·Forbidden Love· -4ta Parte-

·Capítulo 37 : Liberar·

<Anastasia>

Sigo jugando .. como mi Dominante desea, postrada de rodillas a la altura de su cadera mientras mis muñecas están sujetas al grifo de oro pulido. Cuando desacato una orden directamente o me azota con su fusta dando pequeños respingo de susto o abriendo el grifo de agua fría que casi me esta helando hasta los pies, pero que casi se siente tibia por la temperatura alta de mi cuerpo. 

-Abre la boca - ordena imperativo y lo hago casi sin poder abrir bien los ojos del cansancio. 

-Mmm .. mmm .. mmmmm - gimo cansada al haber acabo dentro de mi tantas veces, ni siquiera puedo articular una palabra decente cuando llena toda mi boca. 

-Eso es .. síiii maldición .. que bien se siente .. tu boca esta tan hambrienta por probar de mi - Christian me ayuda meneando su pelvis para introducirse mas profundamente en su garganta.

Aunque quisiera no puedo apartarme me tiene tan bien posicionada y atada que ni el mismo Houdini podría escapar. 

Cierro mis labios succionando fuerte donde me respondo al mismo tiempo con un resoplido. Tiro de la atadura al mismo ritmo que chupo, de momento es la única fuerza que me sostiene para seguir con mi labor de sumisa. Quiero esto para él mas que para mi, se lo quiero regalar .. constantemente. 

Mis parpados ya no se levantan sino que quedan ahí, como mi cuerpo electrizado por calambres por tantas poses. Aunque lo pienso mejor y deseo regalarle una última mirada antes de que acabe. 

Abro los ojos lentamente y su mirada estaba clavada hace rato, inocente yo y él lleno de paciencia, amor, comprensión y adoración. Alarga torpemente una mano acariciando una de mis mejillas mientras que la otra me fija por el cabello. 

-¿Lo quieres? - pregunta y como no puedo hablar cabeceo débil. 

Reanuda el trabajo por sí mismo, ahora es él quien me quiere regalar todo de su ser. Vuelvo a cerrar los ojos y su líquido preseminal hace aparición con gotas pequeñas para luego vaciarse en chorros densos y caliente. 

-Anastasia .. síiii .. - casi se cae pero se sostiene de la pared mientras sale aún medio empalmado, con la punta de mi lengua saboreo el néctar salado. 

Casi estoy que me desmayo, quisiera articular algo para seguir amándolo como quiere pero siento que mi cuerpo no responderá más. Christian para nada piensa dejarme descansar, volviendo a desatar el nudo arrugado sobre el grifo, me alza en sus brazos quedando expuesta, casi una obra de arte. 

Desnudos, me lleva al dormitorio principal estirada sobre la colcha blanca, escucho de lejos que busca la fusta azul para azotarme de vuelta. Parpadeo y lo veo parado a mi lado, sonriente y relajado. 

-Gracias nena .. - dice con la voz ronca de cansancio placentero como yo y cuando se lanza a besarme frenético azota a mi muslo. 

-¡¡Mmmmmmm!! - protesto pataleando y con los labios pegados a los suyos sin poder bajar mis muñecas atadas, no logro detener sus azotes. 

-Mírate .. mira tu piel marcada - levanta una pierna a mi vista para que observe llena de marcas como el resto, sin olvidar los moratones y mordidas .. todo hechos por la endiablada boca de mi marido - eres tan preciosa .. - lame todo mi cuello volviéndome a excitar al punto de olvidar que ya no podía seguir - .. altanera .. incontrolable .. una fiera indomable y aún así quieres ser sometida a mi dominación .. ¿sabes lo que vale eso para mi? .. ¿que te entregues al punto que yo exijo? - niego sabiendo la verdad y me termino ganando un azote mucho mas intenso que los anteriores - ¡sí lo sabes! .. lo sabes y lo disfrutas, ¡eres mía Ana! ¿lo has oído bien? - asiento sin palabras - recuerda esto en tu mente pero mas en tu alma, .. mía .. mía .. mía .. mía - entre azotes y declaración de amor sentí mojarme o eso creo.