Capítulo 54.

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- Me parece bien...

- Déjame presentarte a Mercurio y Lume.

- ¡Qué nombres más originales, me alegro de conoceros, chicos! – Ambos le sonrieron con felicidad.

- No perdamos más el tiempo, ¡invítame a algo, Aaron! Tengo el tiempo contado – solté ansioso.

- Claro, pasa, ahora mismo no tenemos ningún cliente – respondió mientras me abría la puerta.

- Oliver, estaremos aquí fuera, si nos necesitas ya sabes donde estamos – informó Lume.

Yo afirmé con la cabeza y me despedí de ellos. Dentro era obvio que no había ningún peligro ya que estábamos solos. Gala me plantó un vaso delante, el líquido era de color rosado, tan solo con el olor sabía que se trataba de una bebida alcohólica, pero no me importaba. Ella y yo comenzamos a hablar, a pesar de tener más años que yo, su actitud era de una niña, lo cual me sorprendía. Me admiraba con sus tiernos ojos con mucho cuidado y su boca abierta de alegría. Cada cosa que le contaba le parecía fascinante, todo le gustaba, todo le sorprendía, estaba pletórica en mi compañía.

- Y dime Oliver, ¿has tenido novia alguna vez? – La pregunta me impresionó.

- ¿Novia? – tartamudeé nervioso. – Creo que no he tenido tiempo para eso.

- Entiendo, este trabajo requiere demasiadas horas. Yo sí tuve un novio por muchos años, incluso nos íbamos a casar, pero conoció a otra mujer y me apartó de su vida.

- Lo siento, no lo sabía...

- ¡Pero ya no me importa! Es agua pasada, hay que seguir adelante.

- Qué espíritu más fuerte – halagué.

- Tu vida ha sido peor que la mía y a pesar de eso tienes una sonrisa muy brillante. Es lo que me gusta de ti, eres un modelo a seguir. – Mi rostro enrojeció.

- Vaya, no me esperaba eso – dije riéndome. – Eres una chica admirable, todavía sigo sin poder creerme que tu chico te dejara.

- El mundo necesita más hombre como tú. – Ambos nos reímos ante aquella pequeña y piadosa confesión.

- Oliver... - interrumpió Aaron. – Esos amigos tuyos..., ¿son pareja?

- ¿Por qué? – pregunté confuso.

- Bueno, ya sabes..., ellos..., se estaban besando ahí fuera..., detrás de un árbol... - soltó sorprendido. Por unos segundos, no sabía ni qué responder ante aquellas palabras. Me pilló de improviso. - ¡Ha sido por unos segundos!

- Ellos..., se quieren mucho... - respondí con una risa nerviosa. Al salir de allí estaba seguro de que iba a hablar con ellos urgentemente. Seguro que había sido todo culpa de Lume.

- ¡No te entrometas Aaron! – replicó Gala.

- Te recuerdo que Oliver es mi amigo, ¡no el tuyo!

- Vamos chicos, tranquilos, podemos hablar los tres sin tener problemas. Habéis estado bien por lo que veo, qué bien sienta volver a casa...

- Ah, por cierto Oliver, ¿recuerdas que me pediste que investigara el tema del padre de Ryan? Pues acertaste, Óscar era su padre.

- ¿¡En serio!? Qué alegría, tenía una pequeña esperanza de no equivocarme.

Tras varios cotilleos más, logré enterarme de que el exnovio de Gala había fallecido en un accidente de coche un mes después de cancelar su matrimonio. Ella parecía haberlo superado, pero seguía teniendo restos de tristeza por la manera de hablar que tenía. 'Vamos a ser fuertes' me repitió en más de una ocasión. También le comenté la extraña situación que había pasado con Nea y pareció comprenderme, de ahí que me repitiera tanto la misma frase.
Una hora después Lume apareció en el bar, era la hora de marcharse y, aunque yo no quería irme, tenía que hacerlo. Me despedí de Aaron con un largo abrazo lleno de cariño y le prometí visitarle pronto. Dirigí mi mirada hacia la adulta Gala y antes de que pudiera pronunciar una palabra se lanzó a mis labios y me plantó un beso. Después me abrazó con su cara enterrada en mi pecho, hasta sus orejas estaban coloradas. Aquello había sido tan tierno que no creía que pudiera olvidarlo jamás.
Finalmente salí del bar, y cuando ya por fin tuve a Lume y Mercurio frente a mí, decidí sacar el tema.

- Lume, ¿no tienes otro sitio para intimar que justamente en frente del bar? ¡Aaron te ha visto! – Instantáneamente Mercurio abrió los ojos como platos y me apartó la mirada.

- Ha sido..., un... - murmuró mientras pensaba. - ¿Error?

- ¿¡Un error!? – repitió Mercurio enfadado.

- Relájate, intentemos explicar esta circunstancia... A ver...

- < ¿Estás preparado? > escuché la voz de alguien a quien temía en mi cabeza. Me quedé absorto, petrificado, con la vista perdida.

- ¿Qué te ocurre? – preguntó Lume preocupado. – Me das miedo Oliver...

- ¡Llama a Francis! ¡¡Contacta con Daria!! – comencé a gritar.

- ¿¡Qué está pasando Oliver!? – volvió a preguntar, pero esta vez me había agarrado de los brazos. Mercurio estaba aterrorizado por mis chillidos.

- Tian... - tartamudeé nervioso. - ¡Va a hacer algo! ¡Me ha hablado! Se ha metido en mi cabeza, ¡¡Lume date prisa!! 

Silver moonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora