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Sí, sábado por la noche.

La música retumbaba por toda la casa y el techo de mi habitación estaba a punto de caerse encima de mí cabeza. Rodeé varias veces en la misma cama mientras llevaba un pequeño almohadón a mis oídos y gruñí cuando el volumen de aquel sonido electrónico fue subido hasta el máximo. El ruido de los autos siendo estacionados y las bocinas de estos me hacían perder la paciencia. ¿Es qué no se podía dormir tranquilo? apreté mis labios y después negué con la cabeza. Era imposible pegar un ojo con todo el bullicio allá abajo.

Y sí, el señor Park le dió permiso al pequeño saltamontes a realizar la fiesta con la condición de que no rompieran nada dentro de la casa.

Así que pequeños amigos, perdí esta terrible batalla.

Me senté en la cama con los ojos rojos de la rabia y observé el pequeño reloj en la pared, diez y media de la noche marcaba este y volví a recostarme.

No tenía pensando bajar ni mucho menos divertirme y aunque la cerveza me estuviera llamando con un "Ey Jungkook, estoy tan fresca y deliciosa que de seguro querrás probarme una y otra vez" no bajaría. Yo era una persona muy orgullosa y cuando algo me enfadaba resulto ser el doble; y créanme que lo era.

Aparte las fiestas no me gustaban mucho.

Definitivamente no bajaría.

Toda la escuela se encontraba en el pequeño salón de la parte trasera de la casa e incluso los adolescentes del pueblo habían venido, o eso era lo que yo suponía porque todos estaban hablando de la grandisíma fiesta que Park Jimin haría en su casa. Puse los ojos en blanco cuando sentí pasos en el corredor y me llevé las frazadas hasta la cabeza, intentando dormir.

Pero de nuevo estaba ese pensamiento irracional que cada vez que los días pasaban me hacían enloquecer y el fuerte sonido de la música no bastó para que estos se esfumaran. En estos últimos días no he podido sacar la imagen de Jung Hoseok de mi cabeza y a menudo que sonreía mi pecho comenzaba a agitarse. Tenía miedo porque realmente yo no quería sentir algún tipo de atracción hacia el, no es que no me gustara, pero no quería que llegase a gustarme de esa forma romántica. Quería decir, Hoseok está perdidamente enamorado de Kim Taehyung y el pelinegro es mi mejor amigo desde que tengo uso de memoria. No quería perder esa amistad que llevábamos de hace años por un estúpido sentimiento inconfundible que no salía de mi pecho. Pero es que con tan solo verlo sonreír hacia que todos los problemas y presión que sentía desaparecieran en un solo abrir y de ojos. Como si con tan solo formar esa delicada curva con sus labios hacia que mi mundo se calmara por completo.

Y yo no sé si esto se debía a la siguiente etapa de "Mejores amigos" o era otra cosa. No, no quería ni imaginármelo. Y créanme que esto era tan frustrante para mí, porque todo en mi cabeza daba vueltas y vueltas y la palabra perfecta que rondaba por mí cabeza era "Confusión". Si, confusión porque no sabía yo que carajos era lo que estaba pasando conmigo mismo y entraba en desesperación cada vez que pensaba en ello. Me hacía doler la cabeza. Me hacía perder la razón y terminaba durmiéndome con el corazón en la mano y al otro día cuando llegaba a la escuela y lo veía, era imposible no estar nervioso.

Yo sabía que el había notado este pequeño cambio en mi, el hablar con tartamudeos, algo que nunca lo haría con el. Sin embargo, no cuestionó y estaba muy agradecido con aquello.

Y para que hablar de Park Jimin, ese pequeño duende de cabello negro que siempre se hace el coqueto y es un completo estúpido.

Sigue regresando a casi las once de la noche y las pocas palabras que intercambiabamos era en el momento de la cena y después, cuando discutíamos por cualquier tontera que a él se le cruzaba por la cabeza.

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