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Dos años atrás.

-Presenténse por favor.- pidió el profesor.

-Park Jimin.- dijo.- Vengo...Vengo de la Academia Militar de Yeongcheon para menores, en Gyeongsangbukdo.- respondió, sus manos temblando y su voz había salido baja y nerviosa.- Un gusto conocerlos. - dijo después.

Park Jimin siempre había sido caracterizado por ser un muchacho tímido y vergonzoso, a pesar de haber estado más de cuatro años bajo los mandos superiores, nunca evitó que los nervios hicieran flor de piel ante una nueva situación y en ese momento tampoco había sido la exepción. Sus cachetes regordetes se habían pintando inmediatamente de un color carmesí y su pecho comenzó a temblar. Miró al piso avergonzado y tragó en seco.

Pero los demás y cuando me refería a demás estaba hablando de todos los presentes en aquel salón de clases, estaban sorprendidos. Todos quedaron con la boca abierta, sus ojos intactos mirando al muchacho de cabello negro corto que miraba al piso con timidez, con su espalda recta y cuerpo perfectamente formado.

"Woow" fue lo que exclamaron.

Nunca nadie imaginó que su nuevo compañero transferido viniese de exactamente de una academia militar. En Busan, eso no sucedía todos los días. Sin embargo, Park Jimin era un chico muy hermoso y su timidez había sido lo que más llamó la atención de los estudiantes.

Más de una de las alumnas se sonrojaron y comenzaron a sonreír coquetas, pero Jimin sólo veía al piso.

-Oh...eso es,- el profesor estaba muy sorprendido también, sus cejas estaban arrugadas.- sorprendente.- cortó y miró al otro nuevo alumno que yacía al lado del "Pequeño soldadito" y levantó su cabeza haciéndole señas para que comenzara a presentarse.

-Kim Taehyung.- su voz había salido fría y gruesa. Todos los alumnos se quedaron callados de inmediato. El chico parecía seguro de si mismo y firme, sus hombros levantados y espalda recta, sus manos a cada uno de sus costados. Más de uno en el salón creyó que ese muchacho tenía algo que ver con la realeza, su parecido al rey era increíble y con su semblante podían asegurarlo, pero se  volvieron a sorprender cuando seguido dijo: - También vengo de la Academia militar de Yeongcheon y es un gusto conocerlos. - finalizó haciendo una pequeña reverencia y miró al profesor.

La tensión en la atmósfera del salón de clases era increíble, todos quedaron boquiabiertos.

Los machones del salón prefirieron cerrar sus bocas antes de comenzar a decir chistes y groserías, no querían meterse con un soldado que parecía medir como un metro ochenta cuyo tono de voz aseguraba que si alguien se metía con aquel, entonces tenían la muerte segura. Se quedaron en silencio. El plan de hacerles bullying a esos dos chicos quedaba descartado y denegado por completo, probablemente Kim Taehyung y Park Jimin terminarían haciéndoles bullying a ellos. Le temieron desde el primer momento y proclamaron no meterse en problemas.

-Eso es genial. ¡Tenemos a dos ex nuevos cadetes en el salón este año!- dijo el profesor con una sonrisa, tratando de romper ese hilo silencioso y tiempo después comenzó a aplaudir, todos los demás imitaron su acto. Jimin creyó morir en ese momento, la vergüenza lo consumía demasido y deseó esconderse detrás del escritorio. - Y cuéntenos ¿Por qué están aquí?

Jimin volvió a tragar y levantó su mirada para observar al profesor, sus manos aún seguían temblando y su pecho subía y bajaba rápidamente.

-Problemas familiares. - dijo y el profesor asintió.

-Debió ser duro. - respondió e inmediatamente el pelinegro negó.

-De hecho, fue mi decisión estar aquí y abandonar la academia. - contestó, por primera vez en la mañana de ese día podía haberse sentido seguro con sus propias palabras.