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Hoseok se derrumbó una vez más, lo miré tratando de calmarlo, pero otra vez, yo no sabía cómo consolar a una persona. Era un desastre para estas cosas y Hoseok lo sabía muy bien, sin embargo le bastó apoyar su cabeza en mi hombro y sus sollozos cesaron en la sala de estar. Mordí mis labios y luego acaricié su cabello, su llanto fue irregular hasta que aclaró su garganta y negó con su cabeza.

Sentí su corazón temblar y Hoseok se perdió en la tristeza una vez más.

Lloró porque el peso en su pecho estaba siendo fuerte. Lloró porque no podía aguantar el crecimiento y, lloró por la culpa que lo consumía hasta el alma. Alma que ahora estaba desecha, alma que quien quiere vuelve a nacer y alma que es contenedora de todo aquel sufrimiento.

Mirando su pecho subir y bajar, lo ayudé a levantarse y sujetando su cintura, lo llevé hasta el baño. Allí mi amigo lavó su rostro hasta que las lágrimas se perdieron en el agua y luego suspiró viéndose en el espejo. Se odió a sí mismo quizás, negó con su cabeza llorando, otra vez, y después volvió a lavar su cara con agua fresca que caía de la canilla. No obstante, se limitó a salir del baño un poco más calmado y se sentó en la silla de la cocina, escondiendo su rostro en las palmas de su mano sujetas en la mesa. Lo miré un momento a través del remarco de la puerta y tiempo siguiente me senté en frente suyo. Mi corazón crujió con ver el estado de mi mejor amigo, debió ser algo cerril para que el pelinegro estuviese desgastado hasta las células. Lo suponía.

-Aún sigo amándolo, Jungkook. Estoy perdidamente enamorado de Kim Taehyung como no tienes una idea.- susurró entre lágrimas nacientes y  mirando hacia la mesa.- Creí que podría hacerlo, que podría superarlo y olvidarme de ello. Creí que Yoongi sería mi salvación, pero yo...

-Estabas equivocado.- respondí.

Hoseok asintió con un puchero.

-Hice un error en disculpar a Taehyung, mi corazón lo hizo. Comenzamos a pasar tiempo juntos y eso me afectó más. A pesar de que Yoongi siempre estuvo allí, Taehyung llenaba mi corazón sin decir nada. Y yo no quise aceptarlo. Creí amar a Yoongi, Jungkook.- murmuró, sus ojos rojos vieron a los míos pidiendo súplicas.- Lo amo, pero no de esa forma. Me convencí a mi mismo que saliendo con el podría olvidarme de Taehyung para siempre, pero fue un error...-el negó con su cabeza.

-No pensaste en los sentimientos de Yoongi.- dije.

-¡Exactamente!- exclamó.- No los pensé, soy un egoísta; pero quiero a Yoongi sólo que Taehyung...-hizo una mueca.- Dios, es suficiente.- Hoseok se puso de pie y abrió el refrigerador, sacó una botella de agua y abriéndola, tomó desde ella.- No quiero pensar más.

-Pero Hoseok...necesitas arreglar esto, no puedes seguir estando con Yoongi si dices que amas a Taehyung.- dije poniéndome de pie.

-¡Lo sé!- exclamó nuevamente y cerrando la puerta del refrigerador.- ¡Malditamente lo sé!- agarró su cabeza.-¡Taehyung se confesó hace unas horas, por eso estoy perdiendo el control también!

-¿¡Qué!?- pregunté sorprendido.- ¿No se suponía que estaba saliendo con Suny, aquella muchacha?

Hoseok negó con la cabeza varias veces y cerró los ojos.

-Terminaron hace un tiempo. El le terminó porque se dio cuenta de que estaba enamorado de otra persona.- bufó.- No puedo creer que esa persona soy yo.

-Maldita sea.- me senté devastado y me apoyé contra el espaldar de la silla.- Estoy sorprendido, Taehyung siempre me sorprende. Su reacción esa vez cuando tu y yo nos besamos, cuando vino a amenazarme, cuando te pidió disculpas y cuando el te besó.- chisté mi lengua negando.- Y ahora esto. Creo que todo comienza a tener sentido.