XIV

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KARA

Corrí donde provenía la batalla, podía escuchar como los caballeros estaban peleando entre sí. Llegué a una especie de acantilado, miré abajo y podía ver como peleaban, como personas perdían sus vidas. Busqué entre toda la gente a mi hermana y mis amigos, pero no lograba encontrarlos, pero logré ver a Mordred que con su espada mataba a quién se encontraba en su camino, se estaba acercando a Arturo, sin pensarlo baje con un salto quedando frente a Mordred y de espalda al rey Arturo.

— ¿Pero qué diablos...?— escuché decir a Arturo de mi espalda.

— Sal de mi camino.— dijo Mordred preparado para atacarme.

— No.— no dejaría que matara a Arturo.

— Si no sales, te mataré.

Mordred iba a atacarme, pero con mi velocidad tomé de su brazo quitándole la espada logrando lanzarla lejos, luego con un poco de fuerza le dí un golpe dejándolo noqueado.

Me dí vuelta para ver cómo estaba el rey, en cuanto lo hice quedó impresionado al verme de nuevo, de lo sorprendido su rostro cambió en un segundo a uno con rabia.

— ¡Tú!— gritó sacando su espada y yo por instinto levanté mis manos.

— Hey, hey!— escuché a mi hermana por detrás corriendo, venía junto a Sara y con el resto de las leyendas, cada uno con sus trajes de superhéroes, incluso Firestorm ya estaba fusionado que se encontraba por los aires lanzando bolas de fuego al enemigo.

— ¿Qué diablos está pasando aquí?— dijo Arturo al verlos a todos sin dejar de apuntarme con su espada.— ¿Qué son ustedes? Claramente no son magos.

— Somos tus amigos, venimos a ayudarte.— le decía Sara con calma.

— Entonces sin son mis amigos me ayudarán a matar a la asesina de mi mejor amigo.— Arturo me estaba mirando, podía ver todo el enfado que tenía, me sentía culpable por eso, por estar mintiendo.

— No.— dijo Alex.

— ¿No? ¡¿No?! ¡No permitiré una asesina suelta, caminando por Camelot!— Arturo alzó su espada para matarme, lo que no se esperaba es que no me haría daño, lo único que pasó fue que su espada se rompió por la mitad.— ¿Qué diablos?— dijo sorprendido y con un poco de temor.

— Arturo, no maté a Merlín.— le dije suavemente.

— Yo te ví... te ví con la espada.

— Él está vivo.— le dijo Sara.

— ¿Co... cómo?

— De ahí te explicaremos... mejor encarguemonos del verdadero problema.— dijo Alex dando a entender que siguiéramos con la batalla y paremos a Morgana.

Estaba junto a mi hermana, las leyendas y Arturo peleando contra el ejército de Morgana, seguramente en cuanto ella me viera se decepcionará mucho de mí y me lo hará pagar de algún modo.

Le dí unos golpes a unos caballeros lanzándolos lejos, noté a lo lejos a Morgana observandome, cómo lo suponía, estaba decepcionada de mí, agudice mi oído para escucharla.

— Otra vez no.— dijo en un susurro cerrando sus ojos.

Eso me dolió hasta a mí, debe estar sufriendo, me pusé en su contra, como lo hizo su familia y sus amigos antes, me dolía verla así, solo me quedé parada ahí viéndola mientras varios caballeros de Morgana venían a atacarme. No me moví, solo la miré una vez más y cerré mis ojos.

Escuche un estruendo, unos rayos cayendo por todos lados, pero solo caían al enemigo. Busqué el origen de los rayos y pude verlo, en una cima en lo alto, vi a un anciano con un bastón lanzando aquellos rayos deteniendo la guerra.

Nada es lo que parece [SuperCorp]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora