Ayuda a quien lo merece.

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Sorpresa se queda corta a la emoción que siento al verla llorar frente a mi. He quedado helada de sólo verla, me paraliza el cuerpo motiva por una sensación extraña en el pecho. Sé que debo terminar con esto de la manera correcta, sin embargo hay algo que me detiene, y no sé el qué. Ella se merece el peor de los castigos, ha quitado tantas vidas, sus manos están llenas de sangre, y entre ellas corre la sangre de Alex. No. Simplemente no me puedo permitir perdonarla, no debo dejar que me engañe, que me confunda, no debo ser débil.

-¡Levántate!-exclamo molesta conmigo misma, por el odio que nace de mi cuando la veo y a la vez la compasión que me exige mi sentido-¡He dicho que te levantes!-vuelvo a gritar en un ademán de querer patearla pero no lo hago, mi pie se queda ahí, a medio camino frente a su cara y sus ojos cerrados esperando el golpe-¿Por qué?-murmuro con impotencia

Ella levanta más el rostro, abre sus ojos, igual de sorprendida que yo, puede que más.

-¿Dónde estoy?-sale de su boca

¿Por qué insiste en engañarme? Esto ya acabó, ella ya está derrotada, debe de aceptarlo, no caeré en sus tretas, no merece compasión, una oportunidad o encierro. Veo su rostro y sólo puedo recordar a mi hermana y la última vez que la vi.

-¡¿Por qué?!-grito tomándola del cuello para acercar su rostro lleno de miedo al mío-¿Qué te da el derecho?-le siseo-No lo mereces.

Su respiración se agita, escucho su pulsación acelerada, cada parte de su cuerpo temblar y sus ganas de suplicar. ¿Qué le sucede?

-¿Quién eres? Yo no hice nada-solloza-Quiero a mi mamá...

Esas últimas palabras hacen que la suelte de golpe y sin aviso. De improvisto me he llevado la mayor de las confusiones. ¿Es la misma persona que ha asesinado a tantas personas? ¿La misma que intentó matar a Lena, a mi y terminó con la vida de Alex? ¿Reign ruega por su mamá? ¿Qué es? ¿Una niña asustada?

-¡No estoy jugando!-escupo con rabia, haciéndola temblar.

-Es ella-señala tomándose la cabeza-Me quiere hacer dormir otra vez pero no quiero-solloza mirándome a través de esos ojos vidriosos-Tienes que ayudarme...-dice arrastrándose sobre sus rodillas hasta mi-Por favor.

Estoy aturdida, siento todos mis sentidos cegarse ante tal petición. No sé qué hacer, una parte de mi le cree, y está confundida, mientras que la otra lucha con ese subconsciente para apagar la llama de la compasión hacia una asesina. La asesina de mi hermana. ¿Cómo debo sentirme respecto a eso? No puedo.

Giro sobre mi eje, confundida, tambaleante, mirando a mi alrededor, donde Zatanna aún permanece protegiendo a los ciudadanos con su escudo, Dinah está de rodillas, cansada, al borde del mismo y Shayera permanece inconsciente entre los escombros.

¿Qué se supone que debo hacer?

Rechino mis dientes, indecisa ante algo que debería parecerme sencillo. Giro de nueva cuenta, mirándola aún de rodillas, llorando, mirando sus manos pegadas al concreto.

Camino de nueva cuenta hasta ella, me inclino a su altura y la tomo de los hombros, ella brinca asustada por lo que pueda hacerle. Su miedo es real.

-No te lo mereces-le replico-Tu hiciste tanto mal-le explico intentando contenerme-Tu me la quitaste-ahora soy yo quien no quiere llorar pero lo hace-No te puedo perdonar eso, no puedo, te juro que lo intento, pero no puedo...

Una temblorosa e indecisa mano llega hasta mi mejilla, toma de ella obligándome a mirarla a los ojos. Son diferente a los de la batalla, a los que conocí desde el incidente en L Corp. Son humanos.

-Lo siento...-dice a voz baja-Haz....haz lo que debas-pide cerrando poco a poco sus ojos-Si llevas ese símbolo en el pecho-continúa diciendo-Es porque tu eres de las buenas-sonríe débil

Algo en mi interior late, algo distinto, y en mi subconsciente está clavándose la culpa.

Aprieto mi puño derecho, mi mano libre va a su hombro y cierro los ojos, con mi respiración acelerada y su mano aún en mi mejilla. Ella está consciente, aún sin estarlo realmente, sólo ver el emblema en mi pecho ya confía en mi, no parece ser el monstruo que conocí antes, era diferente, se sentía diferente. Pero debía hacer algo.

Kara...hazlo.

La voz de mi hermana susurrante en mi oído es el único arranque que tomo para lanzar mi puño y clavarlo lo más fuerte que puedo entre millones de crujidos...

-¡Supergirl!...-escucho el grito de alguien a mis espaldas.

Abro mis ojos. Esos ojos también me miran, están pasmados, tan inmovilizados pero aliviados aunque confundidos, rodando hasta donde mi puño se clavó. El concreto bajo sus rodillas, a centímetros de su cuerpo.

-Gracias-logra decir después de unos momentos y cae rendida sobre el suelo.

Yo me quedo en la misma posición en la que estoy, pensando, cuestionándome si he hecho lo correcto, y aunque estoy a punto de recriminarme, unos brazos rodean mi cuello y siento el cálido abrazo, su amoroso y preocupado toque sobre mi. Lena.

Dejo salir todo mi cruel llanto lleno de tantas preguntas.

-Ya pasó, todo terminó-susurra ella en mi oído, arrullándome con su dulce voz

-Soy débil-murmuro a voz cortada-Soy débil, Lena, no pude hacerlo. Ella me quitó a Alex y yo no pude hacerlo...

-No eres débil-recalca ella-Eres la persona más valiente y fuerte que conozco-confiesa dejando un ligero beso en la coronilla de mi cabeza-Yo no habría podido hacer lo que tu-admite con orgullo en su voz-Y por eso te amo tanto.

Mi llanto cesa por un momento, volteo a verla a los ojos, brillan otra vez, brillan para mi y no puedo estar más satisfecha de que sea con ella, en el momento exacto, en el que mi derrumbe emocional llega y su confesión complemente mi alma.

-Ahora necesito que prestes atención-indica cambiando a una postura un poco más seria-Debemos llevárnosla, no hay tiempo de explicar por el momento pero cuando lleguemos te lo explicaré todo. La ciudad está a salvo y todo gracias a ti-sonríe-Acompáñame, la amiga de tu primo nos espera...

Supergirl; Hija de KryptónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora