Jimin no me soltó la mano en todo el recorrido que tuvimos desde la ciudad hasta su casa.El abrió la puerta con calma y cerró la sombrilla poniéndola en el perchero que estaba al lado de la madera. La música baja se escuchaba y las risas también. El ruido de los cubiertos caer contra los platos y esas charlas casuales que podían formarse en medio de una comida podía sentirse de inmediato.
De repente me preparé para lo que se venía. Me sentía todavía en la marea con mis sentimientos al flote y mi cara sonrojada. Una vez que nos hicimos visibles para todos, mi cuerpo se congeló. Inmediatamente aquellos dejaron la charla a un lado para encontrarse conmigo y con Jimin. Una mesa larga en la sala de estar, caras conocidas sentadas mientras dos pavos estaban apuntos de ser devorados yacían en medio de esta.
-¡Jimin! ¡Jungkook! ¡Llegan a tiempo!- gritó Sumin mientras se ponía de pie junto con Jihyun y corrían dentro de la cocina.
Mi vista se perdió por completo cuando noté a Hoseok observándome con el ceño fruncido, claro ejemplo de que estaba enojado. Sin embargo la persona que estaba sentada al lado suyo me había llamado más la atención. Suspiré profundo cuando apenas podía distinguir de quien se trataba y un sabor amargo recorrió por mi garganta. Miré a mi mejor amigo tratando de preguntarle si que demonios hacia el pelinegro aquí pero Hoseok movió sus hombros y sonrió. Me las iba a pagar después, definitavemente.
Taehyung y Suni, su novia, se encontraban en frente. Ian estaba charlando con otro de mis compañeros y había tres chicos un poco mayores a nosotros sentados casi en la punta. Yo no los conocía. Una chica de tez pálida y cabello rubio se encontraba con ellos también.
La luz de la sala se apagó de inmediato y Sumin junto con Jihyun entraron cantando el cumpleaños feliz. La castaña llevaba en sus manos el pastel que había preparado el día de ayer. Todos los demás se pusieron de pie de repente y comenzaron aplaudir. Miré inmediatamente a Jimin a mi lado y me corrí hacia la derecha hasta chocar con la pared. No sabía que hacer. Jimin estaba sonriendo. Apenas pude levantar mis manos para aplaudir cuando la canción ya había terminado y el pelinegro ya había soplado las velas.
Me quedé estático en ese lugar y entonces las luces se encendieron de inmediato. Jihyun abrazó a su hermano y Sumin también. Todos aplaudieron cuando estos últimos se abrazaron y comenzaron a lanzar silbidos haciendo que Sumin se separara avergonzada y sonrojada por completo. Miré mis pies mientras sentía como una daga se clavaba en mi corazón y caminé hasta la cocina ignorando aún los aplausos.
Abrí la heladera de golpe y busqué la botella con agua fresca. Ni siquiera me molesté en buscar un vaso y la bebi con la boca. Llenándome de aquel líquido y cerrando mis ojos tratando de calmarme a mi mismo. Terminé de beber y suspiré, un casi eructo salió de mi garganta y guardé la botella dentro del refrigerador para cerrarlo y volver hasta la sala.
Sin embargo en cuanto me giré, una mano se posó en mi brazo y otra por encima de mí cabeza, acorralándome contra la mesada.
Una nariz pequeña y fina tocó la mía, abrí mis ojos grandes encontrándome con la respiración de aquella persona chocando con la mía.
-Te encontré. - habló, sus labios casi rozando los míos. Tragué en seco y me quedé estático. Inmediatamente reaccioné y lo empujé, haciendo que se balanceara hacía atras. Este rió gracioso mostrándome sus dientes perfectos.
-Min.
-Jeon. - habló volviendo hacia a mí.
Bufé negando con mi cabeza y rascando mi nunca. Lo único que faltaba ahora. Y yo que pensaba que podría dormir tranquilo.
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Home • Jikook
Fanfiction"¿¡Vivir bajo el mismo techo de la persona que más odio!? ¿¡Estás demente papá!?" Jeon Jungkook detesta con toda su vida a Park Jimin, su compañero de clases quien únicamente es un chico popular más; pero todo eso cambia cuando al padre de Jungkook...