Volver desde la casa de Laura hasta la de su padre –en motocicleta- la había dejado realmente agotada. Entraba por la puerta del garaje, sacudiéndose el cabello enmarañado cuando se topó con Jason Rosalline y una cantidad increíble de papeles, fotografías y carpetas sobre la mesa de la cocina.
Alice frunció el ceño. —¿Y todo esto?
Jason la miró con el cigarrillo ahumándose sobre el cenicero de metal. Arrugó el rostro bajo sus manos. —Trabajo. Mucho trabajo.
—¿No es demasiado... para alguien fuera de servicio?
Jason la miró cansado. —No empieces, Ally. Por favor.
Se sentó a su lado, tomando una de las fotografías de una chica que podría igualar su edad. Bufó.
—Es que creo que deberían volver a ascenderte como detective si haces todo su trabajo pesado.
Jason frunció el ceño, divertido. —No se dice ascender, Alice.
—Recontratar entonces—. Chisteó, quitándole importancia con un movimiento de manos.
La mirada verdosa y brillante de Jason, expresaba toda la voluntad que dejaba sobre ese trabajo. —Ally, al menos estoy investigando de nuevo. No era eso lo que querías, cariño. Lo estoy haciendo por vos.
Los labios gruesos de Alice se elevaron hasta lograr una sonrisa tímida, rodeó el cuello de Jason y se dejó abrazar con cariñó.
Jason Roselline adoraba a su hija.
—Ya lo sé— susurró con delicadeza, alejándose un poco. —Me encanta verte trabajar...— dijo sincera. —Pero esto es injusto.
Rió cuando Alice lo soltó, volviendo a su silla, y tomando el plato de vermicelli, enrollándolos con el tenedor para luego llevárselo a la boca.
—Injusticias pasan cuando te metes con Charlie Green— Alice evitó mirarlo. Jason la retaba con mirada firme y expectante.
Tenía una ceja gruesa alzada.
—Ya capté el mensaje— contestó nerviosa, rascado la nuca de su cuello.
—Solo te lo recuerdo.
Volvió a llevar le tenedor a su boca. —Esto está horrible— se quejó luego de que Jason apartara la mirada de su celular.
—¿Dónde dormiste ayer?
—¿Por qué eres controlador ahora? — Alice esquivó la mirada hasta posarla sobre sus uñas y comenzó a quitar las capas de esmalte.
—Sólo quiero saber qué dirás.
—Con mama
Jason bufó, dejando escapar una risa grave. —Por supuesto y yo estuve en la iglesia pidiendo perdón por mis pecados.
—Puedes llamarla y comprobarlo— Alice sonrió divertida.
Alice Roselline –como pocas- adoraba a su padre.
Su celular volvió a sonar, y Jason respondió el mensaje rápidamente, dejando notar el sarcasmo cuando dijo; —Por supuesto que lo haré.
La mala, o más bien, tensa relación entre los examantes no era drama nuevo para Alice.
Jason seguía amando a Laura.
Laura seguía detestando a Jason. –O eso se decía cada mañana frente al reluciente espejo cuando se sentía demasiado adulta y aburrida en su nueva vida, pero nadie tenía por qué saber eso-.
Alice dejó que su padre se perdiera en teclear sobre la pantalla de su celular hasta comprobar que se había olvidado completamente de su presencia.
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No puedo enamorarme (de ti) - CANCELADA
Aksi«Roy sólo amaba dos cosas en su desastrosa vida; los autos rápidos y a ella.» «Cuando el amor termina; la locura comienza»