"El celoso no sufre por lo que ve, sino por lo que imagina."
Esa frase describía a la perfección a mi novio Patrick, quien cada día se volvía más y más insoportable con sus celos.
Esa falda es muy corta
Solo sales si voy contigo
No me gusta la cara de ese tipo
Ya estaba cansada de todas esas frases. Si él no confiaba en mi, la relación no podría seguir.
°•°
Caminaba algo apurada rumbo a casa, había perdido noción del tiempo y ya estaba oscureciendo. Al doblar una esquina demasiado rápido, me choqué con alguien, haciendo que todas las cosas que traía en las bolsas se me cayeran.
-Lo siento muchísimo.-exclamó un chico de rulos ayudándome a juntar las cosas.
-Esta bien, fue mi culpa. No me fijaba por donde caminaba.-me puse de pie-. Soy ____.-le dediqué una sonrisa.
-Stan. Un gusto conocerte.-el chico me sonrió de vuelta-. Bueno, ojalá volvamos a vernos algún día.-exclamó con algo de nervios.
-Eso me encantaría, Stan. Nos vemos.-le sonreí antes de alejarme de alli.
-Adiós...-soltó el chico.
°•°
Al llegar a casa, Patrick se encontraba en la escalinata de la entrada.
-¿qué haces por-
-¿¡qué hacías hablando con ese perdedor!?-exclamó totalmente fuera de sí, asustándome un poco.
-¿a qué te refieres?-
-¡al judío! Los vi sonriéndose en la esquina Hawkins. No puedo creer que me hayas hecho esto.-
-¿estabas... espiándome?-ya comenzaba a cansarme.
-¿qué importa? Acabo de ver a MI chica con un niño estúpido.-
-Sólo estábamos hablando. Y déjame decirte que fue agradable hablar con alguien que no se comporta como un imbécil las 24 horas del día.-Patrick me miró sorprendido por mi actitud.
-¿hablas... de mi?-
-¡Claro que hablo de ti! Me tienes harta con tus estúpidos celos. Te amo, Patrick. Yo lo tengo muy claro, pero al parecer tú no. Deberíamos... Darnos un tiempo.-aparté la mirada.
-Estás ¿dejándome?-caminé hasta la puerta de mi casa y la abrí.
-Depende ¿eso es lo que quieres?-me metí a mi casa y cerré la puerta.
°•°
El resto de la semana no volví a ver a Patrick, lo cual me dolía muchísimo. Yo lo amaba y se lo demostraba todos los días, pero esos celos suyos le impedían ver las cosas con claridad, además de que lo ponían de muy mal juicio. El no haberlo visto en todos estos días me daba a entender que yo ya no le importaba.
¿realmente se acabó? ¿ya no volveré a estar con Patrick?
Pensaba en eso una y otra vez mientras caminaba por un parque cuando de pronto, vi a Stan sentado en un banco. No muy segura de lo que estaba por hacer, me acerqué a él.
-Hola, Stan.-le dediqué una sonrisa mientras me sentaba a su lado.
-____... que bueno verte.-sonrió tiernamente-. ¿todo bien? No te ves muy feliz que digamos.-
-Tuve algunos problemas con una persona muy importante para mi, y creo que... ya no volveremos a estar juntos.-
-¿te refieres a Patrick?-lo miré sorprendida.
-Sí... ¿cómo... Cómo lo sabes?-
-Ese mismo día que te conocí, el chico se acercó a mi.-
-¿te hizo daño?-
-No no.-sacudió sus manos-. Al principio me asustó un poco, se veía alterado, pero luego se calmó y me pidió que sea bueno contigo, aunque no entendí muy bien a qué se refería ¿acaso no fui bueno antes?.-sonreí ante la inocencia del chico.
-Eres un bebé, rulitos.-revolví su cabello entre risas.
Charlé un rato más con él y me marché rumbo al centro del pueblo, debía comprar algunas cosas para preparar la cena. Al salir de la tienda, me encontré con Patrick, quien se sorprendió de verme.
-Hola.-
-Hola, ____.-ambos quedamos en silencio-. ¿necesitas ayuda con eso?-señaló las bolsas.
-Claro, gracias.-en realidad no eran muchas, pero quería una excusa para hablar con él.
-¿y cómo... has estado?-
-Extrañándote...-el chico sonrió levemente.
-Pues veo que estuvimos haciendo lo mismo. No es nada lindo estar alejado de ti.-intercambiamos una sonrisa acompañada de miradas divertidas.
-Stan me dijo que hablaste con él.-
-Maldito fideo, no debía decir nada.-suspiró-. Solo le decía que debía cuidarte, que no cometa los mismos errores que yo.-
-No seas una reina del drama, hablas como si yo te hubiera dejado o algo así. Solo te pedí un poco de espacio, Patrick. Me estabas asfixiando con tus celos.-
-De verdad lo siento, no me di cuenta de que estaba actuando como un idiota.-realmente sonaba apenado.
-Esta bien, ya pasó.-
Llegamos a mi casa. Patrick me tendió las bolsas y se paró al pie de las escalinatas.
-Supongo... que eso fue todo.-
-¿Por qué no... te quedas y me ayudas a preparar la cena? Habrá pasta.-Patrick me miró ilusionado.
-¿y qué hay del espacio?-
Me acerqué hasta él y besé la comisura de sus labios.
-A la mierda con el espacio, quiero a mi chico a mi lado.-
Patrick me abrazó por sorpresa, haciendo que arrojara las bolsas al suelo.
-Esperaba que dijeras eso, a la mierda con el espacio.-sonreí antes de recibir un beso en los labios por parte de Patrick.
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