·Capítulo 58 : Dadivosa·

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<Anastasia>

Preparo la nalga izquierda de mi primo para inyectar el sedante. Lo dormirá por unas cuantas horas, esto tiene  como para hacer dormir a una manada de elefantes. Sé donde tiene que ir, como si olvidara la veces que me he inyectado vitaminas, sueros y tranquilizantes en mi cuerpo. 

Como esa vez que Aris me secuestró y el ibuprofeno que tenía más cerca de mi era en mi botiquín personal, por eso el doctor me entrenó de cierta forma por si me pasa algo a mi o a Owen. 

Es tan rutinario que lo podría hacer con los ojos cerrados. Rompo el paquete y retiro la tapa para insertar la gruesa aguja en la silicona que tapa el frasco pequeño de vidrio. Extraigo el líquido hasta el fondo de la jeringa y vuelvo a sacar esa puntiaguda punta. Aprieto para sacar el aire inservible y termino por inyectar rápidamente el líquido en la carne.

Owen abre los ojos por inercia pero los vuelves a cerrar al sentir la droga correr por sus venas. Separo lentamente la aguja de la piel y de lado voy tapando con una pompa de algodón remojada en alcohol. Siempre es bueno prevenir cuando se abre una parte de cuerpo. 

-Listo, ésto es lo último - le paso a Massimiliano la jeringa en dirección hacia abajo para que lo deseche. 

-Señora Grey, ¿cómo procederemos con el joven Steele? - dice mi ex guardaespaldas personal al volver de tirar dicho elemento de salud. 

-Dejarlo descansar, no notas que lo necesita - le respondo pero por dentro pienso, "¿más de lo que hizo ya?".

-Entendido señora, y ¿la constructora? - otra vez los chicos pensarán mal con la recaída pero mentiré sólo por ésta vez. 

-Diles que está enfermo pero que mañana estará de vuelta al trabajo - .. y sí que lo hará, fresco como una lechuga

-Y ¿luego? - me le quedo mirando. 

-¿Por qué haces tantas preguntas? - empiezo a molestarme pero tiene razón siempre está el otro día que llegará y Owen no puede estar así por siempre. 

-Disculpe mi intromisión, pero el señor Owen hará lo que diga usted, no creo que esté en condiciones de decidir, señora Grey - suspiro volviéndome a sentir cansada. 

-Tienes razón, averiguaré con el doctor sobre un psicólogo especializado en adicciones para que acompañe siempre a Owen por ahora y siempre, mientras, deberás ser la sombra de mi primo, no te separes un minuto .. ayer fue su primera recaída y si sigue así .. - no me animo a completar la frase. 

-¿Qué pasaría señora Grey? - Massimiliano curioso pregunta con cautela. 

-Cerraré la constructora para que internen a mi primo como persona peligrosa para la sociedad, y me iré de esta ciudad con mi familia .. eso pasará - .. creo que me estoy hartando de ser yo

-Permítame decirle señora .. - tose seco y vuelve a hablar - ¿no le parece desmedido el apoyo que todavía sigue dándole al joven Steele?.

-Puede ser, ¿lo dices porque todavía me sigo ocupándome? - pregunto adivinando su oculto mensaje.

-Sí señora Grey - afirma y encaminamos hacia la puerta.

-Tal vez, no lo niego pero es poco experimentado a comparación de mi - me aseguro que duerma profundo - .. uno nunca sabe cuando me podrá volver a necesitar pero seré una tercera sombra oculta si hace falta, y tú, Massimiliano Vitale, serás la segunda porque seguirás al lado de él sin despegarte un maldito segundo - le advierto su rol y está mas que claro lo tiene clavado entre ceja y ceja.

-Y lo haré señora .. siempre - vuelve a afirmar y me quedo tranquila. 

-Vigila que coma y no le des otro medicamento, te llamaré en cuanto pueda .. por parte de la constructora yo me encargo - dejo aclarado y agrego - necesito pedirte un favor aparte, ¿estás libre cinco segundos para que te explique?.

·Forbidden Love· -4ta Parte-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora