Supergirl; Hija de Kryptón

Lo mejor del mundo (Parte 1)

-No me puedes exigir cero curiosidad cuando te veo a media cuadra cargando a un desconocido a tu espalda-reprocha Alex abriendo la puerta del departamento

Esta noche no he tenido nada de suerte, y no sólo por el hecho de ser avergonzada públicamente en mi trabajo gracias a Winn, aunque en realidad todo giraba en torno a él. No encontré ningún taxi que me trajera y como extra rareza mi acompañante babeo mi cabello.

-Fue un accidente, Alex-intento explicar lo más resumido que puedo-Sólo ayúdame a llevarlo a su casa y todos hacemos como si no hubiera pasado nada.

Mi hermana levanta una ceja, saca la cadera y cruza sus brazos. Sé que quiere una explicación mejor y se la daré en tanto saque a mi nuevo compañero de trabajo de nuestro apartamento y crea que todo ha sido su imaginación.

-¿Y cómo se supone que sepa dónde vive?-ataca sin abandonar su postura.

Intento ser lo más expresiva corporal que puedo, haciendo un énfasis obvio con mis manos y hombros. Ella es una mujer inteligente, estoy segura que ya sabe a lo que me refiero o por lo menos lo intuye.

-Ah no, eso no. Estás demente si piensas que haré algo como eso. Me niego-habla negando continuamente con la cabeza-Y será mejor que me expliques todo en este mismo instante, jovencita.

Los murmullos y torpes balbuceos de Winn nos hicieron voltearlo a ver con lo que describiría como gesto de extrañeza, y eso es si soy linda. El chico no podía ser más raro.

-Ya te dije, fue un accidente-insisto apretando mis labios, negándome a mi misma a que esto sería un buen momento para explicarle todo a detalle.

-Kara-vuelve a gruñir mi hermana, poniendo una mano sobre el respaldo del sofá, típico de ella.

El inconsciente Winn vuelve a balbucear cosas indescifrables que ni a mi y mucho menos a Alex le dimos importancia, no hasta que una mano vaga e involuntaria de mi compañero de trabajo salió volando distraídamente directo a un seno de mi hermano. Esto me hubiera causado mucha risa antes si fuera otro momento y las circunstancias no fueran tan raras de lo que sonaban hace poco, así que intento contenerme por mi bien. Desgraciadamente los planes de suicidio en el subconsciente de Winn eran distintos pues puede ser culpa de un sueño extraño o creyéndose semi inconsciente confundiendo a mi hermana con otra persona pero el punto es que estaba oprimiendo suavemente su seno derecho.

-Alex...-intento hablar pero mi hermana interrumpe poniéndome una mano frente a mi cara. Está sonrojada y no sé si es por lo incomodo del momento o por la furia que se va a desatar.

Mi hermana toma lentamente la mano de Winn y la separa a distancia prudente para posteriormente darle un nuevo golpe en la cabeza. Rao, si el mío no lo mato, espero que el de Alex tampoco.

-Te ayudaré con tan de sacarlo de aquí lo más pronto-murmura mi hermana mayor-Pero ni una palabra de esto a nadie, ¿escuchaste?

Asiento rápidamente con los nervios de punta, es algo ilógico que le tema a mi propia hermana siendo que soy la más fuerte, pero es mayor que yo y eso se respeta.

-Iré a hacer una llamada, tu puedes ir buscando un taxi y una bolsa de hielo para esta cosa-señala a Winn con recelo-No tardo.

Agradezco mucho tener a Alex como mi hermana, porque ya sea que yo cometa alguna tontería, ella siempre va a estar ahí para mi, para cometer una aún más grande que la mía. Llámenlo inercia, extraño karma contra las Danvers o ambos, el resultado es el mismo. Yo golpeé a Winn y las consecuencias fueron traerlo a mi departamento, ahora mi hermana lo vuelve a golpear dejándole un enorme chichón que ni con maquillaje he sido capaz de tapar. He ahí el motivo por el cual el chofer del taxi no dejaba de mirarnos por el retrovisor, tiene mucho sentido y lo entiendo; Dos mujeres suben a su auto con un hombre inconsciente que lleva la mejilla enrojecida y la frente lo que parece ser un cuerno morado de carne. Muy sospechoso.