Nada es lo que parece [SuperCorp]

XII

- ¿Y quiénes dicen que son ustedes?- preguntó Merlín al saber que esas tres personas paradas frente a él sabían la verdad- ¿Son druidas?

- ¿Druidas?- dijo Ray extrañado.

- No, no somos druidas.- decía Alex.- Es algo más complicado...

-... solo queremos ayudarte, a ti y al rey Arturo.- completaba Sara.

- Sabemos que Morgana quiere el trono de Camelot y tiene ayuda de otro mago para poder conseguirlo...- seguía Ray.

- Y uno de sus planes es matarte.- terminó Sara.

Merlín trataba de asimilar todo lo que le estaban diciendo, no sabía de dónde venían aquellas personas, pero al parecer tenían toda la información, todo lo que pasaría en Camelot.

- Pero... ella no sabe quién soy.- decía Merlín para tratar de calmarse.

- Creeme, con este mago que lo está ayudando ya lo debería saber.- le contestó Sara.

Decidieron quedarse un tiempo más hablando, planeando en como derrotar al ejército de Morgana y ganar finalmente la batalla.

Avanzaba el tiempo, ya era de madrugada, Morgana estaba poniendo en marcha su siguiente paso, matar a Emrys, tenía todas las cartas sobre la mesa, estuvo un largo tiempo junto a Damien planeando como matarlo, mientras Kara se encontraba al otro lado de la puerta escuchando cada movida que harán. En cuanto terminaron de planearlo y ponerlo en práctica salieron del salón encontrándose con una rubia sentada en una esquina.

- Kara, ¿qué haces aquí a estas horas?- preguntaba Morgana mientras los demás salían.

- No podía dormir y quise venir aquí para verte, pero noté que estabas ocupada y decidí esperarte.- mentía Kara.

- Bueno, aquí me tienes y ya que estás aquí nos podrías hacer de mucha ayuda.

- ¿En qué?

- En acabar con Emrys.- sonríe al pronunciar aquellas palabras.

- Espera, espera...- Kara detiene a Morgana antes de que saliera junto a los demás caballeros.- ¿Por qué tanta obsesión con ese hechicero?

- ¡Porque él arruina todos mis planes, él será mi ruina!- gritaba con rabia Morgana.- Yo merezco ese trono en Camelot, con Arturo la magia seguirá siendo prohibida, seguirán matando a gente como yo o gente como tu familia, ¿enserio quieres que siga pasando eso?

- No... no tiene por qué ser así, Morgana, pueden haber otros modos que no recurren al asesinato.

- ¿Qué tratas de decirme? ¿A qué le tienes miedo?

- Tengo miedo a seguir perdiendo personas que son importante en mi vida, no quiero que nadie salga herido, y si todo sigue así como tu quieres terminarás a que te maten y no quiero ver eso.- Morgana río al escuchar a la rubia.

- ¿Crees que me matarán? Verás...-se acercó aún más- Soy una Suma Sacerdotisa, ningún arma corriente puede matarme, y tampoco quiero perder más gente que son importante para mí, ya sufrí con perder a mi hermana...

- ¿Quiénes son importante para tí?

- Lo creas o no, tu lo eres para mí.

- ¿Yo? Si apenas nos conocimos ayer.- decía con una risa nerviosa.

- Puede ser que nos conocimos ayer, pero nadie ha hablado conmigo como tu lo has hecho, es como volver a tener una amiga, alguien de confianza, además al parecer también soy importante para tí.- se acercó aún más sintiendo la respiración de la rubia.