Supergirl; Hija de Kryptón

Lo mejor del mundo (Parte 3)

Su cabellera se movía con el viento, le veía la espalda únicamente por más que mis palabras lucharan por salir. Aún no entendía nada de lo que sucedía, ¿Cómo podía sentir tanta angustia, tanto miedo, tristeza y decepción? Quería llamarle, quería decirle que no se marchara, que yo podía ayudarla, que no tomara un camino diferente, que simplemente no me diera la espalda porque extrañamente me sentía impotente, cansada, harta de verle siempre la espalda. Esa faceta que siempre intentaba ocultar cuando creía que me ganaba su confianza y afecto, se ponía una mascareta impenetrable que quería romper en miles de pedazos. ¿Por qué se aferraba a quedar sola? No lo estaba, quería que lo entendiera.

"Mientes, tu obtuviste lo mejor de todo, tus padres te querían, tu familia aquí te quiere, jamás podrás comprenderme, yo siempre estuve sola"

Esas palabras retumbaban con inimaginable fuerza iracunda que iniciaba una tormenta ponente retumbando los sonidos del fuerte viento en mis oídos. Mi piernas eran lo suficientemente fuertes para seguir de pie rompiendo con la oleada fría que me quería obligar a doblegarme con ella. Mis manos cubrían mi rostro por inercia y sentimiento de aferrarme a lo único que me quedaba. La voluntad misma.

"Tú no tuviste lazos que romper, para ti todo fue y seguirá siendo fácil"

Mis ojos se obligaron a mirar al frente, topándome de nuevo con esa cabellera oscura que se movía con el viento, rehusándose a girar, torturándome con sentimientos que aterraban mi centro, y el viento que cada vez era más fuerte conforme a las palabras.

"Es imposible que me puedas comprender"

Gotas saladas salían de mis cuencas sin poder evitarlo, viajaban con el viento tempestuoso y sentía mis ojos arden en su propia sangre. Me sentía impotente, débil.

"Si me voy, ¿Qué clase de héroe sería si no puedo salvar a las personas que quiero?"

Salía mi voz sin necesidad de abrir mi boca, algo inexplicable mientras veía como poco a poco el viento arrastraba débilmente mi cuerpo lejos de ella.

"Me rehúso a dejarte ir por la vida viendo como cambias, como te conviertes en eso que tanto odias"

Mi pecho dolía y las ganas enormes de gritar ahogaban mi garganta.

"Entonces tendré que cortar ese lazo contigo..."

Truenos, relámpagos, oscuridad y luz se juntaban cegándome por segundos que parecieron horas, y de pronto todo pareció tan rápido y doloroso. Su cabellera se distinguía inclinada de mi costado derecho, ondeando con la lluvia y viento amenazantes de dejarme mal herida y desamparado. Un dolor cruzo por todo mi pecho y abdomen y el líquido escarlata manchó el emblema de la casa de El, en un traje similar al de Kal. No entendía lo que sucedía pero dolía, ardía infinitamente, no recuerdo haber tenido un dolor tan fuerte como ese, que al momento que sus ojos chocaron con los míos, expresión nula atravesó mi corazón entre su verde mirar con su ojo izquierdo mientras que el otro, carente de cualquier rasgo humano, examinaba mis reacciones con astuta estrategia. ¿Qué ha pasado? ¿Cómo llegué aquí?

-¡Kara, despierta!

Esa voz, ese tono preocupado y emocionalmente afectivo que me sorprendía me traía de regreso a una realidad mejor. Cubriéndome de esa horrible y extraña pesadilla.

Mis ojos se abrieron abruptamente topándose con la verde mirada brillosa de Lena. Estaba preocupada y no la culpo, incluso yo sentí miedo antes de caer inconsciente. Me sentía débil.

-Kara, tenemos que salir de aquí-anuncia tomándome de la cintura para ayudarme a ponerme de pie.

Recién reparo en el lugar en el que estábamos. ¡Claro, todo vuelve a mi memoria!