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La noche ya estaba llegando a la ciudad, claramente trayendo consigo la oleada fría de aire húmedo y pesado. Respiré profundamente mirando hacia el piso mientras mis piernas se movían al compás de mi ritmo cardíaco. Hoseok y yo nos dirigíamos a la sala de baile, acompañé a mi mejor amigo hasta ella para así contarle lo sucedido con Sumin la tarde pasada. Seguramente Jimin ya estaría en el recinto, el había salido más temprano que nosotros del colegio porque tenía que, supuestamente, llegarse al banco de la ciudad.

-Ella siempre me cayó mal. - Hoseok dijo en cuanto habíamos llegado ya al lugar antes mencionado. Impresionado por los grandes ventanales que el local nos ofrecía y por la vista blanca de un salón gigantesco con varios espejos dentro, me giré a mirarlo. - Ya sabes, siempre parecía un bicho pegado a Jimin.- rio. - Taehyung y yo solíamos llamarla "Ahí viene la garrapatas" cuando Sumin venía hacia Jimin. - sonrió y de repente miró al piso porque seguramente nombrarlo a él todavía dolía después de la ultima vez.

-Le cayó mal el hecho de que yo fuera gay y de que Jimin me haya elegido a mí, ella dijo que era una chica y yo un chico. - lo miré a los ojos y el pelinegro bufó, colocándose al frente mío.

-Por eso también me caía mal. ¿Sabes? Un día vino a mi y me dijo "¿Estás saliendo con Jeon Jungkook? ¿Un chico?"- rio con ironía y yo lo miré extrañado. Negó con su cabeza.- Definitivamente Jimin hizo bien de bajarle los humos. Pero que se va hacer, la muchacha tendrá que enamorarse de alguien más. Hay varios peces en el río, espero que, pobrecita, encuentre a alguien que pueda aceptarla y corresponderle. - asentí. - Y tú, no estés mal. Ya pasó Jungkook. Las cosas se dieron por algo ¿De acuerdo? Ahora solo tienes que mirar al frente y brillar, puedes amar en paz. - sonrió y mirando al piso nuevamente, sonreí asintiendo.

Quizás tenía razón.

-Gracias, necesitaba que alguien me dijera algo al respecto. Te quiero mucho Jung Hoseok.- con mis manos heridas y vendadas, lo acerqué para un abrazo.

-Yo también, Jungkook. - palmeó mi espalda con delicadeza.

-¡Ey!- la voz de Yoongi se sintió detrás de nosotros. Ambos nos separamos de nuestro abrazo y miramos a Min quien se encontraba observándonos con un rostro de confusión.

Hoseok y yo nos inclinamos en forma de saludo y el hizo lo mismo. Dejando que ambos charlaran a gusto, miré nuevamente hacia el local y me encontré con la figura de Park Jimin sentado en el piso, estirando sus piernas y mirándome con las cejas juntas, sus labios abultados y mi corazón acelerándose cada vez más. Sonreí luego de segundos de haber estado admirándolo a través del cristal. Luego, señalé a Hoseok detrás de mí y Jimin asintió al fin, regalándome una sonrisa. Pegué mis manos al vidrio mientras observaba al pelinegro estirar.

El lugar estaba repleto de personas que estaban haciendo exactamente lo mismo. De repente, Taehyung apareció entre el bulto de gente y se sentó al lado de Jimin, bastaron segundos para que el castaño me observara y luego cambiara su vista hacia mi costado.

Observé a Taehyung mirar hacia mi costado con sus ojos rojos, sus manos apretándose y su pecho que se movía velozmente. Parecía estar lanzando humos por la nariz. No sabía porque había hecho ese cambio radical en su rostro hasta que miré hacía mi derecha y me encontré con Min sujetando las mejillas de Hoseok mientras que con una sonrisa, le hablaba suavemente. Nuevamente miré a Taehyung quien ya se encontraba observando al frío piso de madera con su mandíbula apretada. Sonreí cuando Jimin entendió lo que estaba pasando y este último imitó mi acto.

-Jungkook. - me giré de inmediato. Maldita sea, ese tono de voz lo conocía demasiado bien. - Luego hablaremos seriamente sobre eso. - apuntó mis manos vendadas y Yoongi me miró sorprendido. - ¿De acuerdo?