·Capítulo 36 : Posesión·

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<Anastasia>

Christian se separa de mi para empezar a moverse como animal altamente en celo a punto de atacar, él puede en mi, tanto que duele sentir tanta entrega. 

Camina hasta el baño sacando una caja negra con una funda de piel negra, veo de costado y saca una fusta azul, del mismo color que el océano, en su extremo final termina con una trenza de cuero encorvada para dentro como una pequeña mano. 

-¿Me castigarás de nuevo? - niega - no creo haberme portado mal pero acepto lo que estés por hacer. 

-No te he preguntado si te parece bien, soy tu Amo y tu tienes que complacerme como yo lo hago por ti, ese es el trato .. - deja la caja tranquilo y empieza a recorrer rozando desde la planta de los pies hasta mis caderas. 

Separa mis piernas golpeteando poco en el medio, despacio lo hago y su impaciencia crecer. Lo sé, por su pecho bajar y subir al compás de su respiración, la piel se le empieza a cubrir una fina capa de sudor que parece perlada y su poco vello del tórax se le eriza. Su desnudez lo completa como el Adonis que lo apodo siempre, potentes brazos con piernas torneadas, los bíceps bien marcadas con esas seis tabletas como si fueran talladas a mano. Ni un gramo mas ni menos de grasa, prefecto, mío .. sólo mío.

Sin olvidar ese grueso miembro que quiero pasar mi lengua para estar chupando horas enteras. 

Relamo mis labios resecos del jadeo, todavía no me ha dejado llegar al orgasmo aunque sea masturbándome con alguna parte del cuerpo suyo o mio. Es injusto, porque mientras él me come con la mirada imaginando como desarmarme, yo estoy aquí tirada inmóvil sin poder hacer nada. 

-No es justo .. - la valentía que poco se escucha como la misma palabra enunciada. 

-¿Que? .. - levanta la punta y azota un poco sobre mi sexo. 

Arqueo el cuerpo por la sorpresa de recibirlo inesperadamente. 

-Tú .. no lo eres - serio como antes o mas vuelve a azotarme con un poco mas de intensidad - ¡¡Christian!! - protesto porque no para de atormentarme con su fusta. 

-Te oigo .. y me gusta como suena mi nombre en tu boca - ignora mi regaño - eres lo mas preciado para mi por eso te tomo con la única delicadez y brutalidad que sólo yo puedo ofrecerte.  

-Christian .. - apacigua mi necesidad introduciéndose un poco dentro de mi con la punta. 

-¿? - lo saca y vuelve a introducir pausado - .. he estado escuchando que pisas mis pasos para saber el tema de la esclava sexual .. no lo intentes. 

Antes de que pueda responder a su acusación, me da vuelta rápido poniendo en cuatro para volver a rozar la misma fusta sobre mi raja empapada. La fricción mata al punto de sacar cola para el lado del palo. 

Me froto sobre él con descaro demostrando lo mucho que quiero ser penetrada. Christian con su lasciva mirada entiende y vuelve a azotarme mas fuerte. Suelto un grito de placer y dolor, me reincorporo y vuelvo a recibir otras cinco con un caricia poco compensadora. 

-Christian .. - pero se me viene a la mente dejarme llevar - Amo .. - y sus movimientos se paran al escuchar la palabra mágica - .. necesito de usted, de su ser dentro de mi .. ahora, lo anhelo con desesperación ser marcada por usted. 

Como si fuera mentira Christian se queda tieso comprendiendo mis palabras, deja un momento la fusta posicionando, detrás mío, de rodillas a mi culo. Acerca la punta mojándonos con nuestros jugos y siento quebrarme al punto de llevarme al orgasmo. 

Penetra brusco y mis ojos abrirse como platos, la boca por sí sola se abre recibiendo grandes bocanadas de aire y Christian empieza a moverse tirando de mi pelo con una mano y la otra fijándola en mi cadera, primitivo, salvaje .. sin control, así es como me toma. 

·Forbidden Love· -4ta Parte-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora