«29-1» Tuyo; Nuestro

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—Eres un desastre— sentenció Harry. —Es muy desordenada— habló ahora mirándola a ella.

Hacía una semana que Harry se había mudado a la casa de sus tíos, y la convivencia con su prima menor no era muy agradable, sin embargo, Alice adoraba el hecho de que, aunque la casa de estos tuviera demasiadas habitaciones de sobra, el policía quisiera dormir con su prima, tal cual hacían de niños.

Levantaba las prendas coloridas del suelo, soltando cada tanto frases desvergonzadas haciéndola reír.

Blair salió del baño con dos remeras más en cada mano, tirándolas al suelo, vió como Harry casi le gruñó. —Oh, por favor. Harry, tu eres demasiado minucioso.

—Es convivencia básica— jadeó cuando se dejó caer en la cama más grande, Alice observó divertida desde la que habían agregado para él. —Cuando vivas sola no habrá nadie que te limpie la ropa.

Alice carcajeó escondiendo su rostro cuando Blair intentó golpearla. —Aún falta para eso, mientras disfrutaré de papi y mami.

—¿Hasta cuándo? — preguntó burlón. —¿Los treinta? Porque no falta mucho.

—Apenas tengo veintitrés, idiota.

—Blair, he compartido habitación contigo un centenar de veces— interfirió la castaña. —Y siempre has sido SUPER de desordenada.

—¿Acaso es un requisito serlo? — preguntó sarcástica, observando su reflejo en el espejo gigante. —Dios... ¿Cuándo dejaron de ser jóvenes?

—Cuando mi papá se volvió un apostador compulsivo.

—Cuando entré a la academia.

Dijeron ambos al mismo tiempo con un tono distraído. —Te falta dar un salto de madures— dijo Ally y Harry ahogó una risa en un bufido extraño, al mismo tiempo que Blair la miraba con la boca entreabierta. —¿Qué?

—Mira, Ally, que Harry me diga que me falta madurar lo acepto— habló distraída tomando los cinturones de la cama y comparándolos. —Él nació con el corazón viejo, pero qué me lo digas tú...No amiga.

Alice la observó en silencio, brincando su vista entre los primos. La caribeña no lo había dicho en un tono hiriente ni hostil, más bien como si fuera una aceptación. Notó la incomodidad en Harry cuando desvió la mirada de ella.

—Yo no soy inmadura.

Blair volteó su atención a ella, con una sonrisa verdadera.

—¿Harry? — buscó apoyo en su otro mejor amigo pero este se hundió de hombros. —Aceptemos que le huyes un poco a las responsabilidades.

—Eso no es cierto.

—Y nunca aceptas las cosas malas que te pasan— volvió a decir Blair, más interesada en su reflejo que en la conversación.

Frunció el ceño, ahora sentía un pequeño pinchazo en el pecho. No porque sus amigos no la creyeran madura, sino porque ambos compartían un pensamiento sobre su persona que desconocía. —¿Disculpa?

Harry y Blair se miraron. —Tienes razón...creo que hablé de más— dijo Blair, notoriamente incomoda. Tomó aire. —¿Entonces este cinturón o el rojo?

—Blair, no. Dime.

—Ally, perdón no quise ser mala— se sentó a su lado, tomándola de la mano. Se sintió mucho más avergonzada por lo que sus amigos pensaban de ella.

Se soltó bruscamente. —Vamos, dímelo.

—Se me escapó...

—Todavía culpas a tu madre por separarse de Jason— intervino Harry, Blair hizo un sonido de reproche.

No puedo enamorarme (de ti) - CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora