·Capítulo 28 : Reclamo·

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<Anastasia>

Otro día .. otro de los tantos días aburridos en la zona céntrica de la ciudad de Seattle. O será que cuando estoy lejos de Christian todo se vuelve incordio y monocromático. Esta mañana cuando dejé a los hombres de mi vida desayunar y yo alistarme para partir a la empresa, me entristecía pensar que pasaría tiempo con Athan y yo trabajando.

Desearía irme lejos por lo menos otro año, ¡es un disparate!, lo sé. Sé que Christian deberá volver a penas yo deje mi puesto y Owen tome el mío, pero no cuesta nada soñar. Tampoco es que no tenga los recursos o medios para escapar.

Pero ¿con qué excusa?.

Athan todavía es muy pequeño y salió de su estado de bebé prematuro, Christian presiento que por dentro se debe estar volviendo loco por tomar alguna hoja de cálculos y esquemas, Owen .. mi otro niño consentido, quiere volver a salir.

Cada mejoría que escucho todas los días me demuestra que esta vez tomó en serio lo de curarse. Quiere ser un hombre decente, como lo fue su padre y tío mío. Su madre estaría tan orgullosa si lo viera crecer y moverse como el empresario que siempre deseó verle.

Pero no fue tan así y siento que les fallé a mis tíos, pero estoy en camino a reparar el daño.

-Buenos días Darwin, ¿algo nuevo para mi? - .. a demás de todo el ajetreo del día laboral.

Entro en mi oficina sin esperar a que responda, sé que me pisará el paso para llenarme de citas pero al entrar veo a una de las personas que menos deseo ver en estos momentos de escasa paz.

Veo que este día va a perder lo aburrido desde muy temprano.

-Bluma Jalaf .. ¿que te trae por aquí? - paso de largo con desgana, disimulando poco al sentarme en la silla presidencial. 

Ella se para pero se vuelve a sentar, no espero ni un saludo falsamente afectuoso de su parte.

-Anastasia .. ¿tienes tiempo para hablar? - Darwin entraba con su tableta para avisarme pero nota que ya me di cuenta.

Lo reprenderé mas tarde porque últimamente no controla a las visitas como desearía.

-¿No te lo estoy concediendo ya? habla rápido, mi tiempo es oro para andar aguantando tus berrinches - suelta el aire indignada pero se traga de mala gana lo que estaba por decir para hablar a lo que haya venido - Y bueno, ¿hablarás o debo mandarte a que concretes una cita para otro día?.

-He venido para hablar de Christian - y con sólo mencionar el nombre de mi marido hace que me ponga tensa.

-¡Dirás mi marido! ten mas respeto, estas frente a la persona que eligió ser y es su esposa - siento hervir la sangre pero no sé por qué, todavía no llego al asunto por el que vino.

-¡El mismo marido que iba a ser a mi lado pero cambiando de tema!, vengo desde temprano para pedirte permiso de que me lo prestes por un tiempo, me he enterado que esta retirado de su labor así que .. ¿no podrías ceder a esta enferma de trastornos para que se pueda recuperar? de verdad, él siempre fue fundamental en mi para mi tratamiento .. sin él no funciono como debo - .. y yo tampoco, por eso escapé a Cerdeña antes de que lo maten por mi culpa pero no por eso se lo quito a otra.

¡Esta tiene que estar de broma! .. no puedo creer el descaro desde la mañana. 

-Vienes desde temprano a interrumpir mi trabajo para hablar de que te ceda a mi marido, ¿acaso estas verdaderamente loca o es que se te subieron de mas el efecto de las pastillas al cerebro? .. ¡no y no! mi respuesta siempre será no - estoy a punto que le tiro el cuenco que el mismo francés agarró para querer golpear a mi marido y partirlo en la cabeza a esta desquiciada.

·Forbidden Love· -4ta Parte-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora