Lluvia.

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No me gusta pensar que existe la mala suerte, siempre he creído que cada quien forja su propio destino, hasta hace poco ese pensamiento me ayudaba a despertar todas las mañanas y continuar con mi vida, creyendo que todo tenía solución y un sentido sólo si lo obligas a tenerlo, pero ahora no sé qué pensar. Porque sí, Lena aceptó ayudarme con todo esto, pero yo fui la que acudió a ella, la que le mostró quién era en realidad y por mi culpa ahora pasaba todo esto y me sentía impotente. Sé que tengo que ganar, es esa una obligación, sin embargo ella me ha derrotado tantas veces y es cierto lo que dice Alex, ella no tiene un código que seguir, no tiene honor al pelear, no se contiene y no comenzara ahora. Ella busca a Kara Zor-El, y yo le voy a entregar a Kara Zor-El.

Cerca del muelle existe una construcción abandonada al lado de la torre de comunicación que conecta con cualquier navegante cercano. Irónicamente también está abandonada desde hace no más de cinco años pues la ciudad entraba en una ligera banca rota y tenían que recortar los gastos para volver a salir a flote. Ahora era uno de los posibles lugares para encontrar a Lena.

El comienzo de la noche cayendo después de las doce de la madrugada. El viento sopla furioso en mi rostro y siento la brisa apoderarse de un ambiente tan tenso.

-Kara...-llama Alex por el comunicador.

-Te dije que cortes comunicación Alex, no quiero desconcentrarme-reprendo deteniéndome sobre el vuelo encima de la construcción abandonada.

-Sé que es un momento difícil pero...

-No Alex, yo de verdad dudo que sepas lo difícil que es esto para mi-interrumpo molesta conmigo misma.

-No es tu culpa, fue decisión de ella. Una muy admirable decisión.

-Lo admirable no le salvará la vida-concluyo volviendo a cerrar comunicación con ella antes de que pueda objetar alguna otra tontería. No estoy para discursos, debo actuar cueste lo que cueste, pero Lena tiene que salir de aquí a salvo.

Aterrizo con fuerza rompiendo el concreto del techo. Todo el lugar es oscuro y el aire está impregnado por las sobras de material de construcción. Hay bisagras en el piso, costales de cemento de un lado y ventadas rotas cubiertas por plástico.

-Me había cansado de esperarte-esa misma voy enciende de nuevo la furia en mi, mis ojos arden y giro lanzando mi visión de calor hacia ella. Desgraciadamente es más rápida de lo que quiero admitir, y sólo me esquiva.-Así que sólo fuiste a ponerte tu disfraz de día de brujas-ríe camuflada por la oscuridad y los escombros.

-¿Dónde está?-exijo mirando por cualquiera de los lados que decida aparecer. Sé que tengo visión de rayos x, pero ella también, y desde antes que yo voltee a su dirección ella está en constante movimiento.

-¿Dónde está quién?-finge demencia. Se burla de mi.

-¡¿Dónde está Lena Luthor?!-grito impotente-La mujer que te llevaste esta tarde. ¡Dime dónde está!

-¡Ah, Luthor!-chilla extasiada con mi desesperación-Como tardaste en llegar tuve que matarla, no paraba de hablar asegurando que una tal Supergirl vendría por ella. El mágico pensamiento de un huérfano...

No puedo más seguir escuchándola, la interrumpo antes de que siga jugando conmigo y burlándose de mi preocupación, embistiéndola cuando con mi oído puedo localizar su próxima ubicación. Ambas atravesamos el muro dando con otra área del edificio. Está en el suelo, ahora es cuando. Cierro los ojos buscando un suspiro, un latido que me indique la verdad, que Lena sigue aquí, que está viva. ¡Ahí está! La encontré.

Abro mis ojos siendo sorprendida por una embestida similar a la que yo di hace unos segundos, sólo que esta es mucho más fuerte.

-Entonces debo pensar que tu te haces llamar Supergirl-habla poniéndose en cuclillas cerca de mi. La poca luz que entra de la luna hacia el hoyo inmenso que hice al aterrizar ilumina su rostro, únicamente de sus ojos y sonrisa brillante.

Supergirl; Hija de KryptónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora