Supergirl; Hija de Kryptón

El Final Parte 2

-¿Todo bien?-pregunta Zatanna tomándome del hombro. La miro sobre este y le sonrío.

De pronto parece que toda mi vida se resume a esa pregunta. ¿Qué si me ha ido bien? Ni siquiera yo lo sé, he tenido altas y bajas muy drásticas, algunas, en su mayoría, son bajas pero, ¿me arrepiento de algo? Sólo de no haber vivido con intensidad y atesorado más momentos con una sola persona, porque sí, disfruté tener una hermana, amaba tener a alguien para mi en todo momento que me reprendiera y se preocupara como mi madre lo hacía, incluso no me arrepiento de la relación que tuve con Kal...con Clark, porque por fin logro entender muchas cosas que hace unos segundos no. Nunca supo acercarse a mi porque temía, y yo nunca me esforcé a acercarme de más a él porque temía. Él me recuerda a mi planeta desvanecido y que no encajaría del todo en este mundo y yo le recordaba a él su parte alienígena. Ambos nos hicimos daño pero aprendimos de eso y, no sé, quizás en otro momento esto hubiera sido diferente, tal vez con el tiempo.

Lo único que lamento es, que no sabré si del otro lado vuelva a encontrarla a ella. Aunque mi madre siempre decía que se tropieza de nuevo con lo que ya estaba destinado para nosotros, puede que sea en formas diferentes pero, yo espero estar destinada a ella porque ella sí es mi destino, el camino que siempre recorreré sin rendirme.

Por fin hemos llegado, el lugar es un tornado de putrefacción en el centro de la ciudad y yo no puedo creer que haya permitido que le hayan pasado tantas cosas a este lugar que juré proteger. Estoy decepcionada y es mi momento de redimirme ante el mundo, ante ella, demostrar que si luchas contra el destino que otros han trazado para ti, lograras cosas grandes, encontraras la paz.

-Sabes que nada de esto es tu culpa, ¿cierto?-habla Dinah en tono comprensivo-Haremos todo lo que nos digas, somos equipo-chasquea con euforia-Y aunque me cueste admitirlo, la chica pingüino también es parte del equipo.

Sonrío.

-¡Escuché eso!-exclama Zatanna-Tienes una enorme suerte de que estemos del mismo lado.

Miro a mi derecha, a tan sólo unos metros de distancia está Shayera mirando la profundidad de aquel tornado de destrucción, ella no dice nada, ella posiblemente sabe lo que puede pasar y prefiere no decir nada, quizá sea la más madura del equipo, la más sabia y por eso le agradezco su prudencia. No podría pedir un mejor equipo que este, son mi familia.

-Bien, esto es lo que vamos a hacer-hablo llamando la atención del equipo-Zatanna, necesito que hagas un portal que nos lleve al centro de origen de todo esto.

-Entendido-contesta acomodando su guantelete blanco de su mano derecha extendida frente a ella.

Ella comienza a recitar palabras al revés comenzando a divisarse un agujero del tamaño de Shayera, la más alta de nosotras. Dinah hace el ademán de ir primero pero la detengo para saltar yo dentro de este seguida de Shayera, la escucho bufar para después repetir nuestro acto y saltar dentro.

Shayera y yo logramos entrar al mismo lugar pero Dinah no aparece junto a nosotras. Antes de que mi compañera se comience a preguntar por ella, por el intercomunicador hace acto de presencia con un gruñido en contra de Zatanna. Sonrío. Hasta ahora todo va a como debe de ser, sin fallas.

-Ellas dos de verdad tienen problemas-comenta Shayera, yo me encojo de hombros-Si no fuera porque Dinah tiene un encapuchado por novio, comenzaría a creer que ellas dos tienen futuro juntas-sonríe

Todo pasa en cámara lenta después de eso. Sin previo aviso Shayera sale disparada del suelo hacia el cielo y de vuelta a este con gran fuerza que en el impacto se crea un gran hoy. Mi grito no sale de mi garganta, me quiero mover pero no puedo, siento como el suelo me jala, de pronto siento mi cuerpo más pesado y caigo de rodillas al suelo, extendiendo mi débil mano al agujero donde mi amiga está, sin obtener respuesta.