Home • Jikook

24 •

-Oh.- era lo que yo había dicho en ese entonces con el café y el plato temblando en mis manos.

Aquel muchacho que solía llamarse así mismo el hermano de Jimin, sonrió haciendo que sus ojos se perdieran en una línea recta y mostrándome una sonrisa gigante con facciones realmente increíbles. Sentí mi pecho detenerse junto a mi sangre y el calor acumulándose inmediatamente en mis mejillas.

-Eres muy lindo, Jungkook.- dijo seguido con una risa pequeña acompañando sus palabras. Eso había sido el colmo para que mi cuerpo entrara en un estado de vegetación y que mis piernas comenzarán a temblar de inmediato.

Yo no sabía que responder ante eso. Maldita sea, tenía a un hombre en frente mío. Si, a un maldito hombre alfa con una gran musculatura, rasgos perfectos y voz varonil. Todo lo contrario a alguien que había en casa. Park Jihyun estaba muy diferente a como lo había visto en la fotografía que estaba cerca de la chimenea en la sala de estar y viéndolo en vivo, el era extremadamente caliente y bello. Perfecto. Todo lo que un chico homosexual buscaba y deseaba tener de un hombre.

Entonces Sumin apareció corriendo adentrándose en la sala, sacándome de aquel momento inquietante donde debatía en mi mente lo fuerte que Park Jihyun debía ser en la cama.

Dios, estaba comenzando a volverme un loco otra vez. Tragué en seco cuando Sumin corrió hasta Jihyun y prácticamente se le tiró encima, comenzando a besarle la mejilla y enterrando el rostro en su cuello.

-Ey, Sumin. - Jihyun dijo en una sonrisa. La castaña se separó de él y le hizo una pequeña reverencia. - Cada día tengo una cuñada más linda. - dijo.

Sumin sonrió mostrándole aquellos hoyuelos en sus mejillas sonrojadas y asintió. Me quedé estático mirando la escena sin saber que hacer. Solo parado ahí. Aún seguía en trance, mis ojos no salían del cuerpo formido de aquel muchacho.

-¿Cómo has estado Jihyunie?- Sumin preguntó. - Jimin no me dijo que vendrías hoy.- hizo un puchero. El le desacomodó el cabello.

-Estuve bien.-sonrió. - Era una sorpresa.

Jimin apareció en la sala junto con Taehyung. El pelinegro lo fulminó con la mirada y con los brazos juntos se recostó sobre el remarco de la puerta que conectaba con la cocina y asintió. Taehyung colocándose a su lado e imitando su acción de inmediato.

-¡Hermanito!- gritó Jihyun, una voz infantil y fina había nacido en él, haciéndome sonreír y soltar una risa pequeña a causa de ello. Sumin a mi lado rió también.

Jihyun corrió hasta Jimin y lo envolvió en un gran abrazo mientras le besaba la mejilla con un sonoro beso. Jimin inmediatamente lo empujó y le golpeó el pecho, limpiándose el rostro tiempo luego y mostrándose digustado por la acción que su hermano mayor había hecho.

Sonreí y me quedé observándolos fijamente. Caminé hasta la mesita de living y dejé el café junto con las galletas allí.

Jimin y Jihyun se parecían en el rostro y en sus muecas. Sin embargo, Jihyun era mas alto, más moreno y tenía más masa muscular. En cambio, Jimin era un enano de jardín - de esos que cuidaban de noche- era blanco como la nieve y delgado, demasiado. No tenía nada de músculos ¿Por qué las chicas decían que si tenía? negué con mi cabeza.

-¡Aléjate de mí, imbécil!- Jimin gritó enfadado mientras trataba de quitar al soldado de encima.

-¿No me extrañaste?- Jihyun dijo en un puchero.- Tú hermano mayor te trajo libros.- rió.

Jimin bufó rendido y se rascó la nuca con rabia mientras maldecía en voz baja. Jihyun sonriendo se corrió hasta Taehyung y le dió un cálido abrazo para después volver hasta Sumin, que lo miraba con una sonrisa de oreja a oreja. Ellos realmente parecía llevarse bien.