Especial: Árboles de Drácula

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"Home" Especial capítulo 36: Árboles de Drácula.

•••

Tenía que admitir que me estaba aburriendo un poco.

No era como si yo realmente no hubiese deseado venir aquí y ver a Jimin bailar, solo que los gritos de la profesora me estaban haciendo doler la cabeza y vaya que su voz resonaba por toda la sala, incluso era más fuerte que la música clásica en los parlantes. Quería irme. Sí, quería que Jimin terminara de ensayar para volver a casa y beber de una caliente taza de chocolatada en frente de la chimenea, pero ¿qué estaba diciendo? La realidad era que seguramente luego de irnos de aquí, Jimin entraría a mi cuarto y se dormiría en un zas de segundos; y entonces yo le quitaría la ropa y le pondría su pijama.

"Uno, dos y tres. Uno, dos y tres." Repetía la profesora mientras Jimin y Taehyung movían sus pies.

Hoseok a mi lado, bufó y negó con la cabeza. Lo miré con mis cejas levantadas por un segundo para luego descubrir lo cabreado que él había estado con el castaño de bandana. Taehyung había venido a ensayar en el horario de Hoseok y Jimin, solamente para concluir la coreografía que la academia de Jimin llevaría a cabo y mi amigo, lamentablemente, no podía hacer nada contra eso. Minutos después, fue turno de mi mejor amigo para hacer su parte en la coreografía y cuando se levantó, le di unas cuantas palmadas en su espalda. Los tres bailaron bien y practicaron una y otra vez lo pasos que solían errar con frecuencia.

—Hola, vi que eres amigo de Jimin —mi cuerpo se sobresaltó cuando la voz de una tierna muchacha resonó a mi costado, me giré para verla. Ella sonreía animadamente y yo estaba a punto de negar eso, pero, recordé las palabras de Jimin y me molesté por aquello—. Es lindo, ¿no crees? Quizás, ...

El grito de la profesora la interrumpió.

—¡Parte tres, a la pista! ¡Las niñas también!

—Quizás debería intentar algo para que se fije en mí — atónito la miré cuando ella comenzó a levantarse y corrió hacia al lado de Jimin.

La escena en el teatro de Romeo y Julieta transcurrió rápida y seguramente los espectadores del lugar se enojarían por haber pagado mucho dinero para una actuación de tan mala calidad. Julieta actuó, por supuesto, se enredó con los pies de Romeo mientras estaban apunto de interpretar la escena del baile. Ella cayó y Romeo la sujetó con sus fuertes brazos para que no se diera la cara contra el piso. Fue tan humillante que todos en el elenco giraron a ver la inesperada escena haciendo que la canción de Chopin, se pausara.

—Oye, ¿estás bien? — Romeo le preguntó cuando ella logró ponerse de pie.

—Duele mucho, mi pie — Julieta gimió de dolor, pero de trasfondo, cuando bajó su cabeza para sujetar su queridísimo pie, ella sonrió triunfadora: lo había logrado.

—Traeré el botiquín de emergencia, ¡los demás sigan ensayando! — alguien dijo, pero yo desde el público, no podía saber bien quién era. Estaba nublado, con mis nudillos apretados.

Cuando Romeo tuvo el botiquín de emergencia en sus manos, Julieta se sentó en el piso para ser curada por el amor de su vida. Romeo masajeó su pie y luego le puso una venda en él.

—Gracias Jimin, y lo siento por haber saboteado todo— la escuché decir.

Él negó con la cabeza, por supuesto.

—No saboteaste nada, son cosas que suceden.

Por supuesto que eran cosas que solían suceder diariamente.

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