Supergirl; Hija de Kryptón

El Cuarteto de la Suerte (Parte 2)

Lo he dicho ya, tengo un mal presentimiento de esto, y como ahora lo compruebo, yo no tengo malos presentimientos por nada, y esto está mal. Pero, ¿cómo fue que llegamos a esto? Es decir, de primeras estaba visitando el cuarto circo de la ciudad, de esos que tienen payasos y actos sorprendentes, y no es por quejarme pero si que tienen circos en Ciudad Star, pero claro, ahora ya no estoy comiendo maní y riendo por lo divertido que me ha parecido ver a un sujeto con traje de oso bailar sobre una cuerda, por el contrario, después de escupir mi bebida y atragantarme con el maní al momento que salieron los payasos, tuve la brillante idea de acercarme a la estrella principal, un grave error que me lleva de vuelta a la actualidad. El hombre musculoso me sostiene de los brazos, el presentador me mira amenazante con su bastón cerca de mi rostro y una mujer con barba grita un Ay Dios mío. Mala suerte la mía por venir como Kara Danvers.

-Te lo repetiré nuevamente para que veas que no soy un patán con las damas-habla el presentador-¿Qué buscabas tras telones?

Giro los ojos, asqueada con el aroma sudoroso del sujeto que me tiene presa de mis brazos. Si tan sólo pudiera noquearlo sin que se viera tan extraño.

-Por última vez-digo con cansancio-Tengo un conocido que trabaja aquí, sólo pasaba a saludar porque hace años le perdí la pista.

El hombre me mira con duda en sus ojos, él desvía su atención hacia la mujer con barba y ella le responde encogiéndose de hombros, después mira al sujeto tras mi espalda, y supongo que también tiene la misma respuesta, es algo predecible y testarudo como todos los fortachones de los circos, y yo odio los circos.

-Bien, ¿y cuál es el nombre de tu conocido?-cuestiona.

Es una buena pregunta, y la respondería sin problemas, claro que, si tan sólo tuviera los datos actualizados. No sé si su nombre es el mismo o tiene una especie de identidad secreta.

-Oye amigo-murmuro provocando que acerque su rostro al mío-De verdad lo siento.

-¿Por qué?-contesta en el mismo tono que yo.

Esto va a ser vergonzoso pero lo debo hacer. Suspiro, tan rápido me elevo unos centímetros por encima del suelo y giro aventando al musculoso contra el presentador. La mujer con barba vuelve a gritar, y no es que ella no me agrade pero debo asegurarme que no le diga a nadie lo que vio, y mis ojos puestos al rojo vivo supongo yo que la ahuyentaron y silenciaran por mucho tiempo.

Para que conste que lo siento mucho.

Corro por los pliegues de la carpa hasta dar con la especie de camerinos que ellos tienen, y es mi día de suerte porque acabo de ver a mi persona indicada. ¿Ya mencioné que me he colado a un ensayo previo al circo?

-¡Hola!-exclamo a sus espaldas, y segundos después estoy con mi cara pegada al suelo y ella doblando mi brazo por detrás de mi espalda-Buenos reflejos-le festejo a voz distorsionada. Es obvio, mi mejilla está aplastada por mi cuerpo.-Me llamo Kara, ¿y tu?

-Eres extraña-musita presionando más mi brazo. Suerte que no me duele, aún, su fuerza es bastante buena, casi puedo sentir un ardor.

-Por eso me presento-explico con el mejor léxico que puedo conseguir.

-Me refiero a que eres una rara-comenta liberándome del agarre-¿Eres nueva aquí?-indaga cruzada de brazos mientras me doy vuelta para verla a la cara y sonreír con alivio. Espero que a Dinah le vaya igual de bien que a mi.

-Yo no soy del circo-rio, quizá exagerando el número de carcajadas-Disculpa, eres Shayera, ¿verdad?

Sus ojos verdes se saltan y sus cejas se elevan con estupefacción, descruza sus brazos y entreabre su boca con asombro.