XLVI

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Lena

Kara ya se había ido hace varias horas, me tenía preocupada, la señal de la nave se perdió, en cuanto pasó eso me puse muy nerviosa, pensando en lo peor, pero fue Alex quien me tranquilizó recordandome que mi novia era de lo más fuerte y volvería pronto, y que no estaba sola.

Volví a mi laboratorio para saber si Sam estaba bien, bueno en parte porque seguía siendo Reign, no había ningún indicio de que Sam seguía por ahí luchando para volver con nosotros.

En una hora, vino Alex junto a Maggie para acompañarme un rato y no sentirme sola en este lugar.

Estar sentada todo el día, era de lo más aburrido, no podía pararme para hacer alguna cosa si no mi pierna dolía, pero cada vez era menos el dolor.

Alex me ayudó a analizar algunas pruebas de sangre de Reign, algo no iba bien y era que cada vez se estaba volviendo inmune a la kriptonita gracias al poder de Pestilence que ayuda a mutar sus celular, creando unos tipos de anti-cuerpo contra el mineral.

El tiempo pasaba y en cualquier momento Reign podría escapar, no tendríamos cómo detenerla a no ser que la matemos, pero eso implicaba matar a Sam.

Nos quedamos un buen rato pensando en qué hacer. Veíamos a Reign caminar de un lado a otro dentro de su celda.

— No tienen a quién rezarle.— nos habló, pero tratamos de ignorar.— Dios no existe. Tampoco Rao. No hay nadie excepto tú, Lena, y yo. Y ese dispositivo que crees que no he visto.— Esta tablet el cual podía controlar todo, la cantidad de kriptonita que podía suministrarle, los electrochoques, etc.— Eso que me matará antes de que yo te mate.

— Lena, no le hagas caso.— me susurraba Alex.

— Eres fuerte y despiadada.— seguía hablando la Worldkiller.— Eres mucho más oscura de lo que crees. Eres igual que yo.

— Lena...— escuché a Maggie, pero no podía observar a ninguna, en cierta forma Reign tenía razón.— No creas ninguna palabra.

— Es lo que querrías.— le respondí finalmente a Reign.

— No me hace falta quererlo. Estoy aquí. Puedo verlo con mis propios ojos.— Me di vuelta con mi dispositivo en mano y avancé con la silla.

— No, Lena.— hablaron al mismo tiempo Alex y Maggie, pero las ignoré.

— Los mismos ojos que te harán arder a ti y a tu mundo si no pulsas ese botón y acabas conmigo.— dio un golpe al panel.

Verla ahí me hacía recordad que Sam no estaba, que no volvería, que Reign tenía razón, la única forma sería acabar con su vida.

Así que lo hice, fui aumentando la kriptonita para terminar con todo esto de una vez.

— ¿Lena qué estás haciendo?— se dio cuenta Alex.

— ¡Vas a  matar a Sam!— siguió Maggie.

La kriptonita llegó a su punto máximo en su sistema, pero era tarde, ella ya era inmune. Ella sonrió con victoria.

No sabía que pensar en ese momento, era más fuerte. Perdía mis esperanzas aquí, con Kara fuera de la Tierra y Reign apunto de liberarse.

— Entiendo, gracias...— escuché a Alex hablar por su intercomunicador de la DEO.— Kara y Mon-El llegaron a la Tierra.

— Estás jodida.— le dije a Reign, pero dio otro golpe al panel que logró desactivarlo.

— Estás equivocada.— dio unos pasos hacía mi, pero Alex se colocó frente protegiéndome con su pistola. 

Nada es lo que parece [SuperCorp]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora