Las agujas del reloj corriéndose se escucharon por toda la habitación. La angustia crecía aún más y mi pie izquierdo se movía inquieto golpeando el colchón de la cama.
Tic toc.
Tic toc.
Cerré los ojos dando un largo suspiro y luego, aclaré mi garganta. Nunca antes me había sentido tan nervioso. Mi cabello mojado producto de una reciente ducha empapaba la almohada por completo. La humedad me hizo chistar la lengua y gruñir girándome por quinta vez desde que había puesto un pie en la cama. Intenté dormir, pero como era de esperarse, no podía. Hice un puchero y jugué con mis dedos sobre la pared, moviéndolos de arriba a abajo buscando la manera de encontrar el sueño, en consiguiente...nada ocurrió. Nada estaba ocurriendo en estas últimas semanas y ya faltaba una para comenzar las clases otra vez.
Me sentía devastado y angustiado. Como una flor abierta cuyos pétalos se estaban marchitando. Lo había pensando varias veces, había sido capaz de pensarlo tanto que mi cabeza dolía a mares. Estaba escrito en mi frente qué, verdaderamente no quería perder a Jimin. El susto que nos había dado aquella vez fue devastador. Llegué al punto de creer que escuchar su voz había sido más catastrófico que aquello. Estaba perdiendo la cabeza lentamente. Había sobrepasado mis barreras. Necesitaba a Jimin aquí, conmigo. Necesitaba sostenerlo en mis brazos y besar aquellos labios. Mi corazón ya no podía aguantar ni un segundo más. Me exigía verlo, me exigía estar allí una vez más con el y arreglar todo aquel conflicto. No quería perder más tiempo, ya no.
Me había cansado de naufragar en el océano buscando una isla. Me había hartado de esperar por un hogar en donde podría sentirme en él y me devastaba pensar que quizás yo seguiría así para siempre.
Tenía una oportunidad. Analizándolo bien las otras noches, papá no había pagado aún el nuevo año en la universidad, ya que la fecha de pago era dentro de tres días. Había cumplido con su parte el año pasado y estaba agradecido. Así que simplemente podría comportarme como un rebelde, armar mis maletas y tomar el tren hasta Busan. Jimin de seguro ya estaría en casa. Sabía de antemano que papá lo aceptaría. Lastima que perdería el año en la carrera pero podría hacer los trámites para pedir una constancia y cursar segundo año sin problemas en la universidad de Busan. Podría buscar un trabajo, aunque era un poco complicado de conseguir y podría establecer bien mis tiempos.
Aquello no era tan difícil, lo difícil era ¿Jimin me aceptaría? No sabía y eso era lo que me tenía otra vez por el borde. No habíamos vuelto a hablar desde el accidente semanas atrás y recordar lo ocurrido ese día me hacía poner los pelos de puntas y aquella vez que habíamos hablado, la distancia estaba presente allí. Pero todo era cuestión de dialogar y si el no quería, yo iba seguir insistiendo y si no, entonces había hecho todo lo posible por seguir, eso me haría abrir los ojos y decirme que toda esta historia había terminado. Seria el punto final.
Bufé abriendo mis ojos, estaba sudando y temblando. Miré el reloj. Ocho y media. Tenía tiempo, si partía antes de que papá llegara a casa sería mejor para ahorrar conversaciones que no quería dar. Sería un rebelde ahora y sentía la sangre correr rápidamente por mis venas, la adrenalina y la euforia centrándose en mi pecho. Entonces, me levanté de un solo movimiento de la cama y prendí la luz de la habitación. Negué con mi cabeza, definitivamente lo intentaría. Ahora más que nada, tenía que ser capaz de cambiar la situación de como eran las cosas.
Abriendo el armario y metiendo prendas en la maleta cuyo interior ya no podía más, saqué otra que tenía guardada y metí más ropa. No tenía ni la menor idea que iba a hacer con ellas y cuanto tiempo estaría fuera, simplemente guardé atuendos tras atuendo y objetos de higiene en mi mochila. Luego de que ya tenía preparado todo, comencé a vestirme porque aún seguía con el pantalón de pijama puesto. Me reí de mismo, estaba actuando peor que un niño.
ESTÁS LEYENDO
Home • Jikook
Fanfiction"¿¡Vivir bajo el mismo techo de la persona que más odio!? ¿¡Estás demente papá!?" Jeon Jungkook detesta con toda su vida a Park Jimin, su compañero de clases quien únicamente es un chico popular más; pero todo eso cambia cuando al padre de Jungkook...
