Stanley (2/2)

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–¿acabas de decir que no eres de la tierra?–la chica estaba por hablar pero se detuvo y pareció meditar lo que diría.

–Escucha, Stan. Cuanto menos sepas de mi, mejor. De verdad aprecio muchísimo que me hayas ayudado y realmente me encantaría irme y no volver a ocasionarte problemas. Pero necesito tu ayuda una última vez.–____ se acercó y tomó las manos del chico–. ¿Puedes?–

¿Cómo podía negarse ante aquellos exóticamente bellos ojos que le suplicaban con un brillo único?

Aunque estaba convencido de que estaba metiendo la pata hasta el fondo, Stan asintió, cosa que le sacó una hermosa sonrisa a la chica.

–¿qué... Necesitas?–

–¿sabes cómo bajar a las alcantarillas?–el chico la miró incrédulo.

–Sí... Pero ¿qué necesitas de ahí? Sólo hay suciedad y con eso me refiero a un montón de cosas que es mejor no especificar.–

–Ahí está la razón de mi visita a la Tierra. Llévame, por favor.–Stan asintió aún sin entender.

Luego de insistirle en que desayune algo, ____ y Stan tomaron la bicicleta y partieron rumbo a las alcantarillas.

°•°

El par de jóvenes estaba a escasos metros de la entrada a las alcantarillas, cuando unas risas y estúpidos comentarios comenzaron a escucharse muy cerca. Sólo podía tratarse de cierto grupo de chicos. Stan se detuvo y le indicó a ____ que lo hiciera también.

–Debes quedarte aquí, esos tipos de ahí adelante son peligrosos, intentaré alejarlos.–

La chica intentó oponerse al plan, pero Stan fue más insistente y terminó convenciéndola.
El de rulos se metió entre los arboles y llamó la atención de Henry y sus secuaces quienes, para buena suerte de Stan, sólo le dieron algunos golpes y lo dejaron ir.

–¿qué te pasó?–____ miró preocupada el rostro del chico.

–Nada que no me haya pasado antes, estoy bien.–la chica se acercó a Stan y apoyó sus manos en ambos lados de su rostro.

El chico sintió casi de inmediato una inmensa calidez filtrarse por sus poros y como por arte de magia, las molestias y dolores desaparecieron.

–¿qué hiciste?–soltó algo alterado al tocarse el rostro y ver que no estaba inflamado y que no sentía absolutamente nada.

–Curé tus heridas. Ahora ¿dónde está la entrada?–la chica soltó aquellas palabras con la mayor normalidad del mundo, mientras que Stan aún acariciaba su rostro sorprendido.

El judío tomó su bicicleta y comenzó a caminar seguido por ____, tardando unos pocos minutos en llegar a la gran entrada de las alcantarillas.
La chica se adentró unos pasos en la húmeda tubería y cuando Stan quiso seguirla, ella lo detuvo.

–No, tengo que hacer esto sola. Podría ser peligroso para ti.–

–No pienso dejarte sola ahí dentro, quién sabe qué cosas hay en lo profundo.–

–Stan, estaré bien. Además...–le sonrió–. Tú ya me protegiste y cuidaste demasiado.–

La chica volteó hacia la infinita oscuridad del túnel y se perdió de la vista de Stan en solo unos segundos. Resignado, el de rulos se sentó sobre una roca a esperarla.

°•°

Había pasado casi una hora y ____ no salía, motivo más que válido para que el chico comenzara a alterarse.
Cuando Stan estaba por entrar a buscarla, la chica salió del lugar cubierta de una extraña sustancia negra gelatinosa.

–¿qué pasó ahí dentro?–____ simplemente negó, restándole importancia.

–Stan, debes prometerme que bajo ninguna circunstancia bajarás a ese lugar.–la chica posó sus sucias manos sobre los hombros del chico, quien no terminaba de reaccionar–. ¡Promételo!–

–L-lo prometo.–____ asintió y se alejó un poco–. ¿Volvemos a casa? Realmente quiero un baño, y estoy seguro de que tú también.–

–Claro...–

°•°

Ambos chicos volvieron al hogar del niño Uris y tras darse una buena ducha, ambos se sentaron en la sala.

–¿no piensas decirme qué es lo que había ahí abajo, en las alcantarillas?–la chica miró a Stan.

–Créeme, es mejor que no lo sepas. Pero recuerda tu promesa, nunca bajes a ese lugar, ni tú ni nadie.–Stan asintió algo frustrado por la respuesta de ____, pues solo le generaba más y más curiosidad–. Hey, Stan.–

Cuando el chico volteó, ____ se acercó rápidamente a él y volvió a besar sus labios. Esta vez no fue algo vacío de sentimiento como la primer vez, ahora Stan podía sentir algo peculiar en el tacto de sus labios, algo cálido y lleno de cariño.

–¿estabas... Sacando información de mi cabeza otra vez?–soltó algo atontado el chico apenas se separaron.

____ posó su mano en la mejilla del chico y besó fugazmente sus labios.

–No, éste beso tenía otro proposito.–la chica le dedicó una sonrisa–. Gracias, Stan. Por todo lo que hiciste por mi.–

El chico sentía como extrañanamente comenzaba a sentirse cansado.
Lo último que vio antes de caer en un profundo sueño, fue la sonrisa de ____.

°•°

Un fuerte dolor de cabeza hizo despertar al judío, quien tardó unos segundos en notar que estaba en su cuarto.

Pero estaba en la sala. Con... ¡____! 

Stan bajó las escaleras corriendo, golpeándose con más de una cosa en el camino. Al llegar a la sala, la chica no estaba allí.

¿Podría ser que todo aquello solo fue un sueño? No, imposible. Fue real, lo sentí... Real.

Stan le daba mil y un vueltas al asunto en su mente, hasta que vio algo en la mesita ratona que llamó su atención. Era un papel.

"Recuerda tu promesa, Stan. Y gracias por todo."
                                       
El extraño tribal que la chica tenía en el brazo adornaba el pie del papel.
Stan se sintió un idiota al pegar la pequeña nota a su pecho, pero realmente no le importó demasiado.
Aunque aún no terminaba de conectar todos los cabos sueltos en cuanto a ____, estaba muy seguro de algo.

Esa chica era de otro mundo.

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~° One shots y otras cosas de "IT"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora