su móvil hecho mierda está encima de una pila de regalos. Espera a ver los de los demás y luego cuando ve que su hermana no tiene nada de lo que quería abre los suyos.
Abre el primero el más grande y enseguida sabe que eso es cosa de Cristina. Que no sabe a donde mirar. Le hace gracia el pelele con la pistola de Àlex.
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-Ahora ya no vale para mucho... -Me gusta mucho Cris. Ya habrá tiempo de darte un sobrinito que se lo ponga. -Supongo que sí.
Va a seguir abriendo cuando ve que en la caja hay otra cosa. Que queda mirando al fondo de la caja y se echa a reír.
-Eres increíble Cristina. -Los vi y me gustaron. -Gracias. A Marc le van a encantar cuando se los enseñe.
Y es que son unos chupetes para bebé y un biberón de Marc.
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