~° One shots y otras cosas de "IT"

👶 We are parents! 👶 (2/2)

Bill: *el pequeño Cael debía hacer un dibujo para la clase de arte y tu esposo estaba más que dispuesto a ayudarlo*

–¿azul?–exclamó el pequeño.

–Es una manzana, hijo. No puede...–suspiró frustrado–. Ser azul.–

–Pero no me gusta el rojo, ¿puede ser verde?–

Bill me miró pidiendo ayuda, a lo que respondí negando sonriente.

–Hagamos esto.–tomó un lápiz y comenzó a hacer puntitos–. Toma el pincel, la pintura ROJA.–me reí–. Y comienza a unirlos.–

El pequeño, de muy mala gana, mojó el pincel en la pintura e hizo lo que el padre le dijo.

–Ve a acostarte, ____. Ya casi terminamos aquí.–asenti mientras un bostezo se me escapaba.

°•°

Abrí los ojos con pesadez y al tantear el lugar junto a mi, no sentí el peso de Bill.
Me levanté algo preocupada y volví a la sala, encontrándome con una escena de lo más tierna.
Cael se encontraba rayando al azar toda la manzana, sentado sobre la falda de Bill, quien estaba completamente dormido.

–Vamos, campeón. A dormir.–

–¿y la manzana? Creo... que no está muy bonita.–

–Yo la haré por ti.–me acerqué a él y susurré–. Pero no le digas a tu padre.–el pequeño sonrió estirándome los brazos.

Lo alcé y lo llevé hasta su cuarto, volviendo a la sala por mi esposo.

–Billy, cariño...–masajeé su espalda suavemente–. Ven a la cama.–

Bill abrió los ojos somnoliento.

–¿la manzana azul?–reí levemente.

–Salió hermosa, vamos a la cama.–

Caminó cual zombie hasta el cuarto, desplomándose sobre la cama.

👶

Richie: *faltaban un par de días para Halloween y la pequeña Amelia quería disfrazarse de princesa. Su padre, aún amante de esta celebración, se emocionó tanto como su hija, por lo que decidió disfrazarse junto a ella*

–¡vamos, Meli. Ya es tiempo de dulces!–miré divertida a mi esposo, quien carraspeó–. Digo... Vamos, no debemos volver tarde.–acomodó su traje.

Me acerqué a él y besé sus labios.

–Eres un inmaduro, cariño.–

–¡estoy lista!–

Nuestra pequeña salió de la casa con el hermoso vestido azul que tanto me había costado hacerle.

–¡estas hermosa, bebé!–la llené de besos.

–¡Ya mamá, me despeinas~!.–

–Sácanos una foto, linda.–Richie se paró emocionado en el jardín y Amelia lo siguió de cerca.

Tras sacarles 800 fotos, los dejé ir.

–¡vamos, papi!–la pequeña corrió hasta la acera.

–¡No vuelvan tarde!–

–Cuando volvamos y veas nuestro botín, no te molestará nuestra tardanza.–Richie sonrió mientras se acercaba a mi y plantaba un beso en mis labios–. Te amo, mi reina.–

–Y yo a tí, mi rey. Cuida a nuestra princesa ¿si?–

Asintió mientras se alejaba emocionado junto a la niña.

👶

Henry: *Henry y tú acababan de ser padres de gemelos y a pesar de que estaban muy felices, el cansancio estaba muy presente en ambos. Te estabas bañando cuando escuchaste a tus pequeños gritar desde la sala*

–¿ahora cuál es el problema?–llegué corriendo con una toalla envolviendo mi cuerpo.

–No lo sé, estaban tranquilos y... No se qué sucedió.–Henry tenía en brazos a la pequeña Alex mientras hamacaba a Axel en el carrito.

–Iré a prepararles un biberón...–

Entre gritos, corrí hasta la cocina y calenté un poco de leche para ambos, preparándoles lo más rápido posible su biberón.

–Aquí te los dejo, déjame ponerme algo de ropa y vuelvo enseguida.–dejé ambas bebidas en la mesita ratona de la sala.

Corrí hasta nuestro cuarto y mientras me terminaba de secar el cuerpo, los gritos cesaron. Terminé de cambiarme en un santiamén y bajé.
Lo que vi me hizo sonreír ampliamente.

–Veo que te las arreglaste tu solo.–susurré acercándome a Henry, quien estaba sentado en el sofá dándoles el biberón a los pequeños tranquilamente.

–¿qué te digo? Soy súper papá.–suspiró–. Esto no será fácil, linda. Pero sin duda es lo mejor que nos pasó en la vida.–

Me acerqué hasta él y deposité un dulce beso en sus labios.

–Tú lo hasta dicho, super papá.–

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Stan: *estabas exhausta. El pequeño Tyler no había pegado un ojo en todo el día, no lloraba ni nada, pero no quería estar en la cuna, solo quería estar en tus brazos. Le agradeciste a los antiguos y nuevos dioses cuando tu esposo Stan llegó a casa del trabajo*

–¿seguro de que estarás bien? Pareces cansado.–le di el pequeño a Stan, quien negó en medio de un bostezo.

–Todo bien, ve a ducharte o descansar o... lo que quieras, linda.–

–Me daré una ducha y luego ordenaré el cuarto así puedes recostarte a dormir un rato ¿si?–asintió.

Disfruté cada segundo bajo la ducha, de verdad lo necesitaba. Luego de ordenar un poco la casa y preparar la cama para que Stan pueda dormir un poco, volví a la sala.

–Cariño, ya te-

Dejé de hablar al ver a mis dos hombrecitos especiales durmiendo en el sofá.
Me acerqué a ellos y besé sus frentes, para luego sentarme en el otro sofá y pensar en lo afortunada que soy de tenerlos.

👶