Alice Roselline miró por segunda vez su reflejo en su espejo de mano antes de guardarlo, necesitaba verse linda. No se sentía linda. Se sentía presionada.
Estaba sentada sobre el asfalto de la calle, a cinco cuadras de su casa, jugaba con los cordones de sus borcegos mientras esperaba la grúa.
Había chocado "accidentalmente" su scooter. Realmente no esperaba que la moto sufriera tanto daño, no es como si entendiera algo de mecánica pero sabía que no iba a poder usarla por mucho, mucho, tiempo.
Charlie Green le había pedido que tuviera un "accidente" para poder acudir a su mecánico, su tío Henry York, por ende, terminaría acudiendo a Roy Lavrov. La nueva obsesión de Charlie Green. Ally debería conseguírselo para él.
Escondió su rostro sobre sus brazos apoyados en sus rodillas, chocando su nariz con el gran casco negro. Toda aquella situación le dejaba un mal presentimiento.
Escuchó la estruendosa bocina de un camión, y al levantar la mirada se encontró con dicho vehículo. La camioneta de remolque con el logo del taller de tu tío Henry estaba frente a ella.
Peter Turner le sonreía desde la ventana del piloto. El joven chico de pelo enrulado y rojizo oscuro, con pecas ocupando todo su rostro era su cómplice. El señor Green le había dicho que estaba trabajando para él, y que la ayudaría.
«¿Qué habría hecho ese tal Lavrov para enemistarse con alguien tan peligroso como Charlie Green?»
Resignada, Ally caminó hasta los únicos asientos del vehículo, y se subió.
—¡Hola, Belleza! —la saludó. Alice apenas lo conocía, levantó las comillas de sus labios.
—Pedro, ¿no? — habló seria, mirándose por el espejo lateral.
—Peter.
—Sí. Como sea.
Peter torció su boca, asintiendo. —¿Estás bien, nena?
Alice lo miró indignada. "Nena" repitió con asco y sarcasmo en su cabeza. —Por supuesto que no— reprochó elevando la voz. —Estoy a punto de engañar a un tipo que ni siquiera conozco porque otro estúpido me está obligando— gruño mirando al colorado, que empezaba a encogerse sobre sus debiluchos hombros. —¡Ah! Y por cierto me matará a mí y a toda mi familia si no lo hago—ladró la castaña. —Fuera de eso, todo bien ¿Y tú?
—Pues, ahora que lo dices, creo que me arrepiento de haber aceptado este trabajo— luego soltó una risita nerviosa. —Nena, tú das miedo.
Alice intentó no sonreír ante aquel comentario acompañado de una pésima actuación de cara de espanto.
—Si te deja tranquila...—comenzó a hablar el pecoso de piel clara— Charlie no te tocará mientras hagas lo que él dice.
—¿Por qué eso me dejaría tranquila?
Peter chisteó. —Tampoco que tenés hacer tanto. Sólo empezar a salir con él, y convencerlo de que vuelva a trabajar con Charlie.
Frunció el ceño. —¿Vuelva?
Peter asintió con las cejas arqueadas. —Roy fue el mejor corredor del señor Green por mucho tiempo... pero después, un día desapareció y empezó a correr por su lado. Charlie perdió muchísimo dinero por eso.
—¿Tú de qué le conoces? — indagó curiosa, a lo que Peter respondió con una sonrisa de lado. La miró mientras deslizaba con fuerza su dedo índice sobre uno de los costados de su nariz, luego volvió a mirar al frente. Alice no volvió a hablar.
«¿En qué me estoy metiendo?»
El viaje se mantuvo en silencio, si bien Ally odiaba los silencios incómodos, su humor no le permitía fingir simpatía. Los grandes edificios comenzaban a desaparecer y las casas urbanas surgían dentro del barrio de clase media-baja. El enorme cartel con el nombre de su tío Henry comenzó a hacerse visible.
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No puedo enamorarme (de ti) - CANCELADA
Aksi«Roy sólo amaba dos cosas en su desastrosa vida; los autos rápidos y a ella.» «Cuando el amor termina; la locura comienza»