- ¿¡Qué le voy a regalar a Nea por Navidad!? – pregunté en voz alta casi gritando. Me dejé caer boca arriba en el sofá del salón principal.
- Un protegido nuevo, porque tú eres patético... - soltó Marte mientras jugaba con una pequeña pelota.
- Mejor compra un nuevo Marte, el que tenemos ahora es un poco inútil – exclamó Lume desde la puerta.
- ¿¡Qué has dicho!? – Marte enseguida corrió detrás de él.
- Venga chicos, ayudadme. Vosotros le conocéis mejor que yo.
- En realidad no, Oliver. He tenido muy pocas ocasiones para hablar con él, tal vez yo sepa menos que tú incluso. Es un chico muy serio – argumentó Daria pensativa.
- Cómprale un libro – interrumpió Francis levantando su mirada por encima del periódico.
- ¡Eso solo te gusta a ti, viejo!
- ¿A quién estás llamando viejo, Daria?
- ¡Marte me quiere matar! – entró gritando Lume. Se posicionó detrás de mí, usándome de escudo. Él tardó poco en aparecer por allí.
- Con que aquí estás... Y usas a ese trozo de papel como escudo, está bien, mataré dos pájaros de un tiro.
- ¡Suéltame Lume! – exclamé forcejeando.
- Utiliza tus poderes, rubito – soltó Francis. – Pégale al techo, así no se moverá más. – Rápidamente Lume apuntó a Marte con un su dedo índice y después señaló hacia arriba. Como por arte de magia el cuerpo del malhumorado se pegó al techo. Por mucho que intentara liberarse, era imposible. - ¿Ves como sí funciona?
- ¡Bájame de aquí! Cuando te pille, te voy a abrir la cabeza y voy a buscar tu inteligencia... ¡Idiota!
- Vaya, es la primera vez que oigo un insulto como ese – añadí casi riéndome.
- ¿Y dónde está Nea ahora? Podría estar escuchándonos... Si ese fuera el caso, el regalo ya no sería una sorpresa...
- Está ayudando a Lian a comprar comida para la cena de Navidad – respondí desviando la vista.
- ¡Ya está! ¿Por qué no le preguntas a ella? Seguro que lo sabe. Después de todo, la que más ha estado con él es ella, tiene que saber las cosas que le gustan... - continuó Daria.
- ¿No hay ningún plan mejor que ese? – Quería evitar entablar conversación con Lian, seguro que los celos me llevarían a decir cosas hirientes sin querer.
- Prueba con Louis, también sabrá cosas de Nea.
- Lume, ellos dos no se llevan muy bien, más bien su relación es de odio. Si a veces están juntos, es por mí. Dudo que Louis se haya interesado por los gustos de mi guardián alguna vez. – Qué desilusión.
- Lo que Nea necesita es una nueva Valentina – se oyó desde el techo. - ¿Por qué no te disfrazas de mujer, chico de pueblo?
- ¡Cállate Marte! No tiene ninguna gracia... - Se podía ver en su cara que solo quería fastidiar. – Que difícil es esto...
- ¿Has pensado en preguntarle directamente a él? Es la mejor forma de conocer las cosas – habló Francis cerrando el periódico.
- Oh sí, quizá diciéndole: 'Eh Nea, ¿qué quieres que te compre por Navidad?, quiero hacerte un regalo y no tengo ni idea de las cosas que te gustan' me responda. ¿No entiendes la palabra 'regalo'? – respondí de manera irónica.
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Silver moon
RomanceTrabajo de camarero en un bar cerca de mi casa. Mi madre murió durante el parto y mi padre me abandonó; la única manera de que mi padre me pudiera reconocer es gracias a una marca de nacimiento que tengo en la muñeca con forma de luna menguante. Mi...