Capítulo 7: Ausencia de color

12 2 0
                                    


Destino observa desde su biblioteca el devenir de las estrellas y de las efímeras luces conocidas como vida, fuera de su extensa visión sólo se encuentran el mismo y un panteón de entidades cósmicas tan antiguas como desconocidas... o al menos así era.

Ocurrió algunos milenios luego de la guerra de los orûn, en el sistema del sol solitario, que Mordad puso su atención en un joven planeta cubierto de agua, recorrió sus geografías y fue testigo de la vida que surgía, vida que inevitablemente Mordad atrae. Durante sus viajes la entidad ha observado Rayos-C brillar en la oscuridad, cerca de la puerta de Tannhäuser, ha escuchado el zumbido de un átomo en la pupila de un Yuzzum y ha experimentado como el polvo cósmico puede formar una constelación, sin embargo, lo que llamó de sobremanera su atención fue lo que encontró en el interior de los insignificantes seres conocidos como humanos en aquel planeta.

***

Giro sobre mi misma, pasando la mano por debajo de la almohada, sin preocuparme por el tiempo ni nada, solo en dormir hasta que mis parpados se aburran, por esta razón es que amo los fines de semana.

Y sí, hoy es Lunes pero no me importa , tampoco el hecho de que en pocas horas más deba estar presente para la corrección, siempre hay tiempo para dormir y aunque las pesadillas me hagan compañía algunas veces, sé que solo son creaciones de mi subconsciente y que nada de eso es real, tuve mucho tiempo dándole vueltas al asunto hasta llegar a esa conclusión y creo fervientemente que el hecho de que la voz haya nombrado a mi madre es solo un mensaje de mi cabeza para que vaya pronto a casa.

Pero también he pensado en otras cosas, luego de que Tania llegara a casa después de la fiesta, me contó que cuando me vio salir fuera del lugar, decidió que cantarme una canción no era una de sus mejores ideas porque, aunque no lo crean ha tenido peores, así que Benjamín la fue a encontrar para traerla de vuelta a casa, pero al salir no lograron encontrarme por ningún lado y a todo el que le preguntaran no tenían ni siquiera el vago recuerdo de haberme visto, así que mi amiga pensó que quizás había vuelto por mi cuenta a casa, gran decepción se llevaron cuando no me encontraron ahí por lo que entre nervios y asustados a mas no poder al verse incomunicados conmigo ya que ellos tenían en su poder mi celular, decidieron recorrer todos los caminos y lugares posibles, tomando la precaución de dejar mis cosas en casa, por si volvía antes de que ellos me encontraran.

Y así estuvieron por horas, hasta que mi llamada llegó para salvar el día o más bien la noche.

Mencionó además que nunca había visto a Benjamín tan preocupado como aquella noche.

−Tú también estabas preocupada – la empujo con el hombro− Es la reacción habitual cuando te preocupas por un ser querido.

Esa misma noche cuando ambos llegaron a casa me llenaron de preguntas acerca de donde había ido y si algo malo me había ocurrido, los tranquilicé diciendo que estaba todo bien, solo que no me gustaba ser el centro de atención así que me fui, pero al no encontrar el auto opté por irme a pie, tomando un atajo que al parecer me tomó algo más de tiempo, lo que pude respaldar con mi precario sentido de la orientación, aunque claro, omití todo lo que al desmayo y Pool se refiere.

Costó convencerlos pero al final terminaron por aceptarlo.

−Sí, tienes razón, pero no puedo dejar de sentir un poco de empatía por Ser Jhora.

La miro ceñuda.

−Ser Jhora− rueda los ojos – el de Games of Trhones que está enamorado de Daenerys, rompedora de cadenas, madre de dragones, pero ella lo dejó en la friendzone, duh −gesticula con las manos.

Las puertas de ParisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora