12 •

45.7K 4.9K 9.7K
                                    

Las penumbras del sol entraban por la ventana de la habitación, tiñendo a esta última con un color anaranjado y relativamente amarillo. La madera de la cama brillaba sin un fin y el delicado aroma de un otoño que parecía más bien, primavera se podía sentir por todo el lugar. Entonces el cantar de los pájaros fueron música para los oídos de las personas que vivían en el vecindario. A lo alto, allá arriba en la copa de un árbol, se encontraba una ardilla buscando comida para poder resguardarse del frío invierno que estaba apunto de llegar y las nubes formaban dos grandes esferas en el cielo. El sol descubierto y las hojas cayendo al piso lentamente. A lo lejos, se escuchó como un perro ladraba y un auto pasó dejando en él aire su desechable humo negro. Las últimas flores que quedaban de la primavera pasada se convertían en pequeñas malezas, mojadas por el rocío que había caído  durante la helada noche.

Me quedé mirando la copa del árbol en frente mío, sin tener alguna razón específica. Solo miraba, como si fuera la primera vez que abría los ojos durante años de haber estado encerrado en la oscuridad. Los rayos del sol hacían un espectáculo en mi blanca piel y las sábanas envueltas en mi cuerpo estaban a punto de esparcirse por todo el suelo. Sí, el suelo, porque ahora mismo me encontraba sentado en él. En el frío suelo de la habitación en la que estaba durmiendo, me había caído en la noche quizás. Aunque era algo típico, yo también era un mal dormido.

Bostecé tapándome la boca con mis manos y entonces miré mis dedos de repente, la sensación de los labios del chico enano volvieron a mi y de pronto sentí pequeñas cosquillas en mi dedo índice. Apreté mis ojos con fuerza sintiendo aún sus manos rodeando mi cuello y apretándolo con fuerzas, como si fuera que toda la presión que sentía sobre su vida se fijaba en mi garganta, tocí otra vez porque la sensación había sido horrible. Sin embargo, mi corazón bombea porque no podía parar de imaginarse sus labios presionado junto a los míos, atados a ellos como si fuera el último deseo que quisiera cumplir en la vida. Porque en ese momento estaba enfermo por la tentación de querer aprecionarlo yo mismo contra la pared y besarlo con brutalidad, porque mis ojos en ese momento también emanaban un terrible deseo de besar su boca hasta el alma y porque yo mismo me había prometido no pensar de esa forma y sin duda alguna, me había traicionado a mi mismo cuando el sujeto me ahorcó en la noche anterior.

El estaba loco. No. Yo estaba loco.

Abrí tiempo después mis ojos, poniéndome de pie e intenté caminar hacia la puerta pero la sensación inquietante en mi pecho no me dejaba caminar con tranquilidad. Mis labios temblaban como si acaban de ser lastimados, mis piernas flaqueban por las palpitaciones de mi corazón y mi mente seguía mostrándome sus labios a centímetros de los míos, tan...deliciosos.

Toqué mi cara y la encontré caliente, caminé hasta el baño y el reflejo de mi persona casi me hace volver a caer al piso. Tenía el rostro rojo, como si tuviera fiebre pero no la tenía en realidad, en mi cuello una marca rojiza hacia reflejo, sus manos marcadas en mi piel. Reí.

¿Así que el también soñaba con estrangularme?

¿Había perdido la paciencia también?

Fue ahí cuando bajé mi cabeza y observé el creciente bulto de mi erección que se notaba en mis pantalones de chándal. Esto no podía ser cierto.

Y entonces me pregunté una vez más ¿Qué demonios estaba haciendo Park Jimin conmigo? Haciéndome pensar en sus exquisitos gruesos labios pinchados en los míos y controlando el bombeo de mí corazón a su manera. ¿Qué tipo de hechizo estaba usando? Haciéndome pensar esas cosas raras sobre el y haciéndome tentar con sus agarres brutos.

Dios, lo odiaba tanto.

"Más tarde lo harás." había dicho el, mientras con su mano sujetaba mi brazo y jalaba de mí hasta la habitación. Jimin vestido en su típico piyama y el cabello desaliñado, ojos soñolientos. ¿Habría bajado por un vaso de agua? "Más tarde lo harás" repitió de nuevo y asentí mirando mi entrepierna palpitante.

Home • JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora