XLVII

970 159 12
                                    

Four days.

Guillermo abrió los ojos. Despertando solo, de nuevo.

Ahora que lo pensaba, ya había convivido en las tres celdas que se encontraban en aquella esquina del pasillo, que tanto había estado odiando desde el principio, y que ahora dejaba una sensación de vacío en su corazón.

Demasiados momentos había pasado en aquel lugar. Demasiados recuerdos que ahora apenas parecían ser malos.

Ni siquiera sabía en qué momento había sucedido aquello. No entendía cómo todo lo malo que había vivido allí no importaba ahora. Pero lo que menos entendía aún, es que Samuel, ese capullo, de repente se hubiera convertido en alguien tan importante para él. ¿O quizás el saber que iba a morir en tan pocos días, había forzado esos sentimientos hacia la persona más cercana que tenía allí?

Realmente no lo sabía, pero tampoco le importaba. Ya nada lo hacía.

Escuchó en la celda de al lado, cómo Samuel se disponía a hacer sus ejercicios de cada mañana. Creyó que al despertarse no le apetecería nada hacerlos, pero también era verdad que ahora era cuando más los necesitaba.

Necesitaba mantener la cabeza medianamente despejada y hacer algo que lo entretuviese, y eso era lo único que sabía y podía hacer.

Guillermo lo escuchaba en silencio, pero no era capaz de emitir sonido.

Ninguna palabra era lo suficiente valiente como para atravesar su garganta, y era normal. Ni siquiera era capaz de asimilar todo lo que, de repente, estaba por venir.

Se quedó allí sentado sobre su colchón. Como esperando a que algo sucediese y lo sacara de aquel apuro en el que él y su compañero estaban metidos.

¿En qué momento había sucedido aquello?

¿En qué momento se había convertido en aquel monstruo, que terminara matando a personas inocentes?

¿Cómo llegó a ser capaz de ello?

Se arrepentía tantísimo de ello, que ojalá fuera tan fácil de perdonarse.

Lo había hecho, ¿verdad?

No había ninguna excusa para ello. Y debía ser castigado.

Nadie tiene el derecho de arrebatar otra vida, y eso él lo sabía.

Entendía perfectamente la mente de Samuel, quien pensaba exactamente lo mismo que él.

Al fin y al cabo, De Luque no siempre fue así.

Una vez fue un niño inocente demasiado dañado y frágil. Demasiado maltratado.

Él siempre había estado roto. No dejaron ningún rasgo suyo... y eso le dolía.



Ahora ni siquiera tenían a Percy cerca, alguien que de una forma u otra animaba un poco aquel pasillo maldito.

No había forma de salir, nunca la habría. Pero estaba bien. Era correcto, y ambos lo sabían.

Sonrió.

Sonrió pensando que se haría justicia para esas personas que ya no podían estar en el mundo por culpa de ellos.

Estaba bien saber que ibas a morir, sabiendo que serviría para algo.

Y que desaparecería tanta culpa que se ocultaba en sus cuerpos. Que podrían estar en paz con ellos mismos.

Ahora era incluso gratificante...

[...]

Mientras tanto, Percy estaba siendo enjaulado en una nueva celda, en la cual, evidentemente, no quería estar.

—¡Sácame de aquí, hijo de puta! —gritó con todas sus fuerzas— ¡Mi amigo me necesita!

Bob movía la cabeza en sentido afirmativo, fingiendo que lo escuchaba, sin ser capaz de borrar la sonrisa.

—Juro que te las haré pagar de alguna manera u otra.

—No deberías jurar en el interior de una celda. Es muy difícil cumplir un juramento ahí metido.

El británico sonrió con maldad.

—No creas... Se pueden hacer muchas cosas desde aquí...

Roberto lo miró sin decir nada.

No quiso reflejar el terror que sintió al ver esa expresión en su rostro.

Las palabras eran lo de menos, pero aquella expresión... Nunca antes la había visto en ese perfecto y pálido rostro.

¿Habría cometido un error apartándolo de los suertudos que pasarían por la silla de la muerte?

O quizás... sólo intentaba asustarlo.

----------------------------------

¡Hola de nuevo, después de dos siglos y medio! Sí, lo sé. Siento haber tardado más que nunca:( He estado de vacaciones y llegué hace poco y no me apetecía mucho escribir, sólo descansar y es por eso que no me veía capaz de avanzar con la historia.

También sé que el capítulo de hoy es bastante corto, comparado con los anteriores, y es que creo que los que quedan (exceptuando el epílogo, si es que hago epílogo) serán más o menos así de cortos.
Ya que lo único importante que queda en la historia son pequeñas cosas cómo los sentimientos de cada personaje, so... los haré así y quizás así tampoco tarde tanto al actualizar la historia.

Espero que disfrutéis lo que queda, y que no me odiéis mucho por tardar tanto (?)

Love you a lot♥︎

Prisioneros [Wigetta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora