Nada es lo que parece [SuperCorp]

XLVII

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Lena

No puedo mentirme a mi misma. Admito que la extraño, mucho. No paro de pensar en ella.

Sólo han pasado 15 días desde que se fue de la Tierra, volviendo a su ciudad natal, su ciudad que sobrevivió de la explosión de Krypton, que sigue viva su madre.

No la culpo. Fui yo la que le dijo que fuera, que volviera. Estoy enojada conmigo misma.

Creo... creo que era algo que tenía que hacer, quizás mi subconsciente quería remediar lo que le hice a Kara hace un tiempo, esa traición que la hizo sufrir mucho. Desde que pasó eso me sentía culpable por todo, aunque Kara me perdonara, no lo podía sacar de mi cabeza.

Que mi novia, mi ex novia, vuelva con su madre después de años, dejar lo nuestro, era algo que tenía que hacer.

Pasaba mis días trabajando para L-Corp y CatCo, todo el día para evitar esos pensamientos, evitar pensar en Kara.

Sé que ella vendría algún día de visita, no sé cuando, pero dolerá al segundo en que la vea.

De vez en cuando salía con Sam, pero sólo como amigas, ella estaba conociendo a otro chico, aún no me dice su nombre, pero seguramente pronto lo va a presentar.

También estaban esas salidas con Alex, Maggie, Lexa, Clarke y obvio que con Sam. Las seis juntas en un bar divirtiéndonos.

La Tierra ya no tenía a Supergirl, ahora era la DEO a cargo de todo lo relacionado con los alienígenas que ataquen a la ciudad.

Yo entre L-Corp, CatCo y la DEO, tres diferentes trabajos, decidí tener unos días para mí, tener unos momentos de descanso o si no colapsaría. Esto me recuerda que hace varios meses Kara me decía que no trabajara mucho o si no me volveré loca, resulta que puede ser cierto y seguiré su consejo.

A veces sentía que Kara seguía acá en la Tierra. Mientras camino por los pasillos de CatCo, me la imagino ahí sentada en su antiguo escritorio, en L-Corp siento verla pasar volando por fuera de mi oficina y en la DEO juro verla ahí parada en el balcón como si me estuviera esperando. Resulta que soy yo la que la está esperando acá.

— ¿Todo bien Lena?— me habla Alex mientras sigo pegada mirando el balcón vacío.

— Sí, todo bien.— respondí mintiendo. Nada estaba bien para mí.

— Lena... se que esto es difícil, incluso para mí, pero...— ahí la miré, quería saber a qué iba todo.— Necesito ayuda para ir sacando cosas del apartamento de Kara.— dijo sin mucho ánimo.

— ¿Qué van a hacer con el apartamento?

— No lo sé aún. Puede que lo deje en arriendo o quizás lo venda... aún... aún no sé qué hacer. Parte de mí no quiera que nada cambie, pero ya a cambiado mucho todo. Me gustaría que Kara volviera, que nunca se hubiera ido, que siga siendo su apartamento.— decía Alex algo dolida y yo sólo respondí con un abrazo.

— Todo a cambiado, pero es para bien.— le dije finalmente. Nos separamos del abrazo.— Te ayudaré con el apartamento, sólo dime cuándo y a qué hora.

— Yo te avisaré la hora. Vamos a ir todos mañana, puede que sea en la tarde.

— Ok.

Al final del día termine en casa de Sam, últimamente no se ha sentido muy bien, se encontraba algo enferma, así que en estos momentos decidí acompañarla, también vino aquel chico con el que estaba recién comenzando a salir.

— Hola, tu debes ser Lena.— me saludó al abrirme la puerta de la casa.

— Esa soy yo. Y tu nombre es...— Sam nunca me contó su nombre, pero sabía de aquel chico.