«11-3» Bestia

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 Alice dejó que su cabeza cayera sobre el parabrisas del BMW deportivo de Babyface. Después de haberse ido de la casa de la chica, Roy y Alice compartieron vehículo, el resto de sus amigos se dividieron el auto de Babyface y en el de Turner.

Ya en la carrera del Atracón, Alice esperaba inquietante volver a su casa. Desde que llegó junto a la figura de Roy Lavrov los ojos pararon en ella, en la forma que el chico no alejaba su brazo tatuado de sus pequeños hombros.

Alice tenía un vaso rojo entre sus manos, sin embargo, realmente no estaba tomando de él.

Sus amigos rodeaban el auto de Babyface, bromeando entre ellos, bebiendo y disfrutando de sus diferentes compañías.

Alice no apartaba sus ojos marrones de las personas a su alrededor. Su estomago se retorcía cada vez que pensaba en él, de todas formas, entre las grandes multitudes buscaba una cabellera y barba rubia que diera el paradero del señor Green. Pero todavía no lo encontraba.

—Tranquila, chica— Alice se volteó ante la mano que tocó su hombro. Jess le miraba con lastima, envuelta en su provocativa vestimenta negra, con sus inmensos ojos azules escondidos detrás de mucho maquillaje. —Roy volverá— quiso tranquilizarla.

Alice asintió despistada, al notar que Lavrov tampoco estaba entre ellos. No recordaba cuándo se había ido. Intentó mostrarse amable. —Sigo sin acostumbrarme a estos lugares— bebió de su vaso.

Jess rodeó sus ojos. Eso no le gustó. —No volverás a desaparecer, ¿verdad?

Alice sabía que si pudiera, ya habría desaparecido. Sin embargo, negó. —Creo que iré a buscar a Roy— saltó dl capó del Charger, pero apenas pisó el pavimento, Jess la detuvo, hundiendo sus uñas en la piel de su brazo.

—No, chica—frunció el ceño al verla, repentinamente, muy seria. —Roy pidió que tengamos un ojo sobre ti.

Alice arrugó su nariz. —No soy una niña— protestó. —No tienen que "tener un ojo sobre mí" — intentó soltarse pero Jess la detuvo con más fuerza.

Parecía que no iba a dejarla ir en busca de Lavrov.

—¡Jess, me estás lastimando!

—Ally, vamos, chica— me soltó. —Sólo quédate cerca de nosotros, roy ya volverá.

Acarició la zona de su brazo que comenzaba a enrojecer. —Ally, no me mires así— pidió Jess, luciendo arrepentida por su rudeza. —Perdón, no quería lastimarte— dejó su mano tatuada sobre el hombro desnudo de Alice, dando un suave apretón. —Vamos, estos lugares son horribles si no te emborrachas.

Bufó, rascándose la sien. Blair corrió hacia ella, riendo suavemente. —¡Ay, que borracha estoy! — gritó divertida, rodeando el cuello de la castaña con sus flácidos brazos, pero Alice sabía que fingía. La miró extrañada. —¿Estás bien? — susurró en su oído. —Vi lo que pasó con Jess. ¿Quieres que la golpee? Por favor di que no, ella me patearía el trasero.

Ally rio levemente divertida, acariciando los brazos de la chica. —Tranquila, ya pasó. Fiera deja de tomar un poco.

Blair le guiñó un ojo antes de caminar hacia Jess y darle un juguetón empujón.

Alice le dio el último gran trago a su botella, antes de arrojarla sutilmente lejos de ella.

—¡Miren quién se unió a los borrachos! — celebró Bruno, rodeando sus hombros.

Alice rio al ver el circulo rosado que adornaba el contorno de su boca. — Hey, galán, parece que hay vampiros sueltos—señaló su boca y el chico entendió al instante.

No puedo enamorarme (de ti) - CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora