−La llamaré –Tania marca el número de la gótica y espera unos segundos hasta que al fin esta contesta− ¡No adivinarás lo...! ¿Cómo que no estas para adivinanzas? –su boca queda abierta ante lo que sea que Fernanda le dice del otro lado −... ¿Ah sí? Pues escucha niñita emo, mientras tú te las das de detective yo ya tengo el caso resuelto− Sonríe socarrona –...Si, está justo a mi lado...cerca de la cancha de futbol...bueno, Adi...−Quita el teléfono de su oreja y lo mira perpleja− colgó
Me río, recordando la manía de la gótica de no despedirse
− ¿Ya viene para acá? –pregunto ansiosa
Tania asiente
−Dijo que estuvo hablando con Benjamín hace un rato...mencionó algo sobre ir a declarar tu desaparición− Mi boca se abre ante la sorpresa− pero dijo que lo llamaría para decirle que no lo haga−dice para tranquilizarme
¿Declarar mi desaparición? Ay chicos, sí que me quieren, aunque no creo haber podido lidiar con autoridades, con suerte me estoy mentalizando para tratar con papá, lo que me recuerda...
−Mi papá viene mañana
Las cejas de Tania se elevan
−Oh – es lo único que sale de su boca –llamó mucho a casa estos días –dice al cabo de unos segundos
− Está preocupado, quiere venir ver si todo anda bien
Se gira, mirándome con los labios unidos en una fina línea
−Hablando de eso...−Se frota el brazo nerviosa− ¿Lo está? –frunzo el ceño, no comprendiendo la pregunta − ¿Está todo bien Paris?
−Claro que si –respondo rápido, casi por acto reflejo
− ¿Entonces donde fuiste? –repone con lentitud, sopesando el terreno que está pisando
¿Desde cuándo Tania se ha vuelto tan seria?
Lo cierto es que no tengo una buena respuesta a eso todavía, cualquier cosa que diga puede resultar poco creíble, sumado a que debo elegir mis palabras cuidadosamente para no desmoronarme, el estar mucho tiempo en esa dimensión me ha dejado con las emociones a flor de piel.
No, no puedo hacerlo.
−Voy al baño –hablo rápido –quédate aquí mientras llega Fernanda, no demoraré mucho
−Pero Par...
−Es solo un segundo –digo, tranquilizándola –Cuando vuelva podemos seguir hablando –sonrío de manera apacible, me observa, intentado descifrar mis emociones, pero últimamente me he vuelto bastante buena escondiéndolas. Asiente levemente y me alejo, quizás demasiado rápido.
Cuando estoy segura ya no puede verme me lanzo corriendo por los pasillos hacia el tocador más cercano. Un remolino de emociones comienza a abrirse paso entre mi pecho y siento como los ojos se me humedecen y la realidad se me viene encima, comenzando a mermar todo mi cuerpo.
Pude haber muerto.
Pude no haber vuelto nunca.
¿Cómo explicarles eso a mis padres? ¿Cómo decirles que estoy jugando un juego peligroso con la muerte?
Aprieto los ojos con fuerza, evitando que una lagrima estalle, doblo en la esquina rápidamente para llegar cuanto antes a mi destino, pero últimamente las cosas no resultan como quiero, y en vez de eso termino estrellándome con algo, me tambaleo hacia atrás, llevándome una mano a la cabeza, al parecer el impacto me dio justo en la frente, parpadeo intentando calmar el mareo que viene después del golpe, cuando escucho un quejido del otro lado.
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Las puertas de Paris
Teen FictionParis Ruiz es una estudiante común, hasta que con la llegada de Daniel Pool como estudiante de intercambio a su Universidad, comienza a tener una serie de sueños que la llevan a un extraño desierto habitado por seres cósmicos tan misteriosos como su...