Supergirl; Hija de Kryptón

Balas y un par de Cervezas

Maggie Sawyer, traigo ese nombre hasta en la sopa, no me deja pensar, no me deja ni comer, mucho menos ir en paz al maldito baño. Y no es porque la oficial con aires de suficiencia me agrade, todo lo contrario, su actitud es tan fastidiosa que no puedo sacarla de mi cabeza, siento que en algún momento voy a explotar, que ella estará esperándome con la guardia baja porque sé muy bien que es la única que no se ha tragado eso del FBI por más que J'onn hablara con ella, incluso pidió ver el expediente de "Hank Henshaw" para confirmar sus dudas. Es una enana escurridiza que lo único que hace bien es ponerme tensa aún cuando ella no está, no la soporto y me niego a obedecer la orden de J'onn y ser su niñera personal para asegurarse que no investigará más allá.

Ella simplemente no puede perdonarme el pisotón que le he dado aquella noche, pero a lo que respecta con mi defensa, estaba nerviosa, nunca me había olvidado mi identificación, además no quería que el tonto amigo de Kara me siguiera manoseando. Uno tiene sus límites y él ya ha sobrepasado a dos golpes por noche porque los golpes de mi hermana cuentan como diez. Seguro quedaría más tonto que antes, que yo recuerde, él no era muy social, se la pasaba hablando con muñecas y babeando por cuanta chica se le cruzara en su campo de visión. Pobre tipo.

-¿Has hablado con ella?-pregunto a J'onn una vez que lo veo entrar a las instalaciones. Parece alegre pero preocupado, y yo sé cuándo está preocupado. Kara no debió ser nada fácil.

-Algo así-contesta cruzándose de brazos.

-¿Quieres traducir?-bromeo arqueando una ceja con impaciencia-¿Tan mal se puso?

-Algo así-volvió a responder encogiéndose de hombros. De acuerdo, esto ya me está sacando de quicio y J'onn lo nota-No pude enseñarle lo otro.

No puede ser.

-Creí que lo principal era mostrárselo-refunfuño-J'onn, se lo ha dejado su madre, ella tiene que saber sobre su existencia. Si se llega a enterar de otra manera va a haber problemas y yo no quiero estar metida en todo eso. Incluso Clark cree que ya está lista para saberlo.

-Por supuesto que lo sé, pero ella se alteró demasiado, supongo que ha sido un golpe fuerte todo esto, debe tener dudas y lo entiendo. Tu sabes muy bien la razón-señala-En fin, ya habrá tiempo para eso cuando hables con ella, por el momento quiero que vigiles bien a la oficial Sawyer y me reportes cualquier sospecha que pueda haber.

-De acuerdo-murmuro ausente. Kara debe sentirse muy mal, ella es así, muy apasionada a lo que siente, sus emociones se desbordan como las de un bebé y...Alto, ¿cómo que yo hablaré con Kara? ¿Dijo que siguiera a la oficial Sawyer?-Momento, ¿qué?-exclamo encontrándome sola en el centro de control. ¡Diablos!

Ni hoy ni nunca ha sido mi día de suerte, por lo menos desde que conocí a la enana esa, tiene el punto exacto para sacarme de quicio, para volver de mis días un suplicio, una tormenta con todo y rayos, la que hunde mi Titanic. Y yo odio esa película.

He decidido que al final del día de mañana hablaré con Kara, hay que darle algo de tiempo o de lo contrario se irá contra mi, lo he experimentado tantas veces que ha perdido el sentido temerle a su furia, es como ver a un tierno conejito molesto. Adorable. Después de todo ella siempre va a ser mi hermana pequeña y yo estaría ahí para ella sin importar qué.

Por último, decido al bar antes de aventurarme en busca de la oficial Sawyer. Mi castigo vendría después de un par de cervezas o no habría trato, necesito calmarme, pensar las palabras que le diré a Kara y hacer una estrategia convincente para asegurar que Sawyer no note que la sigo. Sería aún más vergonzoso y pensaría que ella me agrada. ¡No me agrada!

Y ya he armado un buen lío en mi cabeza de sólo pensar en ella. ¿Por qué no sólo puedo tomarlo como un trabajo más? ¿por qué me molesta tanto? Ni siquiera debería inmutarme ante su nombre, cosa que me es inevitable. El asunto es que nadie me había parecido tan tedioso como ella, y desde ya sé que para desahogarme tendré que charlar con Kara.