Nada es lo que parece [SuperCorp]

XXXV

Maratón 3/3

Kara

Y Alex dice ser mi hermana. Me iba a inyectar kriptonita, sabiendo que me hace daño, me quería encerrar en la DEO. ¿Qué clase de hermana hace eso?

Volví a CatCo, iba a seguir con mi trabajo, pero ya era mucho. Snapper me daba mucho trabajo sin razón y nunca daba las gracias. Así que llegué a guardar mis cosas, apagar el computador e irme a mi casa.

— ¡Danvers!— escuché a Snapper gritar.— ¿Qué diablos estás haciendo?

— Sólo guardo mis cosas para ir a descansar.— respondí tranquila.

— ¿Descansar? Tienes trabajo que hacer.— parece que se estaba poniendo furioso.

— Trabajo, trabajo, trabajo. Me cansé de que me des trabajo extra y que no des ningún gracias.— le dije ya enojada.— No pienso seguir trabajando hoy después de todo lo que he hecho por usted. Así que, si me permite.— me paré y me fuí caminando.

Iba caminando a los ascensores, pero escucho a James que me llama. Fuí donde se encontraba para saber qué diablos quería.

— ¿Qué quieres James?

— ¿Qué fue lo que sucedió hace un momento?

— ¿Eso te importa?

— Claro. Estoy a cargo de CatCo, y si hay problemas entre empleados debo saber que está pasando para solucionarlo.

— Entonces, averigualo tu mismo. No estaré dando explicaciones a alguien que trata de ser Cat Grant, o mejor dicho, que trata de ser un héroe, que ya ni siquiera se preocupa de eso.

— ¿Qué sucede contigo, Kara?— me preguntaba extrañado.

— ¿Qué me sucede?— creo que ya estaba gritando.— Lo que me sucede eres tu. ¿Crees que no me he dado cuenta? ¿Que te gusta Lena? Pues escúchame bien James Olsen.— me acerqué a él.— Ella no te quiere a tí, ella me quiere a mí. Además ¿cómo se fijaría en tí?— reí.— No eres más que un fotógrafo, que quiere ser Cat Grant y que ni llega a ser llamado héroe. ¿Cómo reaccionaría Lena si se entera que tu eres el Guardian?— retrocedí unos pasos.— No me quiero ni imaginar lo que te haría a tí, un humano.— se quedó en silencio y yo me retiré de su oficina.

Esta vez caminé al ascensor, apreté el botón para llamarlo y sentí que alguien me tocaba el hombro. Me di vuelta poniendo mis ojos en blanco.

— ¿Ahora qué?— dije sin saber quién era.— Lexa. ¿Qué quieres?— dije sin ánimo.

— No es por ser entrometida, pero ¿por qué trataste así a James? Es tu amigo.

— Dice ser mi amigo. Además, si fuiste entrometida.— me giré. El ascensor llegó y me subí, al igual que Lexa.

— Lo lamento, pero no pareces tu.

— Perdón... pero ya me cansé de ser la mosquita muerta.— contesté.— No sé por qué sigues acercándote a mí si estás con esa otra rubia.

— ¿Porque somos amigas tal vez?— en un rápido movimiento me acerqué a ella quedando solo a centímetros.

— Recuerda que no solo fuimos amigas, llegamos a ser algo más.— podía sentir su respiración.

— Mmm... si, pero... será mejor que te separes, porque...

— No trates de negar que aún me quieres.— le dije, la besé.

Las puertas del ascensor se abrieron en el primer piso y escuche a alguien que estaba frente de nosotras.

— ¿Lexa?— ah, si estaba triste. Clarke nos vio besandonos.