~° One shots y otras cosas de "IT"

Stanley

Dedicado a kayariggs

°•°

–No estoy seguro de hacer esto...–

Apenas ibas subiendo 2 escalones de la calle Neibolt cuando la voz nerviosa de Stan te hizo voltear.

–¿qué... qué pasa?–

Conocías muy bien al chico, sabías que cuando se miraba las manos tal y como lo estaba haciendo ahora, él quería decirte algo.

–No... no quiero entrar ahí. Algo malo sucederá, estoy seguro.–

–Stan...–

Bajaste la pequeña escalinata y te paraste frente al chico, tomando sus manos y sonriéndole cálidamente.

–De verdad, ____… No quiero que nada malo nos pase, ni siquiera estoy seguro de que podamos hacerle frente a esa cosa.–

–Oye...–besaste fugazmente su mejilla–. ¿recuerdas lo que me dijiste ayer?–

–¿que me gustabas?–sonreíste avergonzada.

–Además de eso.–

–Ah, que estaría para lo que necesitaras.–

–Exacto. Te necesito ahora, Stanny. Tenemos que entrar ahí, apoyar a nuestros amigos y acabar con esa cosa... ¿harías eso por mi?–

El chico no parecía muy convencido, pero terminó asintiendo.

–Solo... Prométeme que todo estará bien.–

–No puedo prometerte eso, pero sí puedo decirte que estaremos juntos cada segundo.–el chico sonrió levemente–. Vamos.–

Cuando entraron en la casa y bajaron por el pozo, la promesa hecha minutos atras comenzaría a romperse.

–¿Stan?–

Mientras los perdedores ayudaban a Mike a bajar, notaste que el chico de rulos no estaba a tu lado.

–¿Stan? ¿dónde estás? Acordamos no separarnos.–

Y sin darte cuenta, tú comenzaste a separarte de los demás también.
Llegaste al final de la tubería, mirando preocupada a ambos lados.

–¡Stan!–una figura se metió rápidamente en la tubería de la izquierda, dejando detrás el eco de pasos corriendo.

Sin pensarlo demasiado lo perseguiste, ignorando la posibilidad de que esa silueta no era Stan.
Por más que intentabas detenerla, la figura seguía y seguía. Apenas la podías ver unos segundos suficientes antes de que desapareciera en la próxima esquina. Poco a poco te ibas perdiendo en ese laberinto subterráneo, cosa que realmente no te importaba demasiado. Debías encontrar a Stan.
En cierto punto, llegaste a lo que parecía ser la unión de todas las tuberías, un cuadrado de metal con tres caminos diferentes además del que tú acababas de cruzar. No podías volver, eso era seguro. No recordabas el camino para regresar con tus amigos, debías avanzar y encontrar a Stan.

~____...~

Miraste asustada a tu alrededor, intentando buscar el origen del llamado. Reconocías esa voz, era el payaso... Era Eso.

~¿buscas a Stan?~

–¿¡dónde lo tienes!? Yo... Yo no te tengo miedo, ¡devuélveme a Stan!–

~¿no me tienes miedo?~la voz parecía sollozar~. Tal vez no me tengas miedo a mi pero... Yo sé a quién sí le temes.~

–¿qué...?–