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Miraba a la pared en frente suyo mientras sus labios se encontraban abultados y sus cejas fruncidas. Lanzó un pequeño suspiro y luego despeinó su cabello con brutalidad, apretando su mandíbula y gruñendo con enfado. Lo miré incrédulo intentado seguir tecleando en el portátil sobre mis muslos, sin embargo el cayó rendido hacía atrás y su espalda golpeó contra el respaldo del sofá. Levanté una de mis cejas y volviéndome hacia su cara llena de frustración, me quejé.

-¿Y a ti que demonios te ocurre?- pregunté.- Hoseok, desde que llegaste has estado resoplando y haciendo prácticamente nada.- le reproché. El aludido me miró con una mueca y se puso de pie. Suspiré rendido y dejé el portátil sobre la mesa de living y toqué mi frente con cansancio.- Dios, me vas a matar.- dije.- Ven aquí.- haciendo unas pequeñas palmadas en el lugar vacío hacia mi lado, Hoseok comenzó a caminar y cuando llegó, se sentó a mi lado y apoyó su cabeza en mi hombro.

Su cabello lacio hizo cosquillas contra mi mandíbula y el aroma a vainilla de su champú, llenó mis fosas nasales.

-Taehyung y yo cenamos juntos anoche.- pronunció en un susurro.

-¿Y eso que tiene? ¿No cenan siempre juntos? No entiendo porque...- recordando lo sucedido, me separé bruscamente de su lado y el pelinegro se quejó mientras caía de costado en el sofá.- ¡¿Qué?! ¡¿Tú y qué?! ¡¿Cómo?!

Hoseok puso sus ojos en blanco y volvió a colocar su cabeza sobre mi hombro.

-No sé que pasó.- respondió.- No sé porqué acepté su petición tampoco. El solo vino y con su cara estúpida dijo "Cenemos".- hizo una mueca con recelo.- Ni siquiera me lo pidió formalmente. "Tenemos que hablar." Te juro, yo no quería, pero...¡Maldita sea! No puedo decirle no. Cuando de Taehyung se trata, pierdo todo mi orgullo.- sus manos se presionaron contra mi pierna.

-¿Qué hablaron?- pregunté un poco más calmado. Mi mejor amigo lanzó una pequeña risa llena de amargura. Entendí a lo que se refería.- Tendré que hablar seriamente con el y...

Me interrumpió.

-No.- calló. - No.

Suspiré rendido.

-El quiere arreglar las cosas, el quiere intentarlo de nuevo y ya sabes, que volviéramos a ser amigos ¿Qué más que eso?- levantó su cabeza y me miró, sus ojos bañados en angustia y su labio inferior temblando.- Se disculpó, parecía un idiota disculpándose. Dijo que no supo como reaccionar y que le dolió el hecho de que yo no le hubiese contado que era gay, se sintió, por así decirlo, traicionado.- gruñó.

-¿Qué demonios?- pregunté atónito. -¡¿Y ese beso?! ¡El te besó!- me levanté de golpe, apretando mis puños y sintiendo la rabia recorrer por mis venas.

-Jungkook, cálmate por favor.- pidió, su mano derecha sujetando mi brazo y haciéndome sentar otra vez.

Contuve el aire en mis pulmones por un buen rato antes de soltarlo y cerré los ojos con la única idea de golpear el rostro de Taehyung hasta dejarlo sin forma alguna.

No es tu problema, no te metas.

¡Pero era mi mejor amigo y el estaba sufriendo!

-No hablamos de eso, no quise cuestionar...aún. El dijo que extrañaba pasar tiempo conmigo y pidió una oportunidad para volver empezar nuestra amistad, dijo también, que solo necesitaba tiempo.

-El te hirió feo, Hoseok. - murmuré agarrando sus hombros y mirándolo impaciente. El pelinegro mordió su labio inferior y miró hacia abajo.

-¡Lo sé! ¡Sé que lo hizo!- exclamó. - Acepté, acepté a su petición y ahora no se que pasará.- susurró.- No sé si podré y creo que era mejor como estábamos, yo lo estaba superando pero...no podía olvidarlo.- me miró suplicante, sus ojos cristalizados, su pecho subiendo y bajando rápidamente.

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