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—La vida está llena de «si al menos» —señaló Nick—. La gente con éxito no se abandona en manos del destino, sino que forja su propia suerte.


Salieron del camino para adentrarse en el bosque y se detuvieron junto a un arroyo. Nick desmontó y luego ayudó a Sheena. Cuando los caballos hubieron abrevado en el riachuelo, Nick los ató y les colgó del cuello una bolsa de forraje.

—Veo que has pensado en todo —dijo Sheena con una sonrisa.
—Por supuesto. —Nick le guiñó un ojo—, Y ahora; nuestra comida.

Nick sacó una manta de una de sus alforjas y se la lanzó a Sheena. Mientras ella la extendía debajo de un árbol, él acercó la comida, que consistía en pan, queso, jamón dulce y vino.

Cuando terminaron de comer, Nick se tumbó boca arriba en la manta mientras Sheena recogía las sobras del almuerzo. Nick alargó el brazo para tocarle la espalda, y la muchacha se volvió hacia él, con una sonrisa en los labios.

Nick la atrajo hasta su pecho y la besó lentamente.

La joven suspiró, y él, con un gemido, la hizo rodar sobre su espalda. Sus bocas se unieron de nuevo, y Nick la marcó a fuego con su beso intenso y abrasador.

El joven MacArthur se retiró un poco y contempló con ansia los brillantes ojos negros de Sheena.

—Te amo —Susurró—. Si al menos...
—¡Maldito sea ese «si al menos»! —espetó Nick—.
—¿Te casarás conmigo, Sheena?
—Sí —contestó la muchacha sin vacilar, y Nick sonrió—. ¿Pero cómo convenceremos a Murdac de que nos dé su permiso? Quizá la reina...
—¡Al diablo con la reina y con nuestros hermanos! —gruñó Nick, perdiendo la sonrisa—. Ya no puedo esperar más.
—¿Qué quieres decir? —preguntó Sheena, súbitamente aprensiva. Arriesgarse a que su hermano montara en cólera era una locura, por no decir un suicidio.
—Quiero decir que no vamos a regresar a Edimburgo. Nos casaremos en Dunridge.
—¡No!

Con expresión inflexible, Nick se levantó y caminó hasta su caballo. Desconcertada, Sheena se sentó sobre la manta y observó. Nick sacó de su alforja un trozo de cuerda y una tira de tela y luego regresó a su lado con aspecto decidido.

—¿Vienes por tu propia voluntad, o tendré que llevarte a la fuerza? —preguntó.

Aturdida, Sheena recordó durante un instante su conversación con Dorothea. ¿Pero adónde se había ido el buen humor de Nick? ¿Dónde estaba la afable sonrisa que le había robado el corazón? Cuando volvió en sí, Sheena se puso en pie de un salto.

Habría huido, pero Nick la cogió del brazo e hizo que se diera la vuelta. Cuando Sheena alzó la mano para golpearle, él la sujetó con garra de acero y la hizo bajar hasta el suelo. Entonces le ató las muñecas y la puso de pie bruscamente.

Sheena abrió la boca para gritar, pero Nick la amordazó con el trozo de tela. Una furia venenosa saltó sobre él desde los oscuros ojos de la muchacha.

—Siento tener que tratarte así —se disculpó Nick, arrastrándola hacia los caballos —, pero no me queda otra elección.

Subió a la muchacha a su caballo y luego desató los dos animales y montó detrás de ella. Guiando el caballo de Sheena, Nick se encaminó hacia el oeste, en dirección al castillo de Dunridge.

Dos días más tarde, entraron en Argyllshire, el hogar de los Campbell y los MacArthur, Nick divisó en la distancia a un jinete solitario que se acercaba hacia ellos. Argyllshire no estaba libre de peligro; ¿debía permanecer en el camino o refugiarse en el bosque? « ¡Por todo lo sagrado! —juró Nick—. ¡No pienso esconderme en mi propio territorio!

Cuando el jinete se acercó, el rostro de Nick se iluminó con una sonrisa. « ¡Es Magnus!»
Magnus detuvo su caballo y miró al sonrojado Nick y luego a Sheena, que estaba cubierta de barro, y de nuevo a su primo. Magnus no pudo disimular su diversión y prorrumpió en carcajadas.

—Saludos, primo —dijo por fin—. Señorita Menzies.

Un sonido ahogado salió de detrás de la mordaza de Sheena.

—Buenos días —saludó Nick, pensando que tal vez el rapto no había sido una buena idea —. ¿Vienes de Dunridge?
—Sí. Y me atrevería a decir, primo, que tienes poderes adivinatorios.
—¿Poderes?
—Zayn me pidió que te ordenara un descenso en picado. — Magnus le lanzó una divertida mirada a Sheena —. Pero veo que ya lo has hecho.
—Empiezo a arrepentirme.
—¿Por qué? — Magnus sonrió ampliamente y agregó—: ¿y cómo es que la señorita Menzies va atada y amordazada?
—Porque no es capaz de mantener la boca cerrada —espetó Nick, y luego añadió con tono sufrido—: Te aseguro, primo, que raptar a una mujer no es tan fácil como parece.
—Soportar a cualquier mujer, sea como sea, no es nada fácil —repuso Magnus secamente—. No hace mucho que lady ______ ( TN ) hizo correr a Zayn hasta Oban, en el otro extremo de Escocia.
—¿_______ ( TN )?
—Menzies la mandó secuestrar y trató de matarla.
—Reconociendo los ahogados gritos de protesta de Sheena, Magnus dijo—: Sin ánimo de ofender, señorita Menzies.
—¿_______ ( TN ) está bien? —preguntó Nick. Magnus asintió.
—Tuvo mucha suerte. Aunque me encantaría ver cómo termina vuestra aventura romántica, no puedo rezagarme. — Alargó el brazo para estrechar la mano de Nick, y luego sonrió burlonamente a Sheena —. Mis mejores deseos para vuestras próximas nupcias, señorita Menzies. Que Dios bendiga vuestro hogar con armonía y una docena de hermosos hijos.

Agudos chillidos traspasaron la mordaza. Magnus se alejó al trote, sin dejar de reír.

Era la hora de la cena en Dunridge, y el gran salón rebosaba actividad. ______ ( TN ) entró corriendo y se dirigió a la mesa principal.

—Llegas tarde —comentó Zayn .
—Estaba dando de comer a Dubh —replicó su esposa, cogiendo un trozo de pan —. Es increíble lo bien que bebe del odre. —Se quedó pensativa un instante y después añadió—: Espero que cuando sea mayor no se convierta en un borracho.
—Beber leche de cabra de un pellejo no le hará ningún daño.
—¿Estás seguro?

Zayn puso los ojos en blanco.

—No pretenderás pasarte los próximos dieciocho años preocupada por eso, ¿verdad?

Al ver que ______ ( TN ) no respondía, Zayn la miró. El color había desaparecido de su rostro.

—¿Cariño? —Zayn volvió la cara en la misma dirección en que su esposa miraba fijamente.

De pie en la entrada del salón, estaba Nick con Sheena Menzies a su lado, atada, amordazada y desaliñada. En el momento en que todos advirtieron la presencia de la extraña pareja, se hizo el silencio en la sala. Entonces Nick avanzó, arrastrando a su prisionera hasta la mesa principal.

—¡Nick! —gritó ______ ( TN ), horrorizada—. ¿Cómo has podido hacer algo tan vil?
—¿Cómo recibiste mi mensaje tan rápidamente? —preguntó Zayn, desconcertado—. Magnus salió hace sólo...
—¿Dónde está el padre Kaplan? — interrumpió Nick.
—Libera a Sheena inmediatamente —exigió ______ ( TN ). Nick estaba a punto de negarse, pero Zayn llamó la atención de su hermano.
—Yo de ti, hermanito —le aconsejó —, no le llevaría la contraria a mi esposa. _______ ( TN ) ya ha matado a un hombre, y cuando se la provoca es muy peligrosa.

Nick miró a Zayn y luego a ______ ( TN ). A regañadientes, le quitó la mordaza a Sheena y le desató las muñecas.

—¿Estás bien? —preguntó ______ ( TN ). Sheena asintió.
—Traed al sacerdote ahora mismo —ordenó Nick.
—¡Maldito bastardo! —gritó Sheena volviéndose contra él para asombro de todos en el salón —. ¡No me casaría contigo aunque fueses el único hombre en toda Escocia!
—Te casarás conmigo —dijo Nick con severidad—, o te llenaré el cuerpo de cardenales.
—¡No lo haré!

Chained By Love *zayn y tu*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora