Reddie

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Dedicado a Peli-Weasley

°•°

La llamada de Mike tomó por sorpresa a Richie, fue tan impactante la noticia que el hombre no tardó en vomitar lo que acababa de almorzar.
Lo que más le causaba temor no era el payaso ni los múltiples recuerdos relacionados a él, sino el hecho de qué había recordado también a Eddie.

¿cómo pudo haberlo olvidado en todos esos años?

Eddie era la persona que nunca podía quitarse de la cabeza cuando era niño, pero apenas dejó Derry, su recuerdo se fue junto a los demás.
Decidido a ayudar en lo que pudiera a sus amigos, abandonó el show que apenas acababa de comenzar y partió rumbo a su antiguo hogar. Partió rumbo a Derry.

°•°

La vida de Eddie no era para nada feliz.
Sí, tenía un gran negocio y no le hacía falta nada... Nada material. Se había casado con la viva imagen de su madre, Myra. Era una buena mujer y al principio creyó que su parecido a su madre le brindaba paz y tranquilidad. Se equivocaba.
Cuando Mike lo llamó, Eddie recordó de inmediato a los perdedores, sonriendo levemente al recordar específicamente a Richie.
Tal vez le aterraba la idea de volver a encontrarse con el maldito leproso, pero quería volver a ver a sus amigos... Quería volver a ver a Richie.

°•°

Cuando Richie llegó al restaurante, buscó de inmediato a Eddie. Sintiendo una leve decepción al no encontrarlo entre los presentes.

–¿buscas a Eddie?–Beverly miró divertida al de lentes.

De pequeños, Beverly descubrió los sentimientos de Richie hacia su amigo, siendo la que más lo apoyaba y siempre lo impulsaba a confesar sus sentimientos, cosa que Richie jamás hizo.

–¿qué? No.–

–Sí... Claro.–Richie suspiró nervioso.

Los perdedores comenzaban a prepararse para ordenar la comida, cuando un leve parloteo nervioso comenzó a escucharse.

–¡Eddie!–

Mike alzó los brazos emocionado al ver al hombre llegar a la mesa, abrazándolo de inmediato.

–Si sí, también me alegra verte, amigo.–Eddie le correspondió el gesto.

Uno a uno, Eddie fue saludando a los presentes, siendo Richie el último.

–Hola, Eddie... ¿cómo ha estado tu madre?–

El hombre de baja estatura rió por lo bajo antes de abrazar a Richie, haciendo que miles de sensaciones dormidas comenzaran a despertar en ambos.
Tardaron unos cuantos segundos en separarse, para luego sentarse uno al lado del otro.

–Así que... ¿qué has hecho estos años?–

Todos los perdedores charlaban en pequeños grupos, por lo que Richie decidió conversar con Eddie.

–Bueno, soy analista de riesgos.–

–¿por qué no me sorprende? Creo que ese trabajo te queda perfecto.–

–¿y tú qué? ¿trabajas de idiota o lo haces solo por hobby?–

–Soy comediante, podría decirse que sí, trabajo de idiota.–Eddie rió–. ¿y qué más puede contarme el señor Eddie de su vida?–

–Pues también me... casé.–

Aquello no solo fue una punzada al corazón de Richie, sino también hizo sentir incómodo a Eddie.

–Oh... Yo también me casé. Con tu madre, de hecho.–a pesar de que Richie intentaba alivianar la situación, Eddie se había sumergido en un pozo de pensamientos.

Hasta el momento no lo había pensado pero... ¿hizo bien en casarme con Myra?
El habérselo dicho a Richie lo dejó pensativo. Pero ¿por qué?

Porque acabas de decirle a la persona que amas que te casaste con otra.

Toda la tensa situación se vio interrumpida por la "cálida bienvenida" de Eso y por si no fuese lo suficientemente duro, los perdedores se enteraron de la muerte de Stan.

–Yo me largo.–Richie tomó su abrigo y se alejó del restaurante, comenzando a caminar sin rumbo fijo.

–Oye, espera.–Eddie lo alcanzó–. Tienes auto ¿lo olvidas?–

–Luego... vendré por él, ahora necesito despejarme un poco.–

Eddie acompañó a Richie en un silencio agradable, cruzando por aquellas calles que tan bien conocían en su niñez.

–Aquí te conocí.–

Richie miró confundido a Eddie, quien señalaba un viejo árbol al costado de la acera.

–Oooh, sí... Me había caido de la bici, tú desinfectaste las heridas de mis rodillas.–Richie rió.

–Justo pasaba por ahí y... te vi llorar.–

–Pff, no estaba llorando.–

–Me acerqué a ti y vi tus heridas, no eran graves pero podían infectarse.–ambos se sentaron a los pies del árbol.

–Te preocupaste por un niño que no conocías... Por eso eres único, Edds.–

–¿único yo? Para mi, tú eras el único. Siempre tan animado y despreocupado. No quiero alimentar tu ego pero... te admiraba mucho, Richie.–el de gafas sonrió.

–Supongo que la admiración era mutua...–

Ambos se quedaron en silencio, sintiendo la necesidad de decir algo más pero con miedo a las consecuencias.

–Eddie, yo... Tengo que decirte algo.–

–¿es algo grave?–

–Es algo que vengo guardándome desde hace 27 años...–se puso de pie–. No es grave pero... si no te lo digo antes de que probablemente nos mate un payaso, voy a volverme loco.–

Richie le tendió la mano a Eddie, quien la tomó de inmediato y se puso de pie.

–¿a dónde vamos?–

–Ya lo verás...–

Ambos adultos comenzaron a caminar, llegando en pocos minutos al puente de los besos.

–¿qué? ¿quieres que nos besemos?–Eddie se arrepintió de inmediato de su broma, riendo nervioso.

–Esto quería mostrarte.–Richie señaló un tallado en la baranda del puente.

Eddie miró sorprendido las iniciales de ambos. El de gafas sacó una navaja de su bolsillo, agachándose junto a la baranda y comenzando a tallar nuevamente la "E"

–Estaba enamorado de ti, Eddie. Desde que te acercaste a curar mis tontas rodillas... Cuando nos fuimos de Derry, olvidé todo pero... Uno nunca olvida a su primer amor ¿no?–

Otra vez ese silencio.
Ninguno se movía ni decía nada, hasta que Eddie le quitó la navaja a Richie, inclinándose junto a la baranda y retallando la inicial del comediante.

–Sí... Nunca se olvida.–

Richie sonrió de lado cuando Eddie le devolvió la navaja.

–Bueno... Esta es la parte donde decides dejar a tu esposa, la cual deduzco es igual a tu mamá.–

–... Sí se parece un poco.–

Ambos se sonrieron, comenzando a caminar nuevamente al hotel.

–Entonces... ¿derrotamos al payaso y vemos qué hacemos?–

–Sí... me parece un buen plan.–

~° One shots y otras cosas de "IT"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora