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Y mirando el reloj que anunciaba que faltaba poco para que el timbre de fin de clases tocase, pensé en Sumin.

Una nueva culpa volvió a mi. No era que la consideraba mi amiga, pero en tan poco tiempo ella se había convertido en una rutina y en esa rutina nos fuimos conociendo aún más. Yo a Sumin le agradaba y ella me agradaba a mi. Nunca me gustó dar mala imagen pero ¿Se imaginan? Una mierda, no quería pensar en ver su rostro cuando algún día se enterase que Jimin y yo nos habíamos besado, no quería volver a escuchar un comentario de asco y volver a dañar mi miserable dignidad. No quería pensar en la traición tampoco. Estaba harto, estaba cansado de todo esto y créanme que deseé con todas mis fuerzas que ya fuera enero para partir de nuevo a mi hogar.

Tocó el timbre y miré a Park Jimin. Inmediatamente este último tomó su mochila y salió del salón. Observé que Sumin, quien lo miraba con una sonrisa y ojos de enamorada, lo  esperaba afuera. Jimin la tomó de la mano y ambos se hicieron borrosos de mi vista.

Creí que Jimin y Sumin no tenían contacto físico en el colegio, pero parece que me estaba equivocando o algo nuevo había nacido entre ellos.

Sentí la furia e ira volver a consumirme. Ya no sabía la razón y solamente me sentía molesto de repente.

-¿Serán que andan juntos esos dos?- escuché que Ian le preguntaba a su novia detrás de mí.

-Parece que si, esa chica siempre estuvo enamorada de él. -respondió ella.

-Ya era hora entonces. - Ian suspiró. - Siempre creí que Jimin era de la otra vereda por no tener novia. - rió. - Parece que se enamoró de la chica correcta.

-Sí, ella lo ama. - apreté mis puños.

-Y parece que el también.- enloquecí.

- Créanme que no.- dije enfrentándolos y luego giré para salir a pasos rápidos del salón de clases. Oí los pasos de Hoseok detrás de mí.

Bajando las escaleras, el me preguntó:

-Oye ¿Qué fue eso de allá arriba?- moví mis hombros y llevé mis manos a los bolsillos del pantalón, restándole importancia.

-No sé qué demonios está mal conmigo. Necesito un psicólogo.

-Mmm, puedes hablar conmigo ya sabes.- dijo, se lo veía más relajado que en la mañana y me sentí feliz por eso. Mi enojo de hace un rato se había esfumado por completo. Tomé aire y lo miré.

-Salgamos. - propuse.

-Eso estaba pensando yo también, parece que ambos necesitamos relajarnos. Traje mi parlante conmigo ¿Qué tal si me acompañas a la plaza y me grabas mientras bailo?- dijo sonriente. - Hoy no tengo clases de baile y realmente necesito una distracción. - asentí.

Hoseok siempre sabía hacer bien las cosas.

[...]

-¿Y me dirás entonces que demonios pasó con esas terribles marcas en tu cuello?- preguntó mientras ambos nos sentábamos en uno de los asientos de la plaza para comenzar a digustar el exquisito helado que le habíamos comprado a un carrito. - Y no me digas que fue un mosquito porque esta vez no te creeré. - me fulminó con la mirada.

-No es momento para hablar de ello ahora.

-¿Y vas a enloquecer otra vez mientras golpeas una pared?- habló. - ¿Acaso crees que no te conozco Jeon Jungkook? Lo hago desde que estabas en el vientre de tu mamá. - reí nervioso y después negué con la cabeza, no me sentía  bastante bien para hablar ahora. - Anda, suéltalo ¿Qué rayos pasó contigo y con Jimin cuando yo me fui anoche?

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