Lo único que podía escucharse en el frío pasillo del supermercado era el ruido de la ruedita de aquel carrito siendo arrastrada en el piso. Jimin bufando como un maldito rinoceronte y yo caminando tres pasos más adelante que el, mientras mi mirada estaba fija en los estantes cuyo productos eran únicamente de limpieza.
No iba a mentir que esto no era demasido incómodo porque si lo era. Muchísimo. No tienen idea de cuanto. Por favor, créanme que estaba tratando de hacer cualquier cosa en vez de estar pensando que estaba un supermercado haciendo las compras del hogar junto a la persona que me hacía salir de mis casillas y que recientemente se había vuelto en el principal tema de confusión en mi cabeza.
El clima húmedo y frío, se sentía el otoño en nuestras pieles y el aire fresco corriendo por todos lados. Las hojas castañas moviéndose en el piso y el aroma al café podía caracterizar la mañana de un sábado fuera de problemas- aunque el único problema en este sabado era Park.- Llevábamos apenas cinco minutos dentro de aquel establecimiento y ninguno de los dos había dicho nada. Jimin agarrando cosas que para el eran necesarias y yo haciendo exactamente lo mismo.
En mi interior la palabra "Pavo al horno con papas fritas" rebotaba en mi cabeza como si una pelotita de ping pong se tratase y no evitaba la mera emoción de volver a comer esa delicia, pero no era tan importante ¿O si? ¿Lo era?
Casi me agarro de mis cabellos cuando la imagen de Jimin y yo en la cocina comiendo el pavo llegaron a mi mente. Mi corazón palpitando en mi pecho y la sensación de un vacío se aproximó en mi estómago. Negué con mi cabeza y miré hacía adelante mientras seguíamos caminando. No era como si realmente la idea de comer pavo con el me emocionaba, claro que no. Solo quería comer la comida que para mí, ese alimento era solamente plato de ricos. Si ahora mi padre se encontrase en mi casa y yo llegase con la idea de comer pavo, prácticamente me daría una patada en el trasero diciéndome que dejara de ser tan estúpido. Entonces, ahora tenía que aprovechar.
Realmente quería comer pavo al horno.
Y sonreí.
Sabía que esta noche sería diferente y algo me lo decía.
-Deja de sonreír, me repugnas. - Jimin dijo.
Suspiré.
-Deja de hablar, me produces ébola. - rodeando mis ojos, caminé hasta la heladera donde la majestuosa bebida me llamaba por mi nombre.
Abrí el refrigerador y saqué tres six pack de cerveza "Asahi" y la coloqué en el carrito que Jimin llevaba consigo. Este último me miró incrédulo y levantó una de sus cejas.
-¿Qué?- dije.
-Estás demente si vas a llevar tanta bebida alcohólica ¿Por qué tantas?- interrogó.
-Ya sabes, para el mes o la semana quizás. - murmuré, metiendo latas de coca cola y Sprite. El carrito iba lleno, mi padre me iba a matar cuando el recibo de la tarjeta llegase.
Jimin bufó y siguió andando. Lo seguí por detrás mientras levantaba paquetes de snaks y galletas.
-Pavo al horno, pavo al horno.- canté sonriendo.
-Estás loco. - habló el. Levanté mis hombros en forma de desinterés y luego de pasar por la carnicería, nos dirigimos a la caja registradora para abonar.
Entrando a la casa después de que habíamos bajado las pesadas bolsas del taxi, dejamos a estas en la mesa de la cocina y comenzamos a meter cada cosa en su lugar.
Pero el silencio de Jimin me estaba matando a medida de que los segundos iban pasando. Sus manos moviéndose mientras abría las bolsas de plástico y sacaba la mercadería de ella, su boca apretada y sus ojos puestos en su objetivo. Aquella gorra de lana que cubría la mayoría de su cabeza y su flequillo cayendo por su frente. Su campera gruesa sujeta a su pequeño torso y su respiración entrecortada hacían increíbles de saltos en mi pecho. Me recordé a mi mismo la noche anterior mientras mi lengua jugaba con la suya, mientras sus labios se fundían con los míos reclamando poder y su nariz golpeando contra mi mejilla, sus manos acariciando mi cintura y ese peso encima del mío. Fue ahí cuando me había dado cuenta que mi corazón quería salir de mi pecho y cuando el calor corporal de mi cuerpo había incrementando tanto que mis manos sudaban contra el six pack de Asahi que tenía sujetando. Cambiando mi rumbo, caminé hasta el refrigerador y coloqué la cerveza en su lugar.
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Home • Jikook
Fanfiction"¿¡Vivir bajo el mismo techo de la persona que más odio!? ¿¡Estás demente papá!?" Jeon Jungkook detesta con toda su vida a Park Jimin, su compañero de clases quien únicamente es un chico popular más; pero todo eso cambia cuando al padre de Jungkook...
