·Forbidden Love· -4ta Parte-

·Capítulo 34 : Afirmar·

<Anastasia>

-¿Cuando será la disolución? - pregunta Christian al frente mío donde disfrutamos de una cena entre dos. 

Hoy Athan quedó al cuidado de Fausto que vino especialmente al Escala para cuidar de nuestro hijo mientras que hoy sus padres se dan un respiro fuera de toda la cotidianidad. 

-Muy pronto, no puedo esperar por separarme  .. - Christian entorna los ojos molesto por la forma de expresarme de Duchamps como si habla de un ex novio - .. profesionalmente de Duchamps. 

-Menos mal .. - me dedica una sonrisa intrigante como expectante. 

-Hablando de ese tema, ¿para cuando mi proveedor? - Christian enarca las cejas fingiendo haberse sorprendido. 

-¡Pensé que habías rechazado lo que te ofrecí! - hago un mohín dudoso. 

-¿Todavía sigue en pie? .. confío en ti  a pesar de todo - de la nada me dedica una mirada tierna y la vuele a poner como el empresario que es. 

-Sigue, en lo que respecte a ti nada debería terminar - toma un sorbo de vino para aclararse la garganta - salvo esas enfermedades que arrastras, eso lo único malo, pero lo acepto porque forma parte de la mujer que amo. 

-Que bueno oír eso - lo digo como cumplido - ¿tienes a mi proveedor? - asiente - ¿quien es .. lo conozco?. 

-¡Tranquila! para ser una mujer de negocios eres muy ansiosa - ruedo los ojos y me pone mala cara. 

-Creo que no querrás saber lo que pasará la próxima que me pongas los ojos en blanco - me muerdo el labio inferior con su seductora amenaza. 

-¡Ok! lo siento señor Grey, ahora me puedes decir quien es mi proveedor o cuando lo puedo conocer - menea la cabeza como si aprobara él solo su llegada al mundo de mi empresa. 

-¡Lo conocerás si te portas bien conmigo primero! - abro la boca escandalizada por su forma de poner los tratos. 

-¿Sabes que estas negociando muy mal con alguien que suele persuadir muy bien ? - asiente - entonces, ¿por qué no me dices quien es? - protesto pero sólo sigue comiendo y me desespera aún mas. 

Sin decir mas, se limpia cultamente la comisura de la boca y saca del bolsillo de su pantalón, una llave de hotel. Sigo el movimientos de sus manos que ahora una toma la mía para apretarla suave. 

-Quiero disfrutar de nosotros esta noche, lo necesito, concédeme de hacer lo que desee con tu cuerpo - se empieza a secar la boca y garganta sin olvidar que la parte de abajo ya la siento cruzada por las piernas de tanto hacer fricción. 

Sólo quiero calmar esta sed expectante que Christian me generó desde que salimos de nuestro piso. 

-No tienes que pedírmelo, soy tuya - sonríe sensualmente y eso cuenta muchos puntos a favor de él. 

-Corrección, eres mía - le devuelvo la sonrisa tan resplandeciente que me había dedicado recién. 

Nunca podría cansarme de verle feliz y relajado, así de esta forma, sin saber de lo que su madre generó el abismo entre las dos familias. No tiene por qué saberlo pero tampoco la hay, mi familia dejó de existir y el único que queda es Owen, bastante con su pasado y el mío para amargarnos mas la vida. 

Trataremos de salir adelante como familia, pareja y compañeros que somos. Si él necesita de un salvavidas para poder vivir agarrado a algo, yo seré ese mismo. Nos tenemos el uno al otro y eso es todo lo que necesitamos. 

-Hay algo que debes saber esta llave de cuarto - espero que siga hablando porque presiento que hay detrás un juego - debes ir a recepción y presentarte como la señora Dubrova y pide que suban lo que has encargado a la suite presidencial, te veré ahí una vez que estés preparada - parpadeo sin entender.