Supergirl; Hija de Kryptón

Una peculiar reportera

Ya dentro de la habitación de Lena pude verla en lo que parecía ser un sueño ligero, idea que deshecho cuando ella lanza un suspiro pesado y poco después abre sus ojos mirándome con extrañeza. No la culpo, hace poco menos de una semana que me conoció y ya estaba dentro de su habitación en el hospital preocupándome por su estado, eso ni siquiera yo lo entiendo pero decido no darle vueltas e ignorarlo. Francamente he decidido ser esa persona que pueda hacer un bien en su vida, como Alex lo hizo conmigo cuando aún vivía hundida en ese odio y dolor que parecían o acabar. Algo apresurado pero véanlo de este modo, si mi primo puede salvar vidas siendo Superman, ¿por qué yo no puedo salvar la de Lena de este modo?

-¿Te quedarás mirando o dirás algo? Y espero que sea algo inteligente-comenta sacándome de mis pensamientos.

Si ella se pone en ese plan, yo también puedo hacerlo, sigo molesta por la forma en que me mintió para poner su vida en riesgo de la forma más estúpida y poco racional. Oh sí, Kara Danvers ya se cruzó de brazos.

-Hay cientos de cosas que me gustaría decirte. Pero creo que la mayor de ellas es por lo imprudente y poco inteligente que fuiste al poner tu vida en riesgo. Es decir, ¿Quién te crees que eres? ¿Superman? Porque te aseguro que ni él haría eso.-me sincero con ese tono de reproche que mamá Eliza siempre utiliza cuando hago algo tonto con Alex.

-No te pedí que te preocuparas por mi-gruñe, y para mi mala suerte del día de hoy, creo que es lo único que sabe hacer. Me crespa los nervios.-Escucha, sacaste a mi personal y lo llevaste a salvo y por eso te debo gratitud sin embargo eso no te da derecho a meterte en mi vida.

De acuerdo, ella ya se está excediendo en cuanto a ser una niña malcriada y adinerada que cree que le da el derecho ordenar a las personas sólo porque tiene dinero. Me molesta. Me refiero a que ella estuvo a punto de morir no sólo por un derrumbe, también pudo morir en manos de Lex y eso parece que no le importa en lo más mínimo.

Desconozco muchas cosas de ella, ella de igual manera desconoce cientos de cosas mías, lo entiendo cuando su mirada avergonzada se desvía evadiendo la mía. Sé que está agradecida no sólo con la ayuda que brindé en la evacuación, también por estar a su lado en su confrontación con Lex y traerla aquí. Tal vez sólo actué como un humano lo haría y sé que pude haber hecho más por ella, eso me molesta pero aquí está, a salvo y no, no fue por sus buenas decisiones.

Camino hasta ella a paso lento, ella sigue sin mirarme, no quiere y por más que eso me enoje, que su actitud inmadura me moleste, lo intento, juro que intento entenderla y no es presunción.

-No me daba derecho cuando acepté que me llamaras por mi nombre, no me daba derecho cuando fui a tu oficina esta mañana para ver cómo estabas y estoy segura que no me da derecho el haber salvado tu vida de ti misma. Pero quieras o no, soy la única persona con la que puedes contar de ahora en adelante-sentencio a tono calmo

Gira su rostro sorprendiéndose de lo pronta que ha sido mi cercanía hasta su cama, tal vez ella sumida en sus propias y agobiantes frustraciones y pensamientos nuevos, no reparaba en mi situada a su derecha.

-Dime, ¿así eres con todos los que entrevistas?-cuestiona entrecerrando sus ojos, inspeccionándome y juzgándome con ellos.

Me encojo de hombros al realmente pensar en una respuesta correcta. La verdad es que con la única, en el poco tiempo que llevo trabajando, que me he inmiscuido de más, y está vez admito que no tuvo que ver la petición de Clark en nada.

-Técnicamente eres la primera persona que entrevisto oficinalmente y por ende la única. No cuenta cuando entrevistas a policías o tu hermana, en dado caso es lo mismo-confieso dando una sonrisa sincera que escapa dibujándose en mis labios-Además, me recuerdas a alguien que conocí hace algún tiempo-murmuro cabizbaja. Ya sé, una acción bastante repentina.