No puedo enamorarme (de ti) - CANCELADA

«12-2» Temor; Cariño.

Los músculos le dolían. Se moría por estirar las piernas, y ni si quiera era consciente de ello. Le picaban los brazos, como si estuvieran dormidos. Se despertó por el calor que comenzaba a molestarle. Un murmullo de sonidos también le molestaban, como música sonando a lo lejos de sus oídos.

Abrió los ojos y vio paredes beige, desorden sobre las sillas junto a la mesa negra y sobre la mesita de café.

Se enderezó lentamente en el sillón de cuero, sintiendo como la piel se le despegaba lentamente. Hizo una mueca de asco. Alice moría por ducharse, incluso si no estaba tan sucia como pensaba, en absoluto.

-Hola, chica- ronroneó la mujer de cabello corto y rapado. -No sabía si prepararte un café o una hamburguesa.

Alice se rascó las raíces, acomodando su enmarañado cabello en un rodete. Limpió sus lagrimales. -¿Qué hora es?

-Doce y media- informó Jess, sentándose a su lado.

Alice estiró las piernas y sus brazos, sintiendo como se ablandaban. Los recuerdos de la noche anterior comenzaron a abordarla.

-Voy al baño- le informó.

-¿¡Hamburguesa o café? - le gritó la chica al mismo momento que cerraba la puerta del baño.

No contestó. Alice no gritaba apenas despertaba. Se mantuvo varios segundos extras, sentada en el retrete, mirando sus pies descalzos. ¿Dónde estaba su celular?

Terminó de hacer sus necesidades; se lavó los dientes con un poco de dentífrico, intentó peinar su cabello, pero terminó rindiéndose y lo ató en una coleta alta. Se lavó los restos de maquillaje que había en su rostro, intentando no arrancarse todas las pestañas mientras limpiaba el rímel de la noche anterior. Su boca quedó ligeramente rojiza.

Cuando salió del baño, Alice miró hacia la puerta gris. La música que había ayudado a despertarla provenía de la habitación de Lavrov. Volvió su camino hacia la cocina, se sentó en el mismo taburete.

-Hamburguesa- le dijo a Jess, que leía tranquilamente su celular, apoyada sobre la barra americana. Sin apartar la mirada de su teléfono, le acercó un plato con una gran hamburguesa completa. También le acercó un vaso con Coca-Cola.

Se rio bajito. -Gracias, adicta- y le dio un gran mordisco. No sabía el hambre que hacía rugir su estómago hasta que probó tal delicia.

Jess bufó distraída. -Esa no es una muy buena broma para hacer acá.

Alice tragó duro, sin embargo, decidió ignorarla ya que Jess no le había dado demasiada importancia al comentario para que ella lo haga. Siguió comiendo la hamburguesa en silencio.

-¿Y los demás? - preguntó, bebiendo.

¿Dónde está Blair? Era la verdadera pregunta. Puede que le interesara también, dónde estaba Lavrov.

La morena rodeó sus profundos ojos claros. -Baby se llevó a Blair. Discutieron.

-¿Por qué? - se sintió algo alarmada. Buscó con su mirada y cuando lo encontró, entre algunos adornos sobre la barra, lo tomó. No había ningún mensaje. Alice suspiro, apoyó su rostro sobre su mano. Había perdido el apetito, empujó el plato con la hamburguesa a medio comer.

-¿Qué te hace creer que me importan los problemas del idiota de Babyface y Blair? - gruñó sin mirarla.

Alice aprovechó el silencio que quería mantener Jess y se dedicó a ponerse al día con su celular. Le preguntó a Blair si se encontraba bien por mensaje y casi al instante respondió que Durden era un idiota, Alice no se opuso.