Capítulo 2: Fiesta para olvidar.

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Marta ya preparada espera en su cuarto a que lleguen a buscarla. Cómo baje antes de tiempo ya no sale. Y entonces oye la pita del coche. Dani no cambiará nunca. No podía mandar un mensaje. No. Él tenía que tocar a fondo bocinazo. Él es así. Baja corriendo y sale sin más. Se sube en el asiento delantero y se van.

-Muy guapa Marta.
-Gracias.
-A mí no me has dicjo nada así.
-Nerea ya. Deja de ponerte celosa.
-¿Me he perdido algo?
-Estamos saliendo. O al menos hasta que has vuelto.
-No aguanto tus celos enfermizos enserio. O te controlas o te dejo aquí mismo Nerea.
-Vale.

La rubia no vuelve a decir nada en todo el camino. Y Marta e Isabel se miran como sin saber que pasa. Parece que ella no era la única que no sabía nada. Llegan al punto de encuentro y Nerea se cambia de coche.

-¿Desde cuando estáis saliendo?
-No mucho. Y por lo que parece no por mucho más.
-Lo siento.
-No es tu culpa Marta. Es muy celosa.
-Ya me he dado cuenta.
-Ahora a disfrutar de la noche Marta. Se te echaba de menos morena.
-Y yo a vosotros.

Siguen con el recorrido hasta el lugar de siempre y una vez dentro de desperdigan por el lugar. Piden algo y se lo pasan bien. Una buena noche de amigos divirtiéndose y pasandolo en grande. Se van encontrando unos a otros durante la noche. Una noche divertida en la que olvidarse de todo. Fiesta y más fiesta. Eso es lo único en lo que pensar ahora. Ni en padres, ni en hermanos, ni en clases, ni en nada. Sólo son unos amigos que hace mucho que no se ven divirtiéndose y tomando unas copas. A alguno que otro esto se le va un poco de las manos. Pero nada que no se pueda controlar o aguantar. Cuando salen del local Kevin y Marta se miran y miran a los otros 5. Como cubas. Menos mal que ellos no han venido casi nada. Daniel e Izzy se suben al coche y Marta conduce. Deja primero a Isabel y luego a Daniel. Kevin la recoje y se encarga de llevarla a casa.

-Gracias por todo.
-Sólo propuse salir de fiesta.
-Sabes que has hecho más. Se te echaba de menos rubio.
-Y a ti Martita.

La morena lo abraza y luego se baja del coche y se dirije hacia la puerta de su casa despidiéndose con la mano. Son las 6 de la mañana. Sus padres la van a matar. No avisó y éstas no son horas normales para llegar. Sube a su habitación sin hacer ruido y se deja dormir en el mismo instante.

No duerme mucho. Algo la despierta. Algo no. Su hermana. Mira el reloj en la mesilla. Son las 8 de la mañana. No ha dormido más qué dos horas.

-¿Qué pasa Cristina?
-¿A que hora llegaste?
-¿Para eso me despiertas?
-Responde.
-Vete a la mierda.
-Vale. No estás de humor.
-¿Me despiertas dos horas después de llegar y pretendes que esté de humor?
-Me prometiste que me llevarias...
-Yo no te he prometido nada.
-Sí. Antes de irte. Dijiste que cuando volvieras me llevarias a...
-Sería para que me dejaras tranquila.
-Supongo. Te dejo tranquila.

Cristina se va de la habitación y Marta se vuelve a dormir. La siguiente vez que se despierta es con el olor de comida. Mira a la mesilla y son las 14:30. Pero hay un desayuno recién hecho en él. Se despereza y es entonces cuando ve a Kevin. Se sienta en la cama y lo mira fijamente.

-¿Qué haces aquí?
-Darte los buenos días. Sé la familia que tienes que no sé preocupan de nada. Así que te he hecho yo el desayuno.
-Vale. ¿Y eso porqué?
-Alguien tiene que preocuparse por mi mejor amiga.
-¿Con amigos como tú quién quiere tener familia?
-Tú no tienes familia Marta.
-Ya. ¿Has desayunado?
-No. Pensaba hacer lo contigo.
-¿Desayunar?
-Sí. ¿Qué iba a ser si no?
-No sé. Mi hermana me ha despertado a las 8. Aún no rindo bien.
-Pues a darle comida a ese cuerpo. A ver si así se despiertan las neuronas.
-No soy idiota Kevin.
-Estás dormida.
-Eso sí.

Se sientan en la cama y se van comiendo entre los dos el desayuno. Entre risas y más risas. Echaba de menos estar con un amigo así. Que alguien se preocupara por ella. Sus compañeras de piso estaban ahí cuando le pasaba algo. Pero no era lo mismo. No era como cuando estaba mal y Kevin venía corriendo a su casa para que estuviera mejor. Echaba de menos ese tipo de amistad. Y es que a Kevin lo conocía de siempre. Se deja apoyar en él y hablan de esos años que han pasado. De como les va en la Universidad. De las relaciones. De todo. Es bastante tarde ya cuando Kevin decide irse. Bajan juntos y lo acompaña hasta la puerta para luego tener justo después a su hermana y a sus padres mirandola fijamente.

-¿Qué pasa?
-¿Estáis saliendo?
-No. Sólo somos amigos. Lo sabéis perfectamente.
-No es lo que parece.
-Si no me queréis creer no es mi problema. Tampoco tengo la obligación de contaros mi vida privada.
-Somos tu familia.
-Eso es lo que tengo entendido. ¿Algo más?
-Vas a llevar a tu hermana a donde prometiste.
-Ni me acuerdo a donde me había pedido ir.
-Hoy no. Pero antes de que se acaben las vacaciones, Marta. Y más vale que lo recuerdes.
-Vale, vale. Me pondré a pensar y una vez que lo recuerde veré cuando la puedo llevar.
-Bien. Ahora ya puedes volver a tu habitación.
-¿No hay cena?
-Haztela tú.
-Vale.

Va a la cocina y se hace un sándwich y sube a su habitación comiendoselo. Vaya familia le ha tocado. Verano acaba ya por favor. Se tumba en la cama y se pone a pensar en conversaciones con su hermana de hace dos años. Pero no le viene nada a la cabeza. A saber a donde quería la enana ir.

Me Llaman Pistolas (MLLP 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora