·Capítulo 30 : Incomprensible·

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<Anastasia>

-Tenemos que hablar - dice mi marido apenas entro. 

Me quedo mirando, ¿desde cuando pasó a ser mi novio a marido tan rápido?, pensar que fue hace unos meses eramos novios. 

-Lo mismo digo - es momento de aclarar el asunto de la esclava. 

-¡¿Que le haz hecho a Bluma?! esta como loca llamando, mas su padre que me tiene gritando por el auricular .. ¿te ha ido a buscar? - indignada por la acusación sin fundamentos, me pongo en postura rígida para hablar con todo el cuerpo tenso. 

-Primero baja la voz, ¡no le he hecho nada a esa desquiciada!, segundo, ella vino a buscarme sin previo aviso a la empresa, que tampoco me parece raro sabiendo lo suelta que es, creo que al no tener responsabilidades le cuesta entender que otros trabajamos y tercero no me acuses por esa porque soy tu esposa y no te estoy mintiendo, tampoco me voy a dejar estar cuando amenaza con quitarte de mi - le suelto todo casi al punto de vomitar en su precioso rostro que ahora no parece mas que un ogro del pantano

-¿Y? ¡esa no es la forma de tratarla! esta mal Anastasia, es una enferma, ¿cuantas veces te he contado que necesita ayuda? - me regaña e increpa como si fuera una adolescente que no sabe de enfermedades cuando soy una de ellas.

-¡No puedo creer que confíes ciegamente en su palabra sólo por el hecho de estar enferma! o es que ¿te sigue interesando? - reclamo cuando veo su boca abrir y cerrar para encontrar la respuesta.

Tal vez pude estar mal sabiendo que es casi igual como yo de enferma pero a diferencia supe levantarme, ella dependerá toda la vida de sus padres. 

-¡No la defiendo nada! tienes que entender el largo tiempo que pasé con ella para que siga apegada a mi, no te costaba nada mandarla de vuelta a su casa con un guardia .. ¡era innecesario esa agresión física! ahora se ha cortado las venas .. - me cruzo de brazos esperando otra respuesta que no me quiere decir - ¿por qué me miras así?.

-¿Por qué? será porque te animas a decirme que sientes culpa o simplemente quieres ir a verla - necesito darme un baño relajante y me ocuparé de Athan, hace mucho que no le dedico tiempo como deseo. 

Mi hijo casi ni me debe reconocer con tantas personas a su al rededor. 

Fausto sale de la cocina con el cucharón de madera manchado de alguna salsa. Por dentro me alegra verlo, le había dado un descanso por todo lo que se ocupaba en mi lugar en este penthouse y de mi hijo, claro. 

-¿Todo bien Bella? - pregunta y asiento tranquila para que se retire. 

Christian le dedica una mirada impasible que poco sabe disimular y sus puños están tan cerrados que siento se le estallarán los nudillos. 

-Bueno, entendí ya .. - nota la mirada de mi marido a punto de explotar. 

-Anastasia .. - intenta hablar de nuevo para manipularme con sus palabras.

-¡Ya basta Christian!, no me vengas a gritar por esa, no soy idiota. Ella usa todo esto a su favor para traerte de vuelta a su lado pero yo no caigo en esas, menos en amenazas de que me quitará del medio - se pasa las manos por la cara exhausto de todo. 

-¿Por qué no empezaste por ahí? - replica y me enfurezco. 

-Y tu, ¿por qué no se nada acerca de la esclava sexual? o es que debo enterarme por terceros cuando venga a arrestarme los federales, ¡¡odio cuando me ocultas cosas!!, somos un equipo Christian, una familia que conformamos Athan, tú y yo .. no me alejes de ti por querer protegerme - camino dejándolo sólo. 

·Forbidden Love· -4ta Parte-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora