·Forbidden Love· -4ta Parte-

·Capítulo 50 : Negociaciones·

<Anastasia>

-Habla .. - espero sentada cruzada de brazos pero no  habla.

-¿Puedo preguntar por qué estamos en el estudio y no en el dormitorio? - murmura algo molesto y ese gesto tan malhumorado me genera ternura.

Lo amo y estoy enamorada de él pero debemos arreglar donde nos estancamos como pareja. No como padres, creo que en ese punto somos atentos con Athan. 

-Porque si tu y yo estamos cerca de una cama es peligroso, no nos arreglaremos sino que terminaríamos follando como dos conejos, ¿no lo crees? - arque una ceja como dando entender que es lo más natural que pasaría. 

-¡Me gusta follar bestial contigo! somos marido y mujer no le veo nada de malo - dice encogiéndose torpemente de un hombro.

-¡Pero eso no arregla los asuntos entre tu y yo, Christian! concéntrate - exclamo cuando lo veo acercarse para intentar una maniobra de las suyas. 

-Esta bien, .. bien, como quieras - levanta las manos y retrocede a sentarse con soltura - ¿quieres empezar tu o lo hago yo? - es gentil en momentos de discuciones pero creo que le convendría a él.

-Empieza tú .. - descruzo los brazos y me relajo para escuchar lo que tiene para decir. 

-Lamento no haberte creído acerca de Bluma pero entiende que ella .. - levanto un dedo en alto para que corrija lo que dice.

-¡No!,  no empieces con lo misma excusa barata de que es una enferma y demás porque sino me voy - frunce el ceño y es tan hermoso así pero no le daré tregua en esto. 

-Sólo entiéndeme, ella fue mi prometida durante años pero al mismo tiempo no sabía satisfacerme, no sabía nada de mi como tu lo haces - niego con la cabeza.

-Christian, incluso siento que te conozco poco, tengo que conformarme con lo que me quieres mostrar, en cambio yo soy un libro abierto para ti porque te surgen inseguridades, necesitas el control y lo entiendo porque también lo manejo, pero no comprendo el engaño o la mentira .. eso no tiene tregua para mi, menos el que desconfíen de mi palabra - necesito algo fuerte para tomar pero estoy en frente de mi marido el cual no me deja tomar nada.

-¿Necesitas tomar algo fuerte? - asiento sorprendida que adivine mis pensamientos - sólo por esta vez, porque quiero que te abras .. y también lo necesito - bufo de costado. 

-Estoy siempre abierta a ti, ahora lo estoy haciendo - me quejo y se levanta a servirnos un traga para los dos.

Creo que es Armañac, pero debe tener más añejo que de lo costumbre.

-Gracias - acepto mirándolo fugazmente a los ojos. 

-No como yo quiero .. - no sé que quiso decir con eso, se vuelve a sentar y pone su pose de magnate caro - le acabo de decir cosas horrendas a alguien que esta muy enfermo, pero sé muy en el fondo que no tiene cura - hace una pausa perdiendo la mirada y la vuelve a dirigirme - está fuera de mi vida, completamente -  .. de eso no lo dudo.

-¡Quiero todo contigo!, pero cuando te cierras como lo haz hecho hace un rato en el living o inclusive en el auto, me produce una congoja de emociones que no sé como expresarte que necesito protegerte igual que lo haces conmigo, cede un poco .. - termino suplicando pero no me interesa cuando se trata de la persona con la que quiero pasar el resto de mi vida riendo y hablando de todo. 

Amándonos .. Queriéndonos .. como nosotros sabemos hacerlo mutuamente .. 

-En realidad, sólo contigo puedo ser yo mismo, los demás conocen un exterior escaso al cual no dejo entrar casi, ni mi familia conoce bien de mi - otra vez esta con las frases indescifrables.